La venganza de Alex [Editando]

Capitulo 29

(...)

Llega la noche, el sonido de los grillos suena muy leve atravez de mis oidos, y el canto de un vuho rompe el silencio, como el eco de la amenaza en la lejanía del miedo.
Bobit esta hechado frente al caloventor con las patas debajo de su regazo y su cola enroyada, miro la chimenea.

<<Me pregunto porque no la he prendido aún>> Pienso. La noche está fría.

Me levanto de la cama y camino hacia la cocina, tengo carne con papas cocinandoce a fuego lento en el horno, el aroma en el cuarto es satisfactorio, inspiro y siento mi estómago rugir.

Me vasco la cabeza y tomó una cerveza de la heladera, me cuelgo la escopeta en el hombro, me pongo la campera negra con capucha y linterna.

-Ttssss- Sus orejas se levantan y me mira con ojos furtivos -Vamos- y bobit se me adelanta al salir por la cabaña.

La oscuridad de la noche es envolvente, las estrellas brillan dentro de su fondo negro.

Camino con cuidado, guiándome con la luz de la linterna a cada paso. Veo unos troncos cortados, los alumbró con la blanquecina luz y trato de mover los troncos con el pie, me inclino para levantar los pedazos de madera cuando veo la luz de unos faros alumbrar la entrada del terreno.

-¿Me pregunto quien será?- Músito hablándole al labrador. Y el comienza a ladrar.

Me aferró a la escopeta y camino a paso lento hasta la entrada, la luz de los faros del vehículo me ciegan, estiró mi brazo poniendo los dedos rectos y pegados para cortar con la luz disparada hacia mis ojos. Oigo el motor del vehículo apagarse y con este los faros. Y la luz blanca de mi linterna deja ver una silueta salir del vehículo. Y bobit deja de ladrar.

-Alex, ¿como estas?- Dice una conocida voz para mi.

-¿Que haces aqui, Jazmín?- Pregunto algo confundido al reconocer su voz. Y ver al perro saltar y lamerle, ella le frota la cabeza.

-Bien, ¿y tu como estas?- Rie sarcástica -Quise venir a verte, te estuve llamando para decirte que venía.

Entonces recuerdo que salí de la cabaña sin el celular.

-Lo siento, no tenía el celular a mano, ven entra- bajo la linterna y caminamos hasta la cabaña.

-Espera- Eleva la voz y vuelve hasta su camioneta, saca algo de los asientos traseros.

-¿Que es eso?- Pregunto al ver algo cuadrado y marrón.

-Son cervezas- Ríe y me sonríe apenas.

-Vendrán bien con la cena- digo pesadamente y distraído, no logró orientarme hacia los troncos que encontre en el camino.

-Vamos Alex, me congelo.

-Yo tambien.

-¿Que es lo que tanto estas buscando?- Pregunta impaciente a la vez que me sigue con la mirada.

-Eh, ten- le doy la linterna y la escopeta -Alumbra en aquella dirección- Señalo con el indice. Ella lo hace dejando a la vista un bulto enorme y oscuro, sonrió -Ven alumbra más de serca- Digo.

-¿Que es?.

-Son unos troncos para la chimenea.

-Ay Alex, ¿no me digas que a está hora te pusiste a buscar troncos?

-Eh, ¿porque?

-Porque lo que encontrarás a esta hora es la picadura de una serpiente- La oigo y me paro en seco ante su comentario.

-Da igual, la cabaña esta fría- Digo mientras ella ríe.

Me apunta con la linterna y trato de recoger los troncos, son dos y pesados. Siento la tierra ensuciar mis manos y las astillas clavarse en mi piel, mi piel es suave y delicada, ya que jamás he tenido que hacer trabajos forzados con erramienta o cosas por el estilo, pero ya me estaba dando a la idea de que pronto se volvería más áspera y terza por los callos.