Parte 1

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No quería ir a la escuela hoy, estaba enferma y simplemente no quería soportar a los maestros y sus clases de mierda. Estudiaba en una escuela privada pero seamos honestos, esa escuela era una porquería. Llevo años en esa escuela y nunca sentí que valía la pena... Hasta que llegó él.
Cada vez que recuerdo cómo nos conocimos no puedo evitar sonreír, éramos pequeños pero aún así sabíamos que hacíamos, sin embargo seguíamos siendo unos niños estupidos que no pensaban más que en jugar y divertirse, sin preocuparnos del futuro. Recuerdo perfectamente su expresión, sonreía al ver como todos nos presentábamos en la primera clase pero cuando llegó su turno pude ver el nerviosismo que sentía. Su nombre era extraño, nunca lo había escuchado pero eso no significaba que me desagradará ese nombre de tan solo tres letras. Cuando se sentó no pude evitar pensar que quería ser su amiga, quería ser cercana a él, a pesar de estar nervioso al presentarse hacía bromas y eso me pareció... Tierno? Gracioso? Hasta ahora no se realmente que me hizo sentir.
Recuerdo que comenzamos a platicar y nos hicimos amigos, tal vez no fue al instante pero aún así mi esfuerzo no fue en vano. Con el tiempo nos volvimos mejores amigos, hacíamos llamadas hasta las altas horas de la noche, nos pasábamos casi todo el dia juntos, nos sentábamos cerca del otro para así platicar en la aburrida clase de Física o matemáticas. Todo en cierto punto era "perfecto", todo tranquilo, nosotros felices y sonriendo siempre. Nos preocupábamos cuando uno de nosotros no estaba sonriendo y dábamos palabras de apoyo aunque no fuéramos buenos en eso, ninguno de los dos lo era.
Solo había un pequeño, fino y liviano árbol en el camino que nos impedía seguir pero que podríamos mover y seguir adelante y era el no sentir amor, de ningún tipo que no fuera amistoso o de hermanos. No teníamos reglas en nuestra amistad pero eso era algo que los dos sabíamos que no debía pasar, regla que sin poder evitar rompí. Intenté pasar por encima del árbol y tropecé, callando al piso y viendo como él se alejaba de mi lado y desaparecía del camino caminando al lado de otra chica mientras reían y disfrutaban de la compañía ajena.
Cada vez que recordaba el inicio de nuestra amistad terminaba sintiendo un dolor agudo en mi pecho, a pesar de que sabía que el corazón no es el que nos da los sentimientos, sino es el cerebro, aún así sentía el dolor punzante y desagradable que no me dejaba dormir y me hacía derramar una que otra lagrima.
El por qué nos alejamos fue algo absurdo para él pero importante para mí, hasta el día de hoy seguimos en el mismo salón pero no nos hablamos en absoluto. Me quedo sentada en mi silla en la parte de atrás del salón mientras a él lo veo en la parte de adelante sonriendo y riendo al lado de una chica, la cual es mi amiga. Ahora ella es su nueva compañera, amiga y hermana mientras yo me quedé sin nada.
Como dice mi madre y abuela: "comen pan enfrente de los pobres"
Iba hacia la escuela con mi padre manejando mientras me llevaba a esa escuela de mierda que, aunque le costará pagarla de vez en cuando, se sentía orgulloso de que pudiera tener una educación "digna". Me despedí de él y entré a la escuela mientras veía mi teléfono, respondiendo uno que otro mensaje cuando choco con alguien, levanto mi cabeza y lo veo a él. Ambos estábamos igual de sorprendidos que el otro pero la primera en hablar fui yo.

•L-lo siento!

No pude evitarlo y corrí hacia los baños, me encerré en uno de los cubículos de los baños y tapé mi boca mientras sentía las lágrimas caer por mis mejillas, verlo de nuevo cara a cara hacia que mi corazón se acelerará, tal vez de felicidad, nerviosismo o dolor. Lo único que sabía y entendía era que lo extrañaba demasiado pero era algo que no podía decir, de todas maneras ya tenía a alguien que lo hiciera reír y no era yo.
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No se si lean esta historia pero aún así planeo seguirla ^^

Mi corazón siempre ha sido tuyo aunque no lo creasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora