Una esperanza.

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Ellas eran... dos amigas, tenían en común una cierta obsesión con el anime Naruto. Se fulminaban 20 episodios en una tarde viéndolos por internet... y no sólo eso, también dibujaban a los personajes que consideraban más sexys. Sin contar que era su tema principal de conversación, claro.  

-¿Qué pasaría si pudiésemos entrar al mundo de Naruto? -Se escuchó una voz dulce. 

-Puf, te lo digo yo, me follaría a casi todos los Akatsukis. -Le respondió una voz siniestra, pero a la vez convencida y con cierto aire de burla. 

-Boh, yo a Naruto. O puede que a Neji. Bueno, también me vale Kiba. -Habló la voz dulce. 

Aquellas voces femeninas correspondían, la primera a una persona de pelo ondulado y color chocolate, con grandes ojos marrones y toques verdes. Su cuerpo era normal... hasta que bajabas la mirada. Un enorme culo pompa capaz de desviar la mirada de cualquiera era lo que más destacaba de aquella chica de carácter dócil y sereno, de nombre Ariana.

La segunda voz le correspondía a alguien con un pelo algo más clarito que el de su compañera, también ondulado, aunque normalmente solía alisarlo; acompañado de unos ojos marrones del todo normales. Su cuerpo... bueno, ella lo consideraba normal, pero seguía cuestionándose si realmente tenía unas tetas tan llamativas... al fin y al cabo,  sus amigas siempre se lo repetían. Su carácter era... dentro de lo que puede caber, anormal. Sufría bipolaridades casi constantes, era malvada y a la vez cariñosa. Valiente, y a la vez cobarde. Atrevida, y a la vez tímida. Pero había algo que nadie le podía quitar... su pervertida mente. Su nombre era Melisa. 

-UI ARIANA, SIEMPRE CON LO MISMO EH, NO SÉ QUÉ COÑO LES VES A ESOS DOS. IGUAL QUE CON HINATA, NI QUE FUESES LESBIANA MUJER. -Habló el lado agresivo de Melisa. 

-PUES LO MISMO QUE TU A ESA NENAZA RUBIA. -Contestó una Ariana ofensiva. 

-TE DIJE MIL VECES QUE ES UN HOMBRE JODER, UN HOMBRE. TIENE 19 PUTOS AÑOS Y ME LO TIRABA DURANTE TRES NOCHES SEGUIDAS JODER. AAAAAAAF... DEIDARA, TE QUIERO. -Se podía ver a una Melisa con las manos entrelazadas y ojos luminosos, cual soñadora. 

-AG, VALE VALE. DEJO A TU NIÑA EN PAZ SI NO VUELVES A PONER PEGA DE ESOS TRES SEXYS. 

-UFFFF... Trato hecho, está bien, está bien.  

Hubo un largo silencio después de esta discusión que cada día se repetía de forma continuada. Melisa fue quien rompió el silencio: 

-Ariana... ¿por qué no intentamos algún experimento? Ya sabes, eso de poder llevarte a alguna dimensión rara. Quién sabe, a lo mejor acabamos en el mundo de Naruto.  

-Estás loca chica... Cada día me sorprendes más... Solo son dibujos animados, por favor... Además, ¿qué pretendes hacer para viajar a esa dimensión? -Habló una molesta y confusa Ariana. 

-Oh, vamos Ari... Siempre eras tú la que me decías que lo último que había que hacer era rendirse, que no se pierde nada intentándolo... ¿Qué te pasa? Mmm... ¿Recuerdas aquella leyenda que decía que si te metes en el lago de este pueblucho a partir de media noche hasta el amanecer, sin salir del agua ni un solo momento, ocurrirá algo genial? Nunca nadie lo probó, tal vez sea... -Fue interrumpida por su amiga, que parecía furiosa. 

-ESTÁS LOCA, ESO ES SOLO UNA LEYENDA. ADEMÁS, ¿QUIÉN VA A AGUANTAR AHÍ METIDA DE NOCHE SIN SALIR NI UN SEGUNDO? Aunque bien cierto es que la excusa para ir allí es fácil... Bastaría con decir que nos quedamos a dormir con alguien pero... 

-Vamos hombre, estamos en verano, malo será no aguantar. La excusa la tenemos, y nos entretendremos con algo. Por favor, Ariana-sempai... -Dijo esto último Melisa con ojos de cachorrito. 

Hecho realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora