Capítulo 1: "Nuevas oportunidades"

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Hace unos meses a Miguel Rivera se le presentó la oportunidad de su vida, se trataba de una beca, no cualquiera, no por sus buenas calificaciones, o por falta de recurso económico, o simplemente una beca que le llegó por error, se trataba de una beca que lo ayudaría a progresar como músico. En su cumpleaños número 16, gracias a un regalo de sus padres, conoció las maravillas del internet, ¿De dónde sacaron la laptop? Ni idea, pero Miguel estuvo tan fascinado con ella que de inmediato lo primero que buscó, al ya tener todos los programas instalados, era buscar cosas relacionadas a la música, si bien, seguía con resentimiento hacia Ernesto de La Cruz, seguía con su frase en la cabeza, "Vive tu momento", y eso era lo que iba a hacer. No tardó mucho navegando en internet, llenándose de anuncios de guitarras, equipos de sonido, universidades artísticas, vídeos sobre tutoriales de X canciones populares, etc. Finalmente, una de esas escuelas de arte llamó su atención, "San Fransokyo Talent Institute", una escuela ubicada en Estados Unidos, de lo que antes solía ser San Francisco. Aquella escuela parecía un sueño para Miguel, no dudó en solicitar la beca, la cual, estaba en inglés, fue entonces cuando agradeció al inglés básico que le habían enseñado en la escuela, a la vez que agradecía el regalo de sus padres, así aprendió más canciones, y algunas en inglés, lo cual le obligó a aprender el idioma. Sin mucho problema, contestó la solicitud. Al final de ella, pedían una muestra de su talento, la cual tenía que enviar a una dirección de correo electrónico.

Miguel siempre pensó en grabarse mientras tocaba la guitarra y mientras cantaba, pero a veces la timidez le superaba y nunca subió un solo vídeo a internet, pero era ahora o nunca, sin saber que canción cantar, puso su celular en alguna mesa, para así grabarse mientras estaba en su habitación, tomó su guitarra, y nervioso miró a la cámara. Presentándose con una voz algo temblorosa al principio, rezaba internamente para que su inglés no le fallara y se pudiera entender lo que decía.

—Hola, soy...Miguel Rivera, de... De Santa Cecilia, México. —tomó más fuerte su guitarra, sin saber que tocar, miró de reojo rápidamente a la habitación, observando en la pared una foto vieja, un retrato familiar, en ella vio a Mamá Coco, sus ojos volvieron a la cámara, sonriendo y soltando un suspiro triste. Sus dedos viajaron a las cuerdas para tocar las notas correctas y sin esperar más, comenzó a cantar. —Recuérdame... Hoy me tengo que ir, mi amor... Recuérdame... No llores por favor...

Eventualmente cerró sus ojos mientras se dejaba llevar por la música, se sentía libre cada vez que tocaba, ya no le importaba si lo aceptaban o no en aquella escuela, aunque sería lo ideal, mientras tocaba no pudo evitar sentir nostalgia, extrañaba a Mamá Coco, pero sabía que ahora estaba feliz de estar reunida con sus padres y familia. La canción acabó, levantó de nuevo la mirada, agradeciendo el tiempo por haberlo visto cantar y tocar. Se acercó a tomar el celular, parando la grabación, y de inmediato pasar el vídeo a su laptop, para terminar la solicitud.

Y finalmente, ahora, meses después, tenía la respuesta en sus manos, se le hacía extraño que la respuesta no fuera electrónica, por lo que esperaba lo mejor, entró a la casa, siendo la primera en notar el sobre en su mano su madre, de inmediato preguntándole de que se trataba, Miguel no sabía que responder, porque, a decir verdad, nunca les comentó sobre la beca y la solicitud que había hecho. Cuando su madre dijo "Miguel, ¿Qué tienes ahí?" todos los miembros de la familia voltearon a verlo, haciendo que se pusiera nervioso, de inmediato, su prima, sigilosa, se acercó detrás de él, viendo que Miguel escondió el sobre en su espalda, exclamando "¡Nada!", sin más, se lo arrebató y lo abrió enfrente de todos.

—¿"San Fransokyo Talent Institute" ?, Miguel, ¿De dónde conseguiste esto?

—¡Dámelo! —Intentó tomar la carta de vuelta.

—"Dear Miguel Rivera...Before anything..." bla, bla, bla, "You been accepted as a scholarship student, we will provide you..." ¿¡Qué?!

—¿Qué pasa? —preguntó su madre, algo alterada y preocupada, no entendía inglés, así que no sabría decir o entender que era lo que estaba pasando.

—Miguel consiguió una beca en una escuela gringa... —Miguel sonrió al comprobar lo que le decía, cuando escuchó a su prima hablar con un acento muy extraño, no podía creer que había sido aceptado en una escuela prestigiosa, su emoción no se hizo esperar, gritando un "Sí" a todo lo que sus pulmones le permitían, pero de pronto esa emoción y sonrisa de oreja a oreja se desvaneció al sentir la mirada fija de su familia.

—Miguel, ¿Cómo conseguiste esta beca?, ¿Y por qué no nos habías dicho nada al respecto? — preguntó su padre, acercándose a él.

—Lo había olvidado —se excusó— tiene meses desde que pedí la beca y...

—¿Cómo la pediste?

—Llené una solicitud en internet y pues...

Hubo silencio en la casa de los Rivera por unos momentos, apoyaban a Miguel en sus proyectos, lo apoyaban como musico, lo apoyaban como miembro de la familia, y siempre estarían ahí para él, pero ¿En verdad estaban listos para dejarlo ir a otro país?, ¿En verdad era lo mejor para él? Tuvieron una larga discusión, algunos apoyando la idea de dejar que Miguel siga sus sueños, pero otros, como su padre y su madre, preocupados por lo que le podría pasar, aún pensaban en Miguel como el niño de 12 años que solía ser, como alguien que aún necesita protección. Finalmente, decidieron dejar que siguiera su camino musical, Miguel, abrazó fuertemente a sus padres, agradeciéndoles por dejarle tomar esa oportunidad, prometiendo que todo el tiempo que estuviera afuera mantendría contacto con ellos de alguna u otra forma.

Ahora, en la actualidad, Miguel tenía consigo maletas con artículos personales, como lo son ropa y un par de cuadernos con canciones que él mismo había compuesto, y que en algún momento planeaba cantar, junto a su guitarra, la cual cargaba en su espalda. La noche ya había caído, sus únicos acompañantes eran su mamá, su papá y su pequeña hermana, quien se había quedado dormida, por unos instantes se sintió mal al no poder despedirse bien de Dante, pero estaba seguro de que estaría bien al cuidado de su familia. El autobús que llevaría a Miguel al otro país había llegado, había recibido instrucciones de como llegar a San Fransokyo, y de cómo llegar a aquella escuela. Abrazó fuerte a sus padres, depositó un beso en la frente de su hermana antes de subir al autobús, despidiéndose por ultima vez de sus padres, se dirigió a un asiento en el que podría ver claramente por la ventana, aprovechó mientras los demás pasajeros se subían para despedirse a través del cristal, le causaba dolor dejar a su familia, no poder verlos en mucho tiempo, desearía poder bajar de ahí para seguir con ellos, pero algo dentro de él le decía que no debía desaprovechar su oportunidad, finalmente, el autobús salió, Santa Cecilia cada vez estaba más lejos, su familia cada vez estaba más lejos, una lágrima resbaló por su mejilla, siendo limpiada de inmediato, al mismo tiempo que tenía estos pensamientos tristes, pensaba que un mejor futuro le esperaba.

Aquel Músico [Kubel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora