Capitulo 27

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-Oh, aquí estas- Músita sonriendo.

Se sienta a mi lado. Y toma un trozo de mi barra de chocolate, la miro extrañado por su acción tan descarada, y ella se da cuenta -Ay lo siento, debi preguntarte, lo lamento.

-No, no, descuida- rompo la barra y le doy un trozo más grande, ella se lo lleva a la boca y me sonríe agusta- <<Su forma de actuar es tan extraña>>

Sus ojos se cierran, saborea el chocolate y una brisa mueve su flequillo dorado, su piel blanquecina, la claridad del sol parece hacerla brillar dejando a la vista pequeñas pecas surcando por el tabique de su nariz respingona, sonrió al verlas.

-¿Que sucede?- Pregunta.

-Eh, no, nada- Río tímido, pero antes de sentirme incómodo pregunto -¿Por las dudas, sabes de alguna veterinaria que este cerca? necesito adoptar un perro.

-Eh. Si, claro- Dice poniéndose de pie - Ven, ¡vamos!

Me paro al lado de ella, estiro los músculos de la espalda, tomó las bolsas colocandolas entre mis brasos y ruego porque no se rompan.

Camina aún lado mío comentandome sobre la veterinaria que abrió hace más de diez años y que de niña le encantaba ir y ver a los pájaros, tortugas, Peces y demás animales.

Llegamos al lugar, sin duda el centro del pueblo es muy pequeño, no hay mas que unas cuantas  pares de tienda de ropa, parrillas y algunos restaurantes, negocios pequeños y familiares.

"Veterinaria"

Dice pintada con letras enorme un cartel en la parte superior, las paredes estan pintadas de un verdes desde el suelo y desde la mitad comienza un color blanco hasta el final del concreto hay una ventana enorme que deja a la vista un pequeño acuario con paces de diferentes colores y tamaños.

Entramos por una puerta de chapa de color verda que hizo un sonido, como si tocará una campana, o un adorno de viento ya que el sonido fue mas sinfónico. Como si fuera pequeñas barras de metal chocando una contra las otras.

-Doctora Maggie- Dice Jazmin al ver a una mujer quien estaba detrás de un mostrador.

Veo a la mujer, es de cabellos castaños y cortos a la altura de los hombros, su ojos son marrones y resaltan unas pronunciadas patas de gallo a sus costado.

-Hola Jazmin- Dice la mujer en tono alegre saliendo del mostrador, dejando ver una bata blanca abierta, y debajo un suéter de color gris de lana, unos baqueros azules y unas botas negras -¿Como esta tu padre, y tu madre? dile que le mando saludo- Deja un beso sobre las mejillas de la joven.

-Esta bien doctora, déjame precentarte a alguien... El es Alex, es nuevo en el pueblo- La mujer mueve sus lentes y me observa con atención.

-Hola que tal, Alex- Dice cortezmente asi que dejó las bolsas sobre un taburete de madera y le extiendo la mano.

-Mucho gusto, doctora- Ella estrecha mi mano, su piel es suave y cálida.

-¿Que se te ofrece Jazmis, pasa algo con los animales de tu padre?.

-No Maggi, nada de eso, tu esposo los tiene sanos a todos. Es que Alex necesita un perro y quería saber si tienes alguno para regalar- La mujer me mira con algo de ternura en sus ojos.

-Oh, llegan en el momento indicado, siganme- Dice y nos guía por un pasillo, Jazmín y yo la seguimos -Hace unos meses encontramos un cachorro, sólo y abandonado, estaba en desnutrición y enfermo, lo trajimos a la veterinaria, lo vacunamos y alimentamos y poco a poco fue recuperándose, ahora se llama Bobit y ya que está completamente curado estábamos pensando en ponerlo en adopción.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora