Fairytale. |Harry Styles|

Capítulo 9: Salidas inesperadas.

Tomo asiento en uno de los sofás estratégicamente colocados en su sala. Me tomo un par de minutos en examinar como es todo aquí adentro, las paredes son de un crema pálido, con algunos cuadros de méritos colgados.

Hay un estante caoba a un lado de la escalera de madera interna, también posee cuadros colocados en su encima pero estos son diferentes. Identifico a dos mujeres muy guapas, una más joven que la otra. La primera es mayor, tiene cabello negro y unos ojos enormes. Supongo que es la madre de Harry, en cierto modo se parecen considerablemente. La otra es rubia y posee una de las sonrisas más bonitas que he observado.

No le he preguntado a Harry si es que tiene pareja y no creo que sea ella. ¿O tal vez sí? No, no lo creo. Y si fuera la rubia, pues sería genial porque es realmente guapa y harían una dupla esplendida.

Devuelvo la atención a Shannon y su intento de una explicación. Cuatro pares de ojos lo observan a sobremanera, creo que los chicos lo han convencido. Han cantado estupendamente hace algunos minutos y la mirada iluminada de mi corpulento amigo ha sido una plegaria al cielo. Le ha encantado.

Jugueteo con mi cabello haciendo minúsculas ondulaciones con los dedos, miro al pequeño animal que viene caminando desde unos metros atrás. El felino maúlla cuando llega hasta mi lugar y enrosca la cola en mi pantorrilla. Sonrío acariciándole el lomo y las orejas.

—¡Dusty! —Grita Harry, exaltándome a mí y al animal—. ¡Estás ensuciando a Chloe! —agrega, instalando el pánico en su rostro.

Observo como el ruloso se levanta de su asiento y viene apresurado para cargar al gato. Bajo la vista a mi pantaloneta y noto uno que otro pelo blanco, pero no me preocupo. Vuelvo la atención a los demás chicos que cargan una sonrisa en el rostro. Todos menos Harry, él parece algo avergonzado pero no entiendo por qué. No es que nunca haya cargado un animal en mi vida, es más, algunas veces paso las vacaciones haciendo ayuda social en albergues.  

—¿Su nombre es Dusty? —pregunto, tratando de calmar y cortar la tensión en el ambiente.

—Sí —responde, soltando una pequeña sonrisa.

—¿Me lo prestas?

—Pero te va a ensuciar la ropa —murmura, observando mi vestimenta —Además, te puede hincar las garras y…

—Dale el maldito gato —susurra el rubio, que si mal no recuerdo, se llama Niall. El moreno de ojos negros suelta una carcajada y de la nada me convierto nuevamente en el centro de atención.

Harry asiente y viene tímido hasta mi lugar colocando al felino a mis pies, le sonrío tratando de aplacar su nerviosismo. Creo que lo consigo cuando en vez de volver a su sitio toma asiento a mi lado. Liam, el castaño que nos abrió la puerta, suelta un suspiro.

—Vale, me ha fascinado. Cantan estupendo y es un sí definitivo —dice Shannon—. Creo que tienen talento para triunfar. ¡Los haré grandes! —continúa.

El rostro de los chicos se ilumina como si hubieran visto al mismísimo arcángel en persona.

—Mañana mismo iremos a grabar el demo a mi disquera —les dice—. Luego mandaré el sencillo a algunas emisoras radiales y pensaremos en las siguientes canciones.

—¿Siguientes canciones? —pregunta el rubio.

—Sí, no pensarás que esta será la única ¿verdad? Necesitamos más, mucho más —le responde, elevando las manos hacia arriba y ampliando los ojos. Noto que está realmente entusiasmado con el lanzamiento de One Thing, porque así se llamará el sencillo.

—Pues, por el momento solo tenemos esa canción —murmura Liam—. Pero nos pondremos a trabajar en el siguiente.

—Bien. Todos listos a las diez en punto el día de mañana, un automóvil vendrá a recogerlos y los llevará a la disquera —les dice, sonriendo y levantándose de su asiento—. No soy fanático de la impuntualidad así que procuren estar a la hora. Debo retirarme, tengo una cena familiar en media hora.