Introducción: El comienzo

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Palos, hondas, espadas, arcos, rifles de pólvora, rifles gauss... la guerra siempre es la misma, sin importar las armas que uses, siempre hay sufrimiento y odio.

En la guerra nadie gana, el supuesto vencedor vive en la mera ilusión de que ha perdido menos que el supuesto perdedor.

Primero colonizamos cada rincón de la tierra, no pasó mucho tiempo hasta que comenzamos a vivir en la luna, las nuevas técnicas para trasformación del terreno y la atmosfera permitieron hacer de lo que antes era una gran roca llena de polvo un oasis verde y totalmente sano para respirar y vivir.

Durante un tiempo solo los más acaudalados podían ir, luego fue algo común el ir a ver a tu esposa y tus hijos en su casa verde en la luna.

Después de la luna vino Marte, decenas de años después.
Millones de hombres y mujeres junto a decenas de millones de máquinas hicieron posible el habitar Marte, haciéndola poco a poco habitable hasta el punto de tener una atmosfera de oxigeno artificial parecida a la de la tierra, los nuevos motores de impulsión abarataban los costes de transporte espacial, eran muchísimo más rápidos y eficientes que nada que se hubiera visto antes, sin preverlo, se comenzó a excavar y sacar recursos de cada zona, generando una cantidad de recursos inmensa.

Los recursos abundaban, la comida era tan abundante que todos tenían acceso a un plato de lo que quisieran, las guerras cesaron ante esta abundancia y la unificación de los países, creando el conglomerado de países del sistema sol. Esto creó un clima de estabilidad política nunca visto.

El oro, la plata, el hierro, el cobre y en resumen cada uno de los materiales de la tabla periódica se abarataron, la tecnología resurgió como nunca lo había hecho y no pasó tiempo hasta que empezaron a hacer estaciones artificiales en Júpiter, Neptuno, Urano, Venus, Saturno...

Nadie podía preveer lo que iba a pasar...

Se presentó a la humanidad como Alpha, el renacido, el que traería el equilibrio a la vida, aquel que nos mejoraría, que nos haría humanos nuevos.

Muy poco se sabe sobre lo que era, pero una cosa era segura, su intención no era la de mantener una coexistencia con la raza humana.

La histeria en el Gobierno de países unidos del sistema sol fue colectiva, se intentaron mandar innumerables mensajes al emisor de este comunicado, sin respuesta alguna, Muchas de las estaciones en Júpiter enmudecieron, se empezaron a mover, alterando su órbita original y formando un conglomerado de estaciones en la órbita de Júpiter.

Ante esto, las fabricas armamentísticas comenzaron sutilmente a producir los diseños que se habían creado solo en caso de extrema necesidad, totalmente encubiertas ya que éste comunicado no se hizo público, se silenció, guardado como oro en paño.

¿El motivo?

Miedo.

Se temía a la guerra, a lo incontrolable y aleatorio, al pasado, a frenar el progreso, al conflicto.

Después de miles y miles de años de conflictos, los humanos aprendieron a ser mucho más diplomáticos, olvidando esa impulsividad que les había mantenido vivos en situaciones desesperadas.

Hay situaciones en donde la diplomacia no sirve, situaciones donde el más débil muere, situaciones donde sólo sirve luchar por tu vida.

Los humanos...

Se habían hecho débiles.

Codigo AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora