Noviembre sin llanto

1 día

1 de noviembre.

   Mila:
"Noviembre sin llanto ¿quién juega?" Miró la publicación y sus dedos se movían ¿debería jugar?
De pronto, una idea llegó a su mente.
Si ella jugaba, se probaría así misma, antes, ella había tratado de no llorar por una semana, pero no lo había logrado... Ahora, ¿no llorar por un mes? Era el peor mes para hacerlo, recordando a todos tus familiares fallecidos... E ir a los panteones a visitarlos, ella ni siquiera lo había hecho, porque no era costumbre de su familia hacerlo en ese mes.
Pero... ¿Qué tan malo podría ser? Sólo era un juego.

"Yo juego" tecleó la chica y envió el mensaje. Ya no había marcha atrás.

***
Ya estando incorporada en la cama, no podía dormir, su cabeza daba vueltas y en su mente, lo único que vagaba, era la imagen de él, él alzando sus dos manos y sonriéndole, estaba a varios metros de distancia, pero podían verse perfectamente... Cuando él hacía eso, todo para Leah era hermoso... Pero recordaba el día en que le dijo que era gay, y todo se vino abajo, ella le confesó que le gustaba y él le escribió algo tan Hermoso, diciéndole que no quería perderla y que era demasiado tierna, pero que estaba interesado en otra persona. Leah lloró, se lo contó a su amiga y ella le marcó. Lloró mucho y ni siquiera podía hablar, el lunes, lo vio frente a su salón, y sus lágrimas volvieron, sollozaba en los brazos de su amiga, y no podía verlo no de lejos, hasta que habló con él por mensajes, y él le dijo que quería hablarle, pero pensó que ni siquiera le contestaría, porque no había contestado los mensajes que le envió ese día. La estuvo saludando una semana después pero ella sólo se dedicaba a morir por dentro de vergüenza al recordar las cosas tan directas que le había dicho e irse corriendo. Él, aún así, la seguía saludando.
Hasta que ese día, 1 de noviembre, Leah subió a cantar, le temblaba todo el cuerpo y la multitud la miraba, la melodía estaba en su cabeza y ella empezó... Le sudaban las manos y no dejaba de tocarse el estómago, al terminar, bajó y sus compañeras y amigas la abrazaron sonrientes, Leah jamás se imaginó atreverse a hacerlo, sin embargo, tal parecía que había vencido sus miedos. O al menos ese.
Sintió que alguien le picó el hombro y ella volteó, ahí estaba él, con sus hermosos ojos claros y sonriéndole.

-Lo hiciste muy bien- le dijo Seph sonriéndole y levantando su pulga

Ella sintió sus mejillas calientes y rápido las tomó -Gracias- le sonrió y rápido se volteó para que él no viera nada que ella no quisiera.
Porque NADIE, nunca había causado tantas cosas en Leah como él, incluso ella era demasiado orgullosa, pero él la tenía.
Noviembre sin llanto, se dijo así misma antes de cerrar los ojos con fuerza y deteniendo las lágrimas que estaban a punto de salir.