9.5. No arruines mi momento, he dicho.

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Nota del autor: Este capítulo es difícil de leer. Es un intento de jugar con la estructura narrativa. Al final lo explicaré por si acaso. De todas formas no es necesario leerlo.


"¿Qué será lo primero que hagas al llegar a casa?" preguntó Sehun tras vacilar un poco. Sacó dinero de su cartera y se lo entregó a la dependienta. A su lado, un niño de aproximadamente 6 años se puso de puntillas para alcanzar la tableta de chocolate colocada sobre el mostrador. Sehun se la acercó.

"No lo sé" respondió el niño con apatía, dirigiendo toda su atención al dulce.

"Me encanta como nos... como nos comunicamos" masculló Sehun. "Tus respuestas son tan..." dejó la frase inacabada cuando leyó un cartel que anunciaba su firma de libros, a las cuatro de la tarde. Eran las cinco.

"¿Diría que su obra es autobiográfica?" preguntó la mujer sentada en primera fila. En su regazo reposaba un libro abierto.

Sehun sonrió. "Hm, bueno". Se relamió el labio inferior. "¿No es todo autobiográfico? Vemos el mundo a través de" marcó una pequeña distancia entre su dedo pulgar e índice colocándolo frente a uno de sus ojos "nuestra insignificante perspectiva. Creo, podría decir..."

El flash de una cámara cegó su vista. La pareja que ocupaba los asientos delante de él hablaba otro idioma que Sehun apenas entendía. Logró captar un 'gracias' dirigido al fotógrafo que acababa de tomarles la foto. Sehun se recostó en su asiento, intentando ignorar sus voces y el hecho de que ahora su imagen quedaría plasmada en el fondo de una fotografía de un par de desconocidos. Estupendo. La pareja comenzó a discutir. Al menos eso dedujo él por el tono de sus voces. Al principio susurraban en voz alta hasta que poco a poco casi gritaban.

Sehun recogió su bolsa y se sentó unos cinco asientos más allá de donde la pareja continuaba su charla. En uno de los asientos al otro lado estaba Jongdae, levantando la vista de la programación del teatro. Se ve tan elegante con ese traje azul oscuro, casi negro que contrasta con el rojo vino de la alfombra del vestíbulo. Está ignorando a las personas que tiene a su alrededor, ansiosas por llamar su atención. Él en cambio mira fijamente a Sehun, tal y como lo había hecho minutos antes, desde su palco.

"Hola" dice Sehun, acercándose tímidamente a él cuando el resto de personas lo dejan por fin solo.

"Hola" responde él incapaz de borrar la sonrisa de sus labios.

"Te apetece" Sehun siente que la mirada del joven le atraviesa el alma. Se toca la frente con el dedo índice, incapaz de controlarse. "¿Te apetece que salgamos de aquí?" dice con los ojos cerrados, evitando ver la crueldad del rechazo.

"Intentaré ser más concreta" dijo la mujer soltando una risita. Sehun abrió los ojos. "¿Realmente ocurrió lo que cuenta en su libro? ¿Existió ese joven aristócrata al que conoció durante la última representación de su obra más famosa, y con quien pasó más de una noche?"

Sehun sintió que su cara se calentaba y se rió de ello. "¿No cree que saber la verdad estropearía la magia?"

"Me lo tomaré como un sí" suspiró satisfecha cerrando el libro entre sus manos. El primero que Sehun consiguió publicar.

"¿Tienes idea de por qué discuten?" preguntó Jongdae sacando a Sehun de su ensoñación. Sehun sintió que le temblaban las piernas cuando se dio cuenta de que Jongdae estaba releyendo por centésima vez aquel libro.

Sacudió la cabeza. "No. No se por qué discuten".

Eso fue todo lo que consiguió decir. Ambos masticaron el pesado silencio mirando a través de sus respectivas ventanillas antes de que Jongdae hablase. "Estaba pensando ir al vagón restaurante" de fondo se podía oír a la pareja aún discutiendo. "¿Te apetece que salgamos de aquí?"

Canciones azules para cobardes. [Chanbaek/Sechen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora