La Rotunda Verdad

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Narra Kido:

Después de abrazar a Kano mientras lloraba desconsolada y mientras Kano me daba unas palmaditas en la cabeza para intentar calmarme, por fin conseguí tranquilizarme y noté como si mi cuerpo pesara mucho mas de lo normal, haciendo fuerza hacia el suelo y me derrumbé intentando agarrarme a Kano, pero él fue el que me agarró a mi un poco sorprendido, después él me cogió en brazos como una princesa, en ese momento, me imaginé a mi con un vestido morado largo y una corona, y a Kano con un gentil traje de príncipe y una gran corona, un tanto oscuro, ya que el color favorito de Kano es el negro, pero aún así a mi me encantaba esa imagen que por unos segundos me había imaginado, y finalmente, Kano puso rumbo a la guarida con los demás compañeros del Mekakuci Dan siguiendonos e incluido Hibiya, que iba subido a la espalda de Shintaro. Mientras tanto, Kano me miraba a la vez que me sonreía con esa típica sonrisa suya, y me dijo -estas loca, ¿no?, ¿cómo has tenido el valor a enfrentarte a tu mayor miedo?- de repente, ví aparecer una imagen un tanto rara en la cara del rubio, estaba cabizbajo mientras lloraba silenciosamente, en su rostro se reflejaba sufrimiento puro -¿y si te llega a pasar algo?, si eso sucediera……si eso sucediera yo-yo no sabría que hacer- dijo mientras apretaba sus manos contra mi cuerpo, esa acción suya iza que me estremeciera ligeramente, y mientras derramaba una pequeña lágrima y me iba poco a poco desmayando dije-lo siento……-

Y ahí me desmayé.

Narra Kano:

Después de ver como la peliverde se desmayaba en mis brazos, hice que mi poder ocultara mi tristeza con una gran y perturbadora sonrisa, pero en el fondo yo sentía esa tristeza profundamente, casi no podía aguantar las ganas de derramar algunas lágrimas, pero no quería preocupar a nadie. Después de andar por un tiempo con todos los demás integrantes del Makakuci Dan a mis espaldas, por fin llegamos a la guarida y fui inmediatamente a dejar a Kido a su cama, y cuando llegué a la puerta de la habitación de Kido, pensé en lo que la peliverde me podría hacer si entraba en su habitación, pero pensé -es por una buena causa-, mientras soltaba algunas risas silenciosas, y por fin abrí la puerta suavemente para que la peliverde no se despertara, al entrar pude observar aquella habitación que hace tanto que no veía, estaba igual de limpia y ordenada que siempre estuvo, solo que ahora habían unas cuantas fotos más de la que ví la ultima vez que entré, pero bueno, eso fue antes de que Ayano se suicidara, en aquella época Kido entró en una depresión y se pasaba días encerrada en su habitación llorando, pero ese era el pasado. Entonces, después de observar la habitación de la chica sigilosamente y de cerrar la puerta, me propuse ha dejar a la peliverde en su cama y a encender la lamparita de noche que había en la mesita al lado de su cama, y justo cuando la puse cómodamente en la cama con colcha morada y encendí la lamparita, pensé -¿no tendría que ponerse el pijama?-, mientras en mi rostro se iluminaba una gran sonrisa.

Narro yo:

Al i quieto Kano debido a lo que le podría hacer la peliverde si se enterara de lo que iba ha hacer, se le ocurrió buscar el pijama de la chica bajo la almohada, y encontró una camiseta cómoda de tirantes morada y unos pantalones cortos de deporte negros, y supuso que ese sería el pijama de la peliverde, y procedió a quitarle la ropa. De vez en cuando ella se movía ligeramente haciendo que el rubio se riera, pero después de quitarle aquellos pantalones, sudadera, chaqueta roja y camiseta corta negra, no hubo ningún gesto diferente al de asombre en la cara del rubio, nunca pudo pensar que Kido tendría unas curvas tan marcadas bajo tanta ropa, y pareció excitarse ligeramente ante aquella imagen, y también se puso bastante rojo, pero inmediatamente lo oculto bajo una sonrisa utilizando su poder. Al cabo de jn tiempo observándola, le piso su pijama y la tapó con una con una fina sábana lila hasta la cintura. Entonces, Kano, giró la cabeza para echar un pequeño vistazo nuevamente a la habitación, pudo ver que había una especie de libro, que más que un libro parecía otra cosa, se acercó, y efectivamente, era lo que el rubio había pensado, era en diario de Kido Tsubomi, o eso ponía en la tapa del “libro", entonces, cuando abrió aquel libro por alguna página, ni él sabía cual era, solo leyó -¡no lo puedo creer, me he enamorado!-, y en otra -creo que le gusta otra…- y en una de las últimas 

-no lo pudo creer, incluso después de haber renunciado a todo, aún sigo enamorada de él-, y por fin, con una risa, dijo en susurros

-Kido está enamorada, no lo puedo creer, pero, ¿de quién estará enamorada Tsubomi?- mientras ponía una cara un poco más entristecida, -bueno, creo que ya he leído suficiente por hoy-, dijo mientras guardaba el diario de la chica nuevamente en la estantería. Entonces se dirigió a la cama donde se encontraba Kido durmiendo plácidamente y le propinó un dulce beso en la frente, después de hacer ese gesto tan gentil hacia la chica que izo que se enrojeciera ligeramente, el rubio se puso de rodillas cara a la chica al lado de la cama y piso sus brazos en cruz sobre una parte de la cama que ella no ocupaba, y se durmiendo mirándola.

Al día siguiente, Kido se despertó ante que Kano, y el verlo ahí a su lado, no el de la cama, sino el que daba al suelo, le pareció un gesto muy lindo de su parte, pero al ver que llevaba su pijama puesto, pensó -serás maldito, te juro que cuando te despiertes, te voy a……-dejó de maldecirlo al ver la cara del rubio mientras dormía, pero se levantó rápidamente de la cama para no quedarse embobada ante aquella imagen, y tras asegurarse de que el rubio estaba profundamente dormido, se puso su ropa habitual y salió hacia el comedor.

Allí estaban todos desayunando, y hablando del incidente de ayer, bueno, hasta que vieron aparecer a Kido por la puerta, entonces, tras prepararse se desayuno, se sentó en su sitio habitual en la mesa y empezó a comer se desayuno, hasta que oyó decir a Hibiya-¡pues si nadie cree que Hiyori esta viva y lo voy a demostrar, voy a buscarla ahora mismo!-, y justo después, Hibiya se levantó de la mesa y puso rumbo a la puerta, entonces Kido activó sus poderes y en cuanto Hibiya abrió la puerta, Kido lo detuvo cogiéndolo de la muñeca izquierda, eso izo que el chico la mirara con cara de enfadado.

Narra Kano:

Al escuchar la voz de Hibiya, me desperté y levanté corriendo, y fui hacia donde escuche la voz de aquel chico, entonces ví a Kido cogiendolo de la muñeca, mientras Hibiya estaba en la puerta con su mano derecha en el pomo de esta entornada, entonces Hibiya dijo -deja de intentar detenerme-y Kido respondió-no vayas, será energía perdida en vano- y Hibiya dijo gritando-¡¿por qué?!- ¡porque Hiyori está muerta!- fijo Kido dejando ha todos paralizados y asombrados al pensar como la chica había conseguido aquello que todos pensaban, y era verdad, pero a mí eso no me importó, y pensé en aquel momento-¿será Hibiya el chico del que Kido esta enamorada…?-

Y así acaba este capítulo, espero que os haya gustado, perdón por las faltas de ortografía que seguramente habré tenido, y gracias por leer, seguiré con ella otro día, gracias de nuevo y bye bye <3 >w<.

Kido x Kano Mekaku city actors (Kaguerou days proyect)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora