El doncel del amor y la cultivación

Capítulo: 39 "Castigo de la Secta"

-Yo solo lo hago con mujeres y bellos donceles, nunca con hombres. – Comentó Wen Chao con un tono imponente y claro.

JiangCheng incrustó sus uñas en las palmas de sus manos, gotitas carmesíes se deslizaban por su mano, cayendo al suelo, con la furia en su corazón y su secreto estaba a tres palabras para que su futuro planeado se deshaga frente a sus ojos, a tres palabras de que su sueño y derecho a ser el próximo líder de la Secta YumengJiang colapsará, a tres palabras de decepcionar a sus padres y a él mismo.

-¡JiangCheng explica lo que dijiste! – Ordenó Madam Yu.

-Él... él... él intento violarme, me golpeo, me humillo, sino fuera por la intervención de Wei Wuxian nose donde estaría o como estaría en este momento. – Su voz era temblorosa, débil, vulnerable, melancólica, Madam Yu vio ferozmente a Wen Chao por una explicación, este solo sonrió con picardía y dijo burlonamente.

-Eso ya lo dije, solo me acuesto con mujeres o bellos donceles, nunca con hombres.

Madam Yu negó repentinamente con su cabeza, con ojos acuosos, le dio una mirada de incertidumbre y explicación a su hijo, este la vio a los ojos, bajo su cabeza y cerro sus ojos, con voz débil y temblorosa afirmó las palabras de Wen Chao.

-Soy un doncel. – Con lágrimas salinas deslizándose por sus mejillas, y sus labios temblorosos, su corazón palpitante al cual dolor le causaba, su respiración entrecortada y un sabor amargo en su paladar, intento decir otra palabra, pero toda aquella era suprimida en su garganta.

-¡Quítenle las túnicas! Quiero verlo con mis propios ojos. –Dijo Madam Yu con el ceño fruncido y con voz fría y firme, con un anhelo de que esto fuera una cruel broma, una pesadilla, su único hijo siendo un doncel, y casi lo violan, definitivamente erá una maldición, un castigo.

JiangCheng no forcejeo, se dejó quitar dócilmente sus prendas, dejando expuesta su piel ante la mirada de todos los presentes, los líderes de las sectas, con sus discípulos, su pareja, junto con su familia y a su maldito violador; como un acto sumamente humillante y vergonzoso a su persona, pisoteando su orgullo, su dignidad. Pues varias miradas lujuriosas y lascivas observaban babeante al doncel de Jiang.

Wei Wuxian con casi nulas fuerzas trato de darle su túnica exterior, Madam Yu absorta en su dolor y decepción, con lágrimas descendiendo en sus mejillas, humedeciendo su túnica, con una opresión en su pecho y el coraje instalado en su mente, dirigió una mirada inquisidora al joven Wen.

-¡¿Lo intentaste violar?! – Gritó Madam Yu.

-No, tanto él como Wei Wuxian y el otro doncel, fueron por su propia cuenta a mi cueva, adentrándose hasta donde yo descansaba, me sedujo, acepte, a mí me gusta rudo y el acepto, le gustaba, de todas formas, es un doncel, para eso nacieron, para eso sirven, para sexo y procreación, ¿Si me equivoco, que me él me lo niegue? Que niegue que ellos fueron gustosos, sin amenazas o trucos, ellos mismo fueron ante mi presencia, me sedujeron, al fin de cuentas soy hombre y ellos donceles, no se puede evitar lo inevitable. – Comentó desvergonzadamente Wen Chao.

-¿Dice la verdad, JiangCheng? – Preguntó con una voz fría y seria.

-Nosotros no sabemos el cómo terminamos en la cueva, yo..., lo único que recuerdo es que ese desgraciado metía sus dedos en mí, yo no quería, te lo prometo, créeme, madre por favor, digo la verdad.

-¡Cállate! ¿O sea no recuerdas como llegaste a la cueva? Que casualmente llegaste por tu propia cuenta hasta donde descansaba el joven maestro Wen, al ¡¿Cual no opusiste resistencia cuando te puso una mano encima, cuando te golpeo y te humillo?! ¡¿Y quieres que te crea, cuando llevas cuantos años engañándome?! ¡Me ocultaste algo muy importante! ¡¿A mí?! ¡Que soy tu madre!

-Suena raro, no creíble, pero no miento, no estábamos consciente de lo que hacíamos.

-¡Cállate! – Gritó eufórica Madam Yu, mientras Zidian volvía a estallar en un látigo eléctrico púrpura, con sumo enojo y decepción lo estrello contra la blanquecina piel de JiangCheng, veinte, cuarenta, ochenta, cien latigazos contra el tembloroso doncel, y uno que otro recibido por Wei Wuxian que tratando de disminuir los latigazos de su amigo, su hermano.

Lan Qiren se le hacía casi imposible detener a Lan WanJi y ahora a Lan XiChen, retener a ambos era mucho trabajo, con voz seria y fría hablo.

-No podemos intervenir en esto, ¡¿Entiéndalo?! Sino provocaran desgracia a nuestra Secta. –Dijo Lan Qiren molesto.

-¡Ya no pertenecen a esta Secta! Ambos ya no son bienvenidos, están expulsados, no merecen ser llamados con el apellido Jiang, ¡Tienen prohibido poner un solo pie en nuestra Secta! solo en excepciones drásticas o de suma importancia; JiangCheng, siento lastima de ser tu madre, que tú seas mi hijo me decepciona muchas más de lo que te imaginas. – Sin más que decir, vio directamente a Wen Ruohan.

-Creo que eso es suficiente castigo, debo informarles a todos que la celebración de la Aliana de Sectas llego a su fin, perdonen los inconvenientes causados, espero que regresen con bien a su destino. – Dijo Madam Yu con voz fría y seca.

Lan Qiren dejo de detener a sus sobrinos, e inmediatamente recogieron entre sus brazos a sus donceles, Lan XiChen cubrió con su túnica exterior a JiangCheng, ambos donceles en un estado de Shock, y con nulas fuerzas, se desplomaron en los cálidos y fuertes brazos de sus parejas, absortos en su dolor y bloqueo mental, pues lo que era su hogar, ahora se volvió prohibido para ellos, sueños quebrados y secesos del pasado que se siempre se quedaran como unos simples recuerdos.

-Ahora la Secta GusuLan se hace responsable de ellos, Wei Wuxian y JiangCheng de Jiang, pasan hacer del apellido Lan, debido a que los aceptamos como nuestros discípulos. – Con voz resonante Lan Qiren comentó, asombrando a todos los presentes. 

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elvis- Sempai