Capítulo 11: Plan

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Albus se levantó, captando la atención de los alumnos, que ahora veían entre el mayor y los 3 Gryffindors. Harry sin embargo seguía mirando por donde se había ido el rubio segundos antes, no sin enviarle una sonrisa cómplice.

Ron no podía creer lo que acababa de suceder, se sentía traicionado, el ojiverde sabía todo lo que el asqueroso Slytherin les había hecho, y ahora se enteraba que se hablaban como si nada.

–Harry –, su voz sonó fría, no podía creer que siguiera viendo en la dirección que se fue el rubio, ignorándolo, paso su mano frente a su cara, haciendo que las orbes verdes lo mirarán confundido.

–¿Qué pasa?

–Le hablaste a Malfoy, ¿qué ocurre? –interrogó con el entrecejo fruncido, quería entenderlo pero la actitud de él no ayudaba.

–Bueno, es sólo que Malfoy –se quedo pensando unos segundos cómo decirle a Ron lo que había pasado –no es tan malo –contestó encogiéndose de hombros, no importaba lo que dijera, al final sabía que su amigo lo tomaría a mal.

–¿No es tan malo? –sus mejillas se iluminaron de color rosado, no podía creer lo que estaba escuchando –¿Recuerdas todo lo que nos ha hecho?

Su voz había subido de nivel, perdiendo el control. Era imposible que su mejor amigo olvidará todo lo que habían pasado por su culpa, se suponía que debía apoyarlo.

–Lo recuerdo, pero todos cambiamos, tal vez lo juzgamos mal, y no le dimos la oportunidad de...

–¡Ahora nosotros somos los malos! –gritó logrando que todos voltearan a verlos.

–No estoy diciendo... –intentaba hacerlo reaccionar, sabía que era difícil, pero no quería enojarse con él, no ahora cuando su mundo estaba de cabeza y no sabía que le ocurría.

–Sabes que, olvídalo –evadió su mirada y giró sobre sus pies, estaba harto de estar ahí, necesitaba relajarse para no seguir gritándole. 

–Ron, deja de hacer tus berrinches.

Ron se detuvo al escucharlo, eso era lo último, no podía soportar que defendiera a Malfoy sobre él, ¿Quién era el que lo había apoyado todo ese tiempo?

Giró sobre sus pies mirándolo

–¿Berrinches? –su voz fue suave, sus ojos se entre cerraron, y miraban al ojiverde como si lo hubiera traicionado.  –Perdón por molestarte con mis berrinches, no tienes porque soportarme, así que dejaré de molestarte.

El gran comedor se quedó en silencio, olvidando por completo que el director seguía de pie, esperando su atención. Los alumnos evitaban mirar a Harry, una porque estaban igual de sorprendidos que Ron, y la otra era muy incómodo presenciar esas cosas.

–Ya se le pasará –dijo Hermione poniendo una mano sobre su hombro. –Sabes que odia a la familia Malfoy...

–Lo sé, pero en verdad a veces me desespera –susurro Harry apretando sus puños –, está vez esperaré a que él quiera hablar conmigo, yo no hice nada –.

Su mirada recorrió la mesa de profesores, dándose cuenta que Dumbledore lo miraba. Sintiéndose apenado se disculpó con una seña, tomó a su amiga de la manga y caminaron en silencio hacia la mesa de los leones.

Albus se aclaró la garganta, haciendo que los alumnos y profesores le tomaran atención, cuando vio que todos lo miraban sonrió y levantó las manos.

–Les tengo una agradable noticia –Severus hizo una mueca, para él no tenía nada de agradable, y menos después de ese intercambio de palabras entre su ahijado y Harry Potter, –éste viernes habrá un baile, decidimos que así se relajaran.–Lanzó una mirada al ojiverde, guiñándole el ojo, los demás  alumnos  no notaron esto pues todos empezaron a chiflar y hablar entre sus amigos –sólo dos profesores estarán en el gran comedor por si llegará a ocurrir algún problema –las mujeres se miraban entre ellas con las mejillas sonrojadas, pensando con quién les gustaría ir –lamentablemente cuando sean las doce los alumnos de primero a cuarto tendrán que regresar a sus dormitorios –ante esto los mencionados hicieron un abucheo. –Silencio, recuerden que al día siguiente hay una salida al pueblo y un equipo de Quidditch estará presente. –Los abucheos fueron reemplazados con aplausos, haciendo que los profesores negaran con la cabeza, sin entenderlos. –Me alegró que todos estén conformes, vayan consiguiendo pareja y recuerden que sería una buena oportunidad para olvidar las rivalidades de las casas –dijo mirando a Severus.

Del odio al amor... sólo hay un pasoWhere stories live. Discover now