18

47.7K 2.9K 431
                                    

Capítulo dieciocho

Pov Amir

Esas curvas y lo jodidamente caliente que es su cuerpo me van a matar.

Cuando estábamos en el bosque me pude dar cuenta de dos cosas sobre ella, la primera es que estaba entrando en celo y la segunda que ya era mía, solo mía y eso, eso jodidamente me encanta.

Me remuevo en la cama y me acuesto boca arriba, ella automáticamente se abraza a mi cuerpo y sonrío, la jalo del brazo y la acomodo encima de mí, mis manos buscan su cabello y doy caricias en él.

¿Esto es demaciado cursi?

Irina se queja y se acomoda mejor en mí, rápido siento como sus pechos se precionan contra mi cuerpo, su entrepierna empieza nuevamente a botar ese olor tan característico cuando una hembra está en celo y mi amigo responde rápidamente.

—Buenos días —alza su cabeza y sonríe. Mis ojos no se despegan de esos labios carnosos y en acto seguido la tengo debajo.

—Buenos días, irresistible —pego mis labios con los suyos y abro sus piernas con las mías.

—¿Qué haces, fortachón?—me observa pícara y gira su cabeza hacia un lado, con mi mano libre tomo su barbilla y muerdo ligeramente su mejilla.

Mi teléfono suena y caigo rendido sobre ella—¡Auch! Eres muy grande, me aplastas—estiro mi brazo y tomo la llamada.

—Alpha, buenos días. Tenemos un problema—junto mis cejas.

Cuando Kevin dice problema es porque problema es.

Me levanto y camino de un lado a otro —¿Qué tipo de problema?

—Será mejor que lo vea usted mismo, solo venga a la casa de su luna—cuelga.

Esto no puede ser bueno.

Sabía que mandar al infierno a esa mocosa traería consecuencias. Camino directo al closet y escucho los pasos de Irina detrás de mí.

—¿Qué tienes?

—No es nada, solo problemas de la manada —saco un boxer y el primer Jean negro que veo, me coloco una franela del mismo color y agarro las zapatillas de su estantería.

—¿Te vas? Yo quiero esto—su mano se desliza por mis abdominales y antes de que baje le quito sus manos de mi cuerpo—¿No quieres?

—No es que no quiera, te deseo, pero en serio necesito ir a ver algo y creo que tiene relación con tus padres—trago grueso y ella parece entrar en shock—Irina, ¿estás bien?

Corre de un lado a otro y se pone lo primero que ve en el suelo.

Oh no, tú no iras.

La tomo del brazo y la apego a mí —Suéltame, tengo que ir a mi casa con mis padres, me van a matar—se suelta de mi agarre y corre hasta la puerta, se detiene—¿Que esperas? Vámonos.

Suspiro y camino hacia ella—Irina, no iras—retrocede y se cruza de brazos.

—Si iré, son mis padres y me van a matar porque me preguntarán ¿donde estuviste, y qué se supone que les voy a decir?—toma mi mano y me jala fuera del cuarto—ya, vamos.

Esto es una mala idea, presiento que lo que me espera no es bueno.

Que bueno vas a esperar, si mataste a esa loca que estaba obsesionada con nosotros.

Salimos de la casa y camino directo a la prado que aguarda en la entrada de la mansión. Irina sube y cierro su puerta, entro y Alonso asiente con la cabeza confirmando mi teoría.

El Hijo Del Millonario ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora