Misión 05

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Al abrir mis ojos y adivinar la hora que debe ser por los rayos del sol en mi cara decido levantarme.
Sin  hacerme mayores arreglos bajo al primer piso.
Pongo algo de música y voy a la cocina para beber una taza de algo, lo que sea.
Escucho ruido en la sala y recuerdo quién se encuentra aquí.
Llegué a soñar con él y creí que todo había sido mentira.

¿Debo ofrecerle algo para beber o comer? Ajj..no sé cómo hacer esto.

Decidí volver a la sala para encontrarme con Nero, quien camina de un lado a otro curioso por todo lo que tengo.

—Así que ya estás aquí. ¿Bajaste tú solo?

Nero sonríe y viene hacia mi. Señala mi taza de café espectante.

—¿Qué? ¿Quieres esto?

Él asiente.

—No puedo, creo que los niños no pueden beber café.

Sus ojos se ponen llorosos y de un instante a otro las lágrimas y el llanto se hacen presentes.

—¡Oye, oye! ¡Shh! No llores por algo así.

Sin embargo parece no querer escuchar.
¿Qué se supone que haga? ¿Por que tengo que hacer esto? No soy su padre.
Nero va hacia el sofá y pone su cara contra el mientras sigue llorando.

—Oye, no me hagas escándalos así, despertarás a los vecinos..

Su llanto hace doler mis oídos.

Escucho la puerta del segundo piso abrirse y seguido la sombra de Vergil sobre mi.

—Dile a tu hijo que se calle de una vez.

Vergil me mira enfadado. Al parecer se despertó por esto y bajó rápidamente. Al ver a Nero llorando le lanza una mirada que creo es con la que ellos se comunican, sin embargo Nero no reacciona.
Vergil lo toma del brazo con algo de brusquedad.

—Nero.—Dice enfadado.

El niño no responde, solo sigue llorando.

—¡Nero!

Su voz solo hace que llore aún más fuerte. Creo que no se había revelado así antes.

—Oye..ah..no quisiera intervenir en tu increíble trabajo cuidándolo pero..

—Ahora no, Dante.

—Solo quería recordarte de que no come desde ayer, quizá eso sea. Yo también lloraría si tuviera esa hambre.

Vergil suspira he intenta calmarse.

—No tengo nada de comer ni para mí, iré a comprar algo ahora.

El llanto de Nero ya me tiene fastidiado.

—Oye niño..—Le digo tocando su hombro para que me mire.

Él se voltea y con las lágrimas cayendo me observa.

—¿Quieres venir conmigo? Te compraré algo en el camino con tal de que te calles.

Cómo por arte de magia Nero deja de llorar y limpiando sus lágrimas va solo hacia la puerta.

—Este niño es más listo de lo que creía.—Digo mientras voy hacia él.
—Me lo llevaré un rato..

—Dante..

—Tranquilízate, no le pasará nada. Deberías aprovechar de relajarte un rato, se nota que estás estresado.—Digo con desagrado.—Ahora vuelvo con tu niño lágrimas de cocodrilo.

Nero comienza a tirar de mi pantalón para que salgamos así que decido salir de una vez por todas.
Baja rápidamente para su edad las escaleras y comienza a caminar apresurado por el callejón.

La misma sangre/ Devil May Cry🗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora