Quédate Conmigo

Hola

Recién terminada la preparatoria, lista para ingresar a la Universidad, las redes sociales ayudan a hacer amigos, jamás imagine que de aquí comenzaría todo, pero antes de eso, hablemos de mis primeros días por la universidad.
Decidí estudiar una ingeniería, sí, para ser una programadora muy buena, quizás no la más buena pero con toda la actitud para creerlo.
Los primeros días como siempre en todas las escuelas del mundo y del universo, los profesores presentándose para después decirles a sus nuevos alumnos, alumnos totalmente aterrados por el primer día y otros no tanto, algunos muy emocionados, creo que yo era un 50/50 de cada uno.
- Profesores: se presentaran de uno en uno, dirán su nombre y por qué están aquí, por qué han elegido está carrera.
Es obvio que muchos estábamos ahí en la carrera que más queríamos pero responder a esas preguntas fue difícil, comienzas a dudar de tu existencia.
Pasaron los días y las semanas, hice algunos amigos, me gustaban mis clases y seguía aún muy emocionada. Un día navegando por Facebook me llegó un mensaje, lo abrí y sorpresa! Alguien que tenía agregado como amigo pero con el que jamás había cruzado alguna palabra, el mensaje decía:
-Amigo de FB: Hola
Respondí
-- Hola! Que sorpresa que me saludes
Yo toda tonta respondiendo, ahora me pregunto que hubiera pasado si jamás hubiera respondido, pero como no tenía ni idea de nada, lo hice.
Comenzó una plática normal, cómo estás, dónde vives y sí normal porque íbamos a la misma preparatoria pero como mencione nunca hablamos y no lo recordaba mucho si lo vi, la preparatoria a la que asistimos era la del pueblo y es pequeño, algunos hasta estudiaron juntos desde Kinder lo cuál nosotros no habíamos hecho.
Me pidió mi número, accedí a dárselo, teníamos amigos en común y no me pareció cualquier desconocido.
Pasaron varios días y un sábado mientras realizaba una ardua limpieza a mi cuarto me llegó un mensaje, nuevamente con un Hola, a lo que respondí con lo mismo, pero añadiendo: Eres Pablo? Respondió: sí, cómo estás?
La conversación más casual, nada fuera de lo común, hasta en ese entonces.