Capítulo 3

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Cassandra

- ¿De verdad corriste a Boston porque te propuse matrimonio? -sostuve una vez más mi celular con el hombro y mi mejilla para poder continuar comiendo, logré salir a comer algo cerca del hospital, pero para mí mala suerte John terminó consiguiendo mi nuevo número, ahora debo fingir que lo escucho mientras intento no ser grosera.

- No hui, vine a visitar a mi hermano y encontré un buen trabajo, me gustó y me quedé. Fin de la historia-Escuché ese horrible suspirar que hace cada vez que se encuentra irritado.

- ¿En dónde estamos parados, Cassandra? -Odiaba esa pregunta, siempre lo hice.

- No sé tú. Pero yo estoy parada en una muy linda cafetería, está realmente cerca del lugar en que trabajo.

- Deja de evadir, siempre es lo mismo, al principio pensé que era porque eres realmente joven pero no es así solo te llevo tres años y sabes, al parecer tenemos una idea muy diferente de lo que es estar en una relación. Nunca me molestó el hecho de ser ocasionales y ambos sabíamos tu ideología de vida entonces ¿Por qué aceptaste hacer de esto algo oficial?

- Por David-tuve que hablar con la verdad, estaba cansada de ser presionada por John, como dijo al principio éramos ocasionales y no me molestaba, después David me comentó lo mal que se sentía por el "horrible" ejemplo que me había dado toda la vida, mi hermano quería lo mejor para mí creyendo que sentar cabeza sería lo mejor, mentí diciendo que tenía novio y que llevábamos dos años.

- ¿Tu hermano? ¿De verdad me aceptaste por complacer a tu hermano?

- Sí-mi respuesta sonó muy directa, tanto que dejó un silencio incomodo entre nosotros.

- Te amo Cassandra-Dios, este hombre era imposible- Pero, si tu no quieres seguir en esta relación lo comprenderé, solo te pido que nos demos un tiempo, en unos meses tendré que viajar a Boston por el trabajo, te veré allá donde podremos hablar como dos adultos civilizados. Solo recuerda mi propuesta, de verdad me gustaría que fueras mi esposa.

- John, por favor detente. Estoy cansada de fingir que podemos llegar más allá ¿La pasamos bien? ¡Por supuesto que sí! Por eso estamos ahora en esta situación, yo creí que el hecho de que nos lleváramos bien era suficiente para una relación y ¿Adivina qué? No lo es, por mi parte eres libre de hacer lo que quieras, yo veré a donde me lleva la corriente. Deja de creer que algo puede suceder cuando vez que la relación se está cayendo a pedazos.

- Te veré allá-¡Basta! Me cansé y colgué el celular, no iba a permitir que saboteara mi nueva vida, me siento cómoda aquí, ver a David más seguido en realidad es muy bueno hay noches en que salimos a pasear, me muestra la ciudad, me cuenta de sus aventuras, los lugares que ama, cenamos, vemos películas y lo mejor de todo, aquí no hay quien me presione a hacer algo que no quiero.

Termino lo que quería comer y me acerco a la caja para pagar, escucho los gritos de unos niños que pasan corriendo y tirándole una bandeja de pedido a una chica, definitivamente hay padres que no saben educar a los niños.

- Gracias por su preferencia, la esperamos pronto-el amable cajero me entrega mi ticket de compra con una sonrisa demasiado ensayada.

Logré llegar al hospital justo a tiempo, hoy me encontraba en el área de urgencias, atendiendo personas me puse a pensar ¿Por qué rayos hago esto? Estudié enfermería porque mientras que mi madre era enfermera, papá fue doctor y la medicina de algún modo siempre nos fue inculcada, de hecho, mi hermano David tenía un consultorio privado ¿Qué tan extraño es que hayamos decidido seguir sus pasos? No tengo una buena relación con las personas, sin embargo, hacer esto, ayudar a las personas me era tan sencillo, jamás seré la enfermera más amable o cariñosa que conocerás, pero por supuesto que jamás fui ni seré una incompetente. Solo... me gustaba.

Todo lo que nunca quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora