➳Capítulo Cinco.

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El despertador sonó como todas las mañanas, por fin era miércoles. Los días estaban pasando realmente de un modo lento y para mi mala suerte cada día tenía más contacto con el grupo de los Fuentes.

Sinceramente hoy no quería ir a la escuela, me sentía realmente mal, puede que por lo de ayer, pero de verdad sabía cuando la depresión llegaba para consumirme y quizá estaba volviendo, la poca felicidad que tuve por hablar con Vic se esfumó. Aunque, bueno, yo jamás fui de esas personas que van sonriendo por la vida, de hecho casi siempre me sentí menospreciado.

Las gotas en el vidrio de la ventana del cuarto junto con el empañamiento anunciaban que estaba lloviendo, podía ser la mejor excusa para no ir, pero... bueno, después de todo quería ver a Vic, así que me levanté y me alisté como toda mañana común de un estudiante, desayuné y me fui caminando bajo la llovizna.

Iba a tardar quince minutos en llegar, así que apenas como ponga un pie en el instituto ya iba a estar empapado y muerto de frío, agregando el hecho de que salí media hora antes, puede que deba quedarme fuera antes de que sonara la campana y eso significaría que me mojaría más.

Puede que todo fuera como la normal rutina de todos los días, hasta que delante de mí oí como dos personas discutían, lo cual se me hacía poco probable ya que era demasiado temprano, pero bueno, quien sabe. Solo levanté mi cabeza para ver quiénes eran, estaba pasando frente a la casa donde viven Vic y Mike, ellos eran quienes discutían en la entrada.

Me quedé parado esperando poder escuchar la conversación, sabía que estaba mal hacer eso, pero ustedes y yo sabemos bien que en mis casi dieciséis años hice eso unas... realmente no sé cuantas veces espié, tal vez ¿miles?

Vic llevaba un pijama de Star Wars, era gracioso ya que yo tenía el mismo... cuando era mucho más pequeño, tenía unos seis o siete años. Su cabello estaba realmente despeinado y por sus ojeras y rostro cansado lucía como si hubiera estado llorando durante toda la noche, mientras que Mike le insistía algo, pero no sabía que era ese algo. El menor ya estaba listo para ir al instituto y ahí recordé que tenía que hacer lo mismo, por lo que tal vez Vic se rehusaba a asistir.

Sin nada más que ver, volví a caminar por la acera, por suerte ninguno de los dos notó mi presencia.

Llegué al instituto, donde en una de las paredes de los costados vi como estaban Danielle y Jaime besándose, tal vez creían que ahí nadie los vería.

No les presté atención, iba buscando mis auriculares por los bolsillos de mi chaqueta, pero no los encontré, los dejé en casa. No sé que era peor, si estar solo y aburrido o no tener música para al menos distraerme.

La campana sonó, las pocas personas que estábamos afuera entramos.

Como todos los días, me paré frente a mi casillero y preparé lo que necesitaba para la clase de música.

Vic no apareció, su grupo ahora estuvo compuesto solo por Tony y Mike. Jaime y Danielle estaban juntos y abrazados. Eso estaba mal, literalmente comenzaba a reemplazar a Víctor y sus amigos por su novia, era malo porque Vic gustaba de él y su novia de no más de dos o tres días ya estaba usurpando mucho de su tiempo mientras lo alejaba de su grupo.

Cuando la campana sonó otra vez, me dirigí a mi primera clase donde le profesor que conocía desde hace muchísimos años me sonrió amplio al notar que era el primero en llegar, tomé asiento y suspiré algo agobiado.

El profesor Vincent Furnier me miró y rió un poco.

-Kellin Quinn, jamás te vi tan tenso desde que en el sexto año de primaria les asignamos una acompañante a cada chico para el baile de máscaras en Halloween. –solté la primera y única risa leve del día al recordar aquello, también al oír como el profesor de una edad algo avanzada había recordado y dicho mi nombre.

Podía verme a mí mismo con unos diez años, como hasta ahora siendo por meses el más joven de todos en el curso. Cuando el mismo profesor me preguntaba por qué no estaba eligiendo una chica con la que pudiera bailar.

De todos modos me habían obligado a bailar con una jovencita de cabellos oscuros y largos llamada Katelynne, sus facciones se asimilaban un poco a las de Vic, también era algo rellena y por eso me atraía.

Ella en primaria era de las excluidas así como yo, Vic y sus amigos, pero apenas comenzó la secundaria y sus facciones de niña adorable empezaron a irse, de a poco se convirtió en una de las chicas populares y bonitas, así mismo jamás me volvió a hablar. Por cierto, ella aún está en mi clase, pero yo ya no estaba a su alcance y de todos modos no me importaba tanto, ya que se había convertido en una engreída de primera.

Así como el salón se fue "llenando" el profesor comenzó a tomar la lista de presentes, éramos menos de catorce en el salón. Cuando acabó con eso, la clase empezó y todo se basó en teoría, lo más fácil y hermoso de la materia.

*

La clase pasó rápidamente; el receso pasó rápido y nadie me habló; la siguiente clase se pasó en un abrir y cerrar de ojos; el almuerzo fue aburrido y la última clase fue como todas las anteriores, rápida.

No mucho después estaba volviendo a casa, estaba lloviendo horrible. Al llegar me vi obligado a quitarme la ropa empapada para darme una ducha con agua caliente para no enfermarme.

Mamá estaba sentada en el sofá viendo alguna novela en la televisión cuando pasé por la sala.

-¿Cómo te fue hoy?

-Él no apareció hoy.

You're the only exception | Adaptación Kellic.Where stories live. Discover now