BAD IDEA ❀ TaeGi

❀ Chapter 3 ❀

Antes de todo y para aclarar, quiero decirles que los tonos de cabello serán los de la DNA era, por que honestamente, no recuerdo los tonos que les di al comienzo.

Este fallo será arreglado con el tiempo, pero tengan paciencia, que tengo un año sin escribir esto xdxd

—

Al día siguiente, Taehyung se despertó alertado por el sonido de algo cayendo seco en el suelo.

Se quitó las mantas de encima, casi corriendo hasta la otra habitación, abriendo la puerta de golpe.

Yoongi estaba ahí, en el suelo, envuelto como sushi entre las sabanas y mantas, quejándose de dolor pero sin moverse, pareciendo dispuesto a seguir durmiendo.

Y bueno, a Taehyung se le encogió el pecho de ternura.

-Yah, hyung.— musito, tomando al mayor en brazos, sin quitarle las mantas de encima, y dejando su cuerpo de vuelta en la cama.

El pálido, que al parecer empezaba a despertar por completo, zafó uno de sus brazos para cubrirse los ojos, gruñendo.

-Jesus... mi cabeza.

Kim volvió a reír, andando hasta la ventana para cerrar las cortinas, regresando al lado del mayor, que se sentaba en la cama sin abrir los ojos aún.

-¿Le duele mucho, hyung?— cuestiono.— Puedo darle algunas pastillas.

Lo vio abrir uno de sus ojos, sonriendo un poco.

-Me harías un gran favor, Taehyung.— mencionó, tallandose el rostro.— Dios, por favor dime que no hice nada estupido ayer.

-Solo llorar como un bebé mientras te traía en brazos a que te durmieras.

Su rostro se tornó de un tono rojizo, mientras sus delgados labios hacían una línea, viéndose tan tierno que Taehyung estuvo a nada de ir y abrazarlo.

-Yah... l-lo lamento.

Lo vio rascarse la oreja, gesto que siempre hacía cuando estaba nervioso, y que podía mover el suelo del universo de Taehyung.

Recordó cuando solo eran ellos dos en aquella casa, cuando recién se conocían. Cuando podían hablar por horas y horas sin parar.

Suspiro lentamente, diciéndose mentalmente que debía de parar de una vez.

-Ire por un vaso y unas pastillas.— logro musitar,  escapando rápidamente de la situación.

Y como fue dicho, fue hasta la cocina, llenando un vaso con agua y tomando una pastilla para el dolor de cabeza, andando de vuelta a la habitación.

Antes de entrar, tuvo que tomar un par de bocanadas de aire, sin saber porque su corazón latía con rapidez.

-Aquí está, hyung.— mencionó.

Yoongi sonrio ampliamente, asintiendo mientras se apresuraba a tomar la pastilla, suspirando un poco.

-El día está algo nublado.— mencionó.— Y es el primer fin de semana que paso sin Jimin desde que comenzamos la Universidad.

-Es el primero que yo tengo sin Jungkook. Es raro. Solíamos tumbarnos a ver a tipos jugando algún juego de moda.

El peligris observó al pálido, pensando.

Si bien, lo había llegado a conocer demasiado, ahora tenía pocos hilos de los cuales tirar para que aquellas dos semanas no fueran tan complicadas.

Pero, aún si se volvían las personas más alejadas de todo el mundo, siempre había algo que lograba unirlos.

-¿Y si vamos de compras?— mencionó.

Su gusto irremediable por la ropa y accesorios nuevos.

Vió como a Yoongi se le iluminaban los ojos, observándolo en un intento de calmar su emoción, asintiendo al cabo de cortos segundos.

-¿Al comercial del centro?

-Salimos de aquí en quince minutos.

Ambos sonrieron ampliamente, levantándose de la cama. Yoongi andando al baño para tomar una ducha y Taehyung a su ropero para cambiarse.

Antes que Jimin y Jungkook llegasen a sus vidas, ambos solían tardar horas y horas comprando cosas, o simplemente viendo. La pasión que sentían por las telas, anillos y perfumes era increíble.

Y, tal y como lo habían acordado, quince minutos más tarde estaban andando hacia afuera de la casa. Taehyung encendió su auto, y Yoongi ocupó el puesto copiloto.

Al llegar al centro comercial, de inmediato comenzaron a andar de una tienda a otra, probando conjuntos y oliendo algún perfume.

Pese a que sus estilos eran distintos, se ayudaban a elegir entre alguna prenda u otra. Pues a Yoongi le gustaban las cosas holgadas, mientras que Taehyung amaba los pantalones de vestir con alguna linda camisa.

Al rededor de tres horas más tarde, fueron a ver un puesto de accesorios, donde Taehyung compró un collar para Jimin, alegando que seguro se le vería muy lindo, y sería una grata sorpresa para cuando volviera de Busan.

Justo cuando estaba agachandose para ver alguna vitrina, Yoongi tomó su mano, tirando un poco de esta.

Lo observo unos segundos con sorpresa al notar que le ponía un anillo.

-Dios, está muy cool, ¿no?— mencionó.— Vienen en par.— aclaró, mostrando que tenía entre sus dedos uno similar.— Y estaba pensando en que debemos de volver a ser amigos.

Lo observo.

-¿Dejamos de ser amigos? Pensé que seguíamos siendo amigos. Es lo que dijiste cuando empezaste a salir con Jungkook.

Los dos se vieron a los ojos, mientras una sonrisita amigable se instalaba en los delgados labios de Yoongi.

-De acuerdo. Eramos amigos. Pero hay que volvernos mejores amigos.— mencionó, riendo.— Y este anillo será nuestro símbolo de amistad. Si te quitas el anillo, dejas de ser mi amigo, ¿oíste?

El de cabello grisáceo trató de reprimir la sonrisa de idiota que anhelaba asomarse por sus labios. Y es que, Yoongi tratando de lucir amenazante, era similar a un dulce gatito.

-De acuerdo. Jamás me lo quitaré.— mencionó.— Y tu tampoco te lo quites, Yoongi.

La falta de honoríficos causó un leve escalofrío en el de menor estatura, que consiguió mostrar una pequeña sonrisita.

-De acuerdo. Es una promesa.

Y esta vez mostró su sonrisita de gomita, haciendo que el corazón ajeno se acelerase. 

Pensó en que, tal vez era hora de olvidar lo ocurrido, y regresar a aquella buena amistad que había tenido con su hyung.

Era lo mejor. Por Jeongguk, por Jimin.

Y por ambos.