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Noah's pov.

En cuanto saludé a Finn y entré al instituto no pude evitar sonreír ampliamente, me apoyé contra una pared sin dejar de sonreír y dejé que el azabache llenase mis pensamientos con sus ojos matadores y sus gruesos labios enloquecedores. Mañana sería nuestra cita estaba emocionado por ello y cada vez que pensaba en eso, sentía mi corazón latir desbocado. El simple hecho de pensar en Finn y yo sentados juntos compartiendo miradas y sonrisas, sin ser para clases de francés, me hacía suspirar. De pronto una estúpida duda empezó a rondar mi cabeza:
Qué me pongo?
Lo sé es una pregunta muuuy tonta pero quería verme bien y que él lo notase. Seguramente el llevará una camiseta básica y su chaqueta de cuero, se ve tan sexy con ella. Inconscientemente mordí mi labio inferior recordando el exquisito olor que inunda mis fosas nasales cada vez que estoy cerca de Finn, huele a perfume masculino mezclado con cuero, ese aroma... me enloquece, como sus rizos azabaches que bailan libres sobre su cabeza. Me gustaría enredar mis dedos en ellos.
- Noah te estaba buscando- dijo Ariana interrumpiendo mis pensamientos.
- Vamos a clases, el timbre sonó hace unos segundos
- En serio? - estaba tan absorto en mis pensamientos que no escuché el estridente sonido de la campana.
- Siii venga vamos- dijo comenzando a caminar hacia el aula de ciencias.
- Voy voy- caminé arrastrando los pies.

[...]

Quedaban minutos para que acabase la clase de francés, la última que tenía hoy. No paraba de mirar el reloj contando los segundos a medida que veía la manecilla avanzar al ritmo del tic tac mi corazón se aceleraba ya deseaba que acabase para estar con aquel alto rizado con hermosas pecas salpicadas por su rostro.

Y por fin el timbre sonó haciendo que madame Stone diese por finalizada la clase y que mis compañeros marchasen. Yo me quedé, obviamente, tenía clases con mi azabache. La profesora se acercó a mi cuando todos se habían ido y dijo.
- Cómo le van las clases con el señor Wolfhard, Schnapp?
- Muy bien, medame, está mejorando notablemente. - contesté con cortesía.
- En serio? Impresionante, tal vez me debería quedar a supervisar.
NO!
- No hace falta, madame, seguro que tiene mejores cosas que hacer...- dije riendo nerviosamente .
-Bueno, pero seguro que está mejorando? Parece mentira que en un curso entero no haya aprendido nada y en una semana sí.
- Quizá todo este tiempo necesitó que le explicaran las cosas de forma individual o...- fui interrumpido por una grave voz a mis espaldas.
- O quizá un tutor lindo. - Sin duda, era Finn.
Me volteé sonrojado y sorprendido por su llegada y él me dedicó una sonrisa ladina con las manos metidas en su chaqueta.
- Señor Wolfhard, buenas tardes.- dijo la profesora mirándolo de arriba abajo.
- Bonsoir, madame- respondió haciendo una pequeña reverencia de forma jocosa, reí ligeramente ante la expresión anonadada de la profesora, quien me miró antes de cruzar la puerta y dijo.
- Buen trabajo señor Schnapp, buen trabajo...
- Ha! Vieja Piruja, creía que no iba a ser capaz de hablar francés en la vida- se burló el azabache una vez se fue la señora Stone.
- De nada- dije rodando los ojos.
Él tomó mi mano y se la llevó a los labios, pero antes de besarla murmuró sobre mi piel.
- Muchas gracias, dulzura- y besó mi mano derecha haciéndome estremecer. Sus labios se sentían tan suaves contra mi mano, notaba las mejillas demasiado calientes, seguramente estaba rojo cual tomate.
- Hueles a fresas y ahora pareces una- habló el pecoso para luego picarme la mejilla suavemente con su dedo.
Me sacudí sonrojado apartando su mano de mi cara y dije con el ceño fruncido.
- Cállate idiota, vamos a empezar- hice un puchero, digno de niño pequeño y él rió suavemente ante mi acción.
- Sí, vamos fresita.

                                 [...]

Habíamos terminado la clase y Finn me estaba acompañando a mi casillero. Guardé las cosas y él se puso en frente mía con una mano en su bolsillo y la otra apoyada en las taquillas al lado de mi cabeza. Su cercanía me hizo ponerme nervioso.
- Mañana voy a por ti a las 19:00, vale?- dijo mirándome directamente a los ojos con esos profundos orbes café oscuro que me hacen delirar.
- Perfecto- susurré perdiéndome en su mirar.

Nos quedamos así un tiempo, yo con la espalada contra las taquillas y él acorralándome de algún modo contra estas. Ambos explorábamos el rostro del contrario con la mirada, casi podía contar sus pecas, buscar constelaciones en ellas o sumergirme en esos iris marrones tan oscuros que parecían no tener fondo.

Pero desgraciadamente una notificación en mi teléfono rompió la atmósfera del momento y me acordé de que había quedado con Ari esta tarde a las 17:00 y ya eran las 16:48.
- Me...me tengo que ir- dije poniendo una mano en su pecho.
- Oh sí, de hecho...yo también- dijo emitiendo una despreocupada risa.
- Bueno pues, hasta mañana, Finnie.- le sonreí con delicadeza deslizando suavemente la mano por su pecho.
- Hasta mañana, Noah- dijo de la misma forma haciendo un movimiento con la mano.

Mi corazón latía como loco por el simple hecho de estar con él...dios, creo que me gusta de verdad...









Bien corto pero bueno, la cabeza no me daba para más, lo siento y siento tardar.

El siguiente capítulo sera...(redoble de tambores) la jodida cita del viernes! :D* le tiran piedras *

P.d : me volví a saltar la clase porque quería avanzar rápido, espero que no os moleste eso.

Un besote:
-Lu <3

Cours de français ; Foah {AU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora