♡┊único capítulo ┊♡

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Los personajes utilizados no me pertenecen, son del manga/anime My Hero Academia (僕のヒーローアカデミア, Boku no Hīrō Akademia) y su autor es Kōhei Horikoshi.

Midoriya estaba perplejo.

No sabía que pensar exactamente. O qué jodidos hacer.

Observaba atontado al pequeño niño con cabello bicolor que jugaba con sus deditos bastante incómodo ante su escrutinio.

Todo paso muy rápido, en realidad, Midoriya no había sido capaz de asimilarlo hasta que el pequeño comenzó a llorar totalmente desorientado.

Su compañero de clases, Todoroki Shouto, fue convertido en un niño. No podía tener más de cinco o seis años.

Midoriya seguía sin poder creerlo.

Tampoco podía dejar que nadie le viera, se lo había prometido al profesor Aizawa.

Y por su propio bien, lo cumpliría si quería seguir viviendo.

¡Cuando Todoroki volviera a la normalidad podría matarlo! No es que le tuviera miedo al chico de doble particularidad... ¡por supuesto que no! Izuku era un macho alfa, lomo plateado, rifle cromado... pero, quizás... quizás sí tenía un poquitín de miedo por su compañero.

El pecoso dejó de perderse en sus pensamientos para volver a ver al infante. Shouto miraba hacia abajo como si fuese lo más interesante del mundo, moviendo sus piernitas que ni siquiera estaban cerca de tocar el suelo. Izuku sonrió, ahora no le daba tanto miedo.

Y es que... ¡no es su culpa su pavor hacia Todoroki!

Cada vez que intentaba acercarse para entablar una conversación con él, el chico le dirigía una mirada más fría que la cima del Monte Everest. Midoriya sabía que no era algo personal, el chico prácticamente vivía aislado de toda la clase.

Quizás, era eso lo que hacía que su corazón se sintiera pesado. Él podía ver en sus bellos ojos con heterocromía algo más. Dolor, mucho dolor. Se preguntaba qué era aquello que perturbaba tanto al muchacho, quería saberlo.

Necesitaba ayudarlo.

Necesitaba salvarlo.

Claro que nunca conto con que aquella misma tarde el profesor Aizawa llegara con el pequeño Shou entre brazos, dejándole a su cargo. Indirectamente le preguntó al héroe profesional por qué dejarle con semejante responsabilidad a alguien que cada dos por tres se rompía un hueso, definitivamente no tenía madera de ser bueno cuidando a los niños.

Irritado, el hombre suspiró.
Algo de que bajo su punto de vista, Midoriya era el más responsable y serio de la clase. Que no podía dejarle a Iida o Uraraka porque estos peleaban por todo y descuidarían al niño. Que Kirishima seguramente le estaría hablando todo el tiempo sobre masculinidad, y definitivamente él no quería atormentar al pequeño. Que Kaminari era muy idiota. Mina, Jirou y Sero muy indiferentes. Y Bakugo... pues, definitivamente no dejaría a un niño a cargo de Bakugo Katsuki, no necesitaba explicación.
También le comentó lo sucedido sin dar mucho detalle, al parecer una pequeña niña que apenas estaba manifestando su particularidad era la responsable. La dulce niña (Eri era su nombre, si es que Izuku no recordaba mal) con su ostentosa particularidad podía devolver algo (en este caso, alguien) a sus estados anteriores.

Una particularidad que rebobina.

Izuku tomó nota mental para cuando tuviese a mano su libreta, anotarlo. ¡Eso era simplemente genial!

—Señor.

Midoriya salió de sus pensamientos al escuchar esa dulce e infantil vocecita.

¿Señor? ¡Él ni siquiera tenía dieciséis años, por favor!

Shouchan «One Shot» {TodoDeku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora