Capítulo Único

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No quería irse a Colombia, pero era lo que su padre deseaba.
Tenía que hacerlo, le tocaba dejar a todos sus amigos y compañeros atrás.

Se despidió de sus compañeros de clase, de sus amigas, de su novio, (aunque Ezequiel no se lo tomó bien)
Pero le faltaba él, le faltaba despedirse de la persona que más echaría de menos.

Se acercó hacia él y le tocó el hombro suavemente, éste se giró y le miró triste, sabía que se iba, pero aún no lo había asumido.

-Zoe...-

-Hola Gabo-

-Te vas mañana...- miró al suelo

-Si...- se apenó

-¿Te parece si pasamos el día juntos?- levantó la cabeza esperanzado

-Claro- sonrió

Salieron del I.A.D. y se fueron al
Hat-Trick.

Estaban pasándoselo realmente bien, era si último día juntos, tenían que disfrutarlo al máximo.

Llevaban aproximadamente una hora en el establecimiento, cuando apareció la persona que el 10 tenía menos ganas de ver en esos momentos

-Zoe, ¿Qué haces con este?- le miró mal

-Ezequiel- se sorprendió la chica

-¿Qué hace Gabo contigo?-

-Estamos pasando juntos el último día que me queda aquí-

-¿Y por qué no me lo dijiste a mí, a tu novio?-

-No tengo tiempo de discusiones-

Cogió a Gabo de la mano y echaron a correr calle abajo hasta llegar a un sitio desconocido para ambos

-¿De verdad le plantaste cara?-

-Eso creo- sonrió

-¿De verdad que quieres pasar tu último día conmigo?- miró al suelo

-Gabo... Lo tengo clarísimo- sonrió

El enganche sonrió y continuaron su camino.
Tras andar unos 25 minutos llegaron a una feria. Ambos tenían curiosidad, sobretodo el 10, pues jamás había estado en un sitio como ese.

-Debe de ser la feria que viene cada año... Con todo lo de Colombia se me olvidó por completo-

-Yo jamás estuve en una-

-Pues ahora sí, y haré de tu guía privada-

-¿En serio? Me agrada mucho tener una guía privada-

-¿Y a quien no?-

                     [...]

-Esto es enorme-

-¿De verdad nunca estuviste en una feria?-

-Nop. Lo más cerca que he estado de una feria fué cuando junto a un amigo montamos un balancín juntando tablas de madera con piedras...
Nos clavamos muchas astillas- río al recordarlo

-Bueno dale, tenemos que subirnos en todo lo que podamos-

-¿A qué esperamos?-

Comenzaron a correr hacia los autos de choque.
Al principio, ni siquiera el 10 pudo arrancar el coche, y su amiga no podía ayudarle debido a su risa por la torpeza de su amigo.

Cuando consiguió arrancar, ambos comenzaron a perseguirse por toda la pista.
Lo mejor de todo fué que pudiera ser un momento olvidaron que era el último día de la rubia; Aún así, ninguno sabía que iban a hacer sin el otro.

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⏰ Última actualización: Feb 24, 2020 ⏰

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¿Y mi beso de despedida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora