Cierro la puerta con los ojos como platos. De qué me ha ido.
Abro la maleta y pongo el móvil a cargar. Las cinco y media, dormiré con suerte cuatro horas antes de tener que ir a buscar la compra.
Me peino un poco la melena y me desnudo, dejando la ropa tirada por el suelo. La cama está separada de la pared por un radiador, cosa que agradezco, empieza a hacer frío. Busco mi pijama en la maleta y al ponérmelo, me siento una persona nueva. Corro las cortinas de la ventana.
Levanto las sábanas y me meto en la cama. Estiro un poco el brazo y apago la luz.
Mi cabeza hace un pequeño ruido al relajarse. Mi columna vertebral emite un quejido y tengo la sensación de que mi cuerpo se expande para adaptarse al colchón.
Cuando me incorporo para cubrirme con la sábana y dos mantas mullidas que están puestas oigo un chirrido bastante fuerte que viene del colchón.
Me cubro hasta el cuello y los párpados me pesan cada vez más.
-Despierta, T/N.- oigo a lo lejos.
Un rayo de sol entra de golpe en la habitación por la ventana. Abro los ojos con un gruñido. Parece que las pestañas se han pegado a los ojos.
Las persianas no se han corrido solas. Enfoco la vista y una figura alta y ancha vestida de negro está parada cerca de la ventana.
-Zack, ¿Qué haces ahí? -pregunto, con la voz ronca.
-He llamado a la puerta y no respondías, estas cosas no tienen llave. ¿Te levantas?
Hago una mueca de disgusto.
-Voy.
-En 10 minutos nos vamos. Me voy para que te levantes, no sea caso que duermas desnuda como Brendon, le he visto el pene más veces de las que me gustaría.
Lo miro fijamente y suelto una risita.
Desaparece por la puerta y me levanto. Cuando oigo el sonido que indica que vuelvo a estar sola, corro por la habitación buscando ropa interior limpia, unos vaqueros y una camiseta de manga larga negra. Me abrocho las Vans como puedo y me pongo el abrigo. Cojo el teléfono y recuerdo haber guardado los comprobantes de compra en la maleta.
Mierda. No los encuentro. Abro la puerta y asomo la cabeza por el pasillo. Pete sale del baño compartido y va hacia su habitación.
-¡Eh! ¡Pete! - susurro - ¿Tienes los comprobantes de la macro compra? No los encuentro por ninguna parte.
-Sí, están encima de la mesa del comedor. Zack y Brendon los habrán cogido.
Levanto el pulgar, en señal de aprobación y me vuelvo a esconder tras mi puerta. Paso por encima de la maleta y miro de reojo mi reflejo en el espejo. Tengo un aspecto lamentable. Y ni me desmaquillé.
En el espacio de dos minutos consigo escabullirme, ir al baño, limpiarme la cara y recoger mi ya no tan desastrosa melena en una coleta.
Al salir, me encuentro otra vez a la figura plantada fuera del espacio común.
-Zack, ya voy. - le digo.
Abro la puerta de mi habitación, tiro el cepillo encima de la cama y la vuelvo a cerrar. Bajamos las escaleras y nos encontramos con Brendon vestido con deportivas, vaqueros, camiseta negra y un gorro, está hablando con un amigo del instituto de Holly.
Al darse cuenta de que lo estamos esperando, nos mira, sonríe y se excusa con el chico pelirrojo.
-Buenos días , T/N- dice sonriente al empezar a bajar las escaleras que llevan hasta la furgoneta con nosotros dos.
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Victorious (Brendon Urie y tú)
FanfictionT/N trabaja en un late show en Londres. Al llegar al trabajo, un día se encuentra que le toca estar codo a codo con el cantante de Panic At the DIsco, Brendon Urie. T/N no quiere sentir nada por un famoso, pero no será tan fácil como piensa. No se a...