See The Lights [Brothers Conflict]

•Capítulo 1•|Comienzo|

Previamente en See The Lights [Brothers Conflict]
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Baje del auto y mire por dos segundos la casa al frente mío.

Presiento que esto va a traer muchos conflictos a mi vida.
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—Miwa-san, ¿que se su...? —cuando me gire a preguntarle que haría, el carro ya no estaba. —Se atrevió a dejarme abandonada cual perro sin dueño ¿me pregunto si se oculto en algún lugar y espera a que ladre para que me abran la puerta? Ridículo. —así que hice lo que la gente normal hace, tocar el timbre. Y lo más estúpido es que no sonó un chingo, así que revise mi bolso para buscar mi celular, llamar a Miwa y decirle unas cuantas verdades.

En mi busqueda encontré un llavero con una nota.

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Haruka-chan, esta es la llave de la residencia.

Pd: El timbre esta dañado :')

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Que alguien le explicara en que condenado momento Miwa había metido su mano en su bolso para depositar esas llaves.

Una vez abri la puerta me dirigí al ascensor para "investigar" el lugar y me encontré con que había más de dos pisos.

—¿Que tanta mierda valgo? —susurro para mi misma al darme cuenta de que no tenía nada que hacer. —El último suele ser el más interesante y si me resulta que me equivoqué... solo me suicido y problema arreglado. Es mejor para mi dignidad.

Con mi increíble habilidad, que yo no recuerdo tener, le di justo en el piso donde apenas salí del ascensor, me encontré con algunos hombres. Por impulso retrocedi.

¿¡A donde diablos me trajo Miwa!?

—¿Quien eres? —pregunto un chico de cabello azabache.

Mierda, me vio.

—Creo que me equivoque de edificio. —dije pero después de analizar mis palabras me di cuenta que no podía ser, ¿por que? fácil, porque si me hubiera equivocado la llave no habría encajado en la cerradura.

Miwa, si no me querías viva solo tenías que decirlo y me mataba.

—Eso no contesta la pregunta. —me volvió a dirigir la palabra.

—No me digas que... ¿¡Haruka!? No espera... ¿¡IA!? —dijo Fuuto, esperen, ¿¡que hace Fuuto aquí!?

—¿¡Fuuto!? ¿Que haces aquí?

—¡Es mi casa, idiota! Además... ¡Yo debería preguntarte eso a ti! ¿¡Que haces en mi casa!?

—¡Es que no te has dado cuenta que no tenía idea que era tu casa!

—¿Kurosawa-san? —dijo una voz que reconocería hasta en medio del ruido de una discoteca, Hinata Ema. No es que la odie por algún motivo en particular, pero es demasiado estúpida y se deja abusar, motivos suficientes para que me caiga horrible.

—¿Tu? Solo falta que el pendejo de Yusuke también víva aquí.

—¡No soy pendejo! —mi cara de decepción debió ser épica cuando me gire y lo ví ahí, parado en frente mío.

—Si no hay cámaras ocultas para grabar mi expresión en estos momentos, debido a que esto es una estúpida broma me tiro del balcón.

—Tercer piso, a la derecha del ascensor.

—Gracias. —dije sonriendole al chico rubio de ojos azules que estaba con un traje de monje, pero, antes de salir de su vista para ir al balcón, un castaño vestido de doctor dijo algo que me llamó la atención.