Ren se ofreció a llevar a Kyoko a casa cuando estuviera lista, ahora él era quien estaba nervioso, no era lo suficientemente tarde para que los dueños del Daruma estuvieran durmiendo, en especial después de la noticia que habían dado en televisión solo dos horas atrás.
—¿Algo te preocupa? —preguntó Kyoko.
—Solo estoy pensando en que debería presentarme de manera formal ante los dueños, después de todo ellos son como tus padres.
Kyoko se sonrojó al escuchar lo que Ren le había dicho, porque era cierto. Desde el día en que empezó a trabajar ahí, ellos la habían tratado muy amablemente y después de que abandonó el departamento de Shotaro, ellos la recibieron como a una hija; esa pareja ciertamente eran como sus padres.
—Además no estoy muy seguro de que le agrade al dueño —dijo Ren, con el ceño fruncido.
Kyoko se rió al imaginar que ese hombre podía tener miedos tan curiosos como desagradarle a una persona en específico, aunque tuviera sus razones.
—Por favor no te burles de mí, presentarme ante ellos es mucho más aterrador que cualquier entrevista en la que haya estado —la voz de Ren tembló, recordando la noche en que acompañó a Kyoko a casa y el señor le dio pescado para que comiera... aquello si había sido aterrador en muchos sentidos. No le comentó nada sobre eso porque estaba seguro de que se burlaría de él.
Cuando Ren estaciono el auto en la acera, estaba seguro que moriría metafóricamente aquella noche, ya que a pesar de que el local estaba cerrado, las luces aún estaban encendidas. Kyoko entró en el restaurante y Ren la siguió, para su sorpresa los dos dueños esperaban en la barra y el jefe estaba afilando uno de sus cuchillos; en cuanto los vieron el ceño del jefe se volvió más profundo y un aura asesina comenzó a formarse a su alrededor.
—Estoy en casa —dijo Kyoko y se estremeció al darse cuenta de la actitud del jefe; a sus espaldas Ren se esforzaba por ocultar lo nervioso que estaba.
—Bienvenida a casa —respondió Okami-san, pero esa mujer tampoco podía quitarle la vista de encima a Ren.
—Es un gusto verlos de nuevo —dijo Ren y sonrió tan genuinamente como pudo.
El jefe dejó de afilar su cuchillo y apuntó hacia donde se encontraba el actor.
—No me agradas —fue lo único que dijo.
A Kyoko se le escapó una risa nerviosa y tomó la mano de Ren.
—Supongo que vieron el programa —ella también se estaba preocupando.
—¿Entonces es cierto lo que Tsuruga-san dijo en televisión? —preguntó Okami.
Ninguno de los dos jóvenes se había movido de la puerta y se miraron mutuamente, era obvio que no iban a mentirle, pero aun así...
—Si, es verdad lo que dije en el programa. Kyoko es mi novia —dijo Ren finalmente; en esos momentos se sentía como si estuviera revelando que había hecho algo indebido y por la expresión del jefe supo que estaba en problemas.
—Toma asiento —Okami-san también comenzaba a actuar extraño. No es que a ella le desagradara el actor, en realidad le gustaba mucho su trabajo; pero una cosa era eso y otra muy diferente que le dijera que estaba enamorado de la pequeña Kyoko.
Las piernas de Ren temblaban cuando logró llegar al lugar que le indicó la mujer. Mientras tanto el jefe había comenzado a afilar un cuchillo más grande.
—Me gustaría decir algo —comenzó Ren, pero la señora no se lo permitió.
—Eres el novio de Kyoko-chan —eso era una afirmación, no una pregunta pero Ren se vio en la necesidad de responder.
—Si
Kyoko se había sentado cerca de él y se sonrojo un poco porque la hacía muy feliz escuchar la palabra novia en los labios de Ren.
—Eres cuatro años mayor que ella ¿Eso no será problemático?—Okami-san estaba preocupada por eso, ya que al ser mayor seguramente tendría más experiencia de vida en muchas cosas y no quería que obligará a Kyoko a hacer algo impropio de una jovencita. Y, aunque no estaba equivocada en eso, Ren jamás sería capaz de hacer algo en contra de la chica.
El actor sabía que por lo menos a esas dos personas debía contarles la verdad, una verdad a medias pero la verdad.
—En mi corazón no hay duda alguna de que es ella a quien amo. En realidad, hace algunos meses descubrí que ella y yo nos conocimos en nuestra infancia; creo que desde ese momento yo comencé a tener sentimientos hacia ella; sentimientos que se cosecharon por varios años, hasta volver a encontrarla y descubrir quién era ella. En ese momento el sentimiento de amor explotó en mi pecho y por mucho tiempo traté de reprimirlo —la voz de Ren era tranquila al hablar— pero al final no pude hacerlo y tuve que dejarlos salir y expresárselos.
Los ojos del jefe se habían abierto bastante al escuchar la melosa confesión del joven y dejó el cuchillo sobre la mesa.
—Si Kyoko-chan siente lo mismo que tú, no voy a interferir —lo miro por medio segundo y volvió a tomar su cuchillo— pero sigues sin agradarme y si algún día haces llorar a mi pequeña —el filo del cuchillo rozó la nariz de Ren y un sudor frío recorrió su espalda— voy a cortarte en pedazos y servirte a los perros.
—Querido, no seas tan brusco con el chico —Okami-san trataba de calmar las cosas, pero había algo en su postura que indicaba que estaba de acuerdo con su esposo.
Ren sonrió tan ampliamente que se sorprendió a si mismo, la pareja acababa de decirle que estaban de acuerdo en que saliera con Kyoko, aunque estaba bajo amenaza.
—Entonces permítanme presentarme formalmente ante ustedes —dijo Ren e hizo una pequeña reverencia— mi nombre es Ren Tsuruga y soy el novio de Kyoko.
Lo invitaron a cenar y él no pudo rechazar la oferta, ante él estaba un nuevo plato de pescado y agradeció que había investigado y practicado como comerlo adecuadamente desde la última vez que había ido a ese lugar; comió bajo la antena mirada del jefe, el cual no podía evitar seguir sintiendo cierto desprecio hacia el actor. Cuando "la prueba" terminó Ren se sentía más tranquilo que antes y dijo que era demasiado tarde para estar en casa de su novia (aunque a penas serían las once de la noche), así que se despidió y prometió y por Kyoko al día siguiente para ir juntos al set de grabación, el cual sería una verdadera universidad porque grabarían unas cuantas tomas en los jardines y la cafetería.
Kyoko lo acompaño a su auto y se despidió de él con un beso en la mejilla.
—Creo que las cosas salieron bastante bien —murmuró y volvió a entrar a su casa.
Ren tardó unos segundos en subir al auto y tocó su mejilla para recordar la sensación de los labios de Kyoko sobre su piel. No podía estar mas de acuerdo con ella.
Cuando Kyoko volvió a entrar los dueños seguían esperándola.
—¿De verdad estás enamorada de ese hombre, Kyoko-chan? —preguntó Okami-san, ya que ella siempre creyó que había algo entre Sho y ella. Kyoko se sorprendió por la repentina pregunta.
—Sí, a mi me gusta mucho Tsuruga-san —en su voz no había espacio para la duda— no me importa que sea un poco mayor que yo.
—¿Y qué hay de Sho-kun?
La expresión de Kyoko se agrió y entendió a donde quería llegar la dueña.
—A mi no me gusta Shotaro. Él sigue entrometiendose en mi vida sin que nadie se lo pida, eso es desagradable.
Los dueños sabían porque Kyoko se había mudado con ellos en primer lugar, pero ambos pensaron que ella y Sho se habían reconciliado, debido a todas las veces en que él fue a visitarla.
—Como dijo mi esposo, solo queremos que seas feliz. Pero debes tener cuidado con ese hombre, ha vivido más que tú y seguramente tiene experiencia.
Kyoko sonrió al recordar lo inocente que podía llegar a ser Ren en ocasiones, pero no se los mencionó a los dueños, simplemente asintió y dijo que iría dormir.
Ren volvió a encender su teléfono, lo había apagado antes de llevar a Kyoko a casa porque no quería que el presidente o Yashiro fueran inoportunos e hicieran una llamada mientras hablaba con los dueños. Como sospechaba había tres llamadas perdidas de Yashiro y diez del presidente, decidió que era más importante llamar a su manager primero y pulso su nombre en la pantalla.
Yashiro contesto de inmediato
—¿Dónde te habías metido Ren? —Yashiro sonaba algo nervioso, pero nada fuera de lo común.
—Fui a dejar a Kyoko a su casa y a presentarme ante los dueños del Daruma —explicó Ren— ¿Ocurrió algo?
—Solo quería decirte que tu noticia tuvo un buen efecto con el público y la prensa. Hasta ahora no hay nada.
—Yashiro, te conozco bien. No llamaste por eso.
Tras unos segundos de silencio Yashiro comenzó a gritar como una chica emocionada.
—¡No puedo creer que en verdad anunciaras tu noviazgo con Kyoko-chan de esta manera! ¡Es simplemente fabuloso!
Ren se rió de la actitud de su amigo, siempre lo había molestado con eso y ahora que todo el mundo sabía de su noviazgo no esperaba otra cosa mas que siguiera molestándolo y haciendo preguntas inapropiadas.
Con el presidente
Lory estaba bastante sorprendió porque Ren no le había dicho nada al respecto sobre cómo revelar la información, debido a que era un enorme paso en la vida del actor, dentro y fuera de la pantalla.
Había querido contactarlo, pero como no contestaba decidió que lo mejor era dejarlo solo. Poco después a su mente acudió la imagen de Kuu, tal vez, por algún loco motivo él había visto el programa y eso significaba que estaría esperando, aún más ansioso la vuelta de su hijo a casa.
A la mañana siguiente.
Ren y Yashiro pasaron por Kyoko, justo como acordaron la noche anterior.
—Buenos días Kyoko-chan. Hoy voy a acompañar a Ren al set de grabación, espero que no te moleste.
—Para nada —aseguró Kyoko, la cual se veía igual que siempre y los hombres imaginaron que se arreglaría una vez llegada a la locación.
Yashiro hacía muchas preguntas sobre su relación y mientras más respondían, más roja estaba la pareja, así que decidió cambiar de tema para que pudieran concertarse al llegar.
Justo como Yashiro predijo todo el mundo estaba observando a los dos actores, murmuraban y los señalaban. La única que no se comportaba diferente era Marumi, la cual se acercó con naturalidad a su amiga y la saludó como si fuera cualquier día, para después felicitarlos por su noviazgo; gracias a ese gesto todo el mundo volvió a lo suyo y otras personas se acercaron para saludarlos.
Kyoko no podía dejar de sentirse abrumada por recibir tanta atención por parte de todo el equipo, aunque debía admitir que disfrutaba de poder tomar la mano de Ren en público sin que nadie sospechara al respecto.
Como siempre Sho llegaba unos minutos tarde y cuando vio a las personas rodeando a la pareja se sintió aun mas enfadado. Durante toda la noche no había dejado de pensar en eso, pero ya que Shoko lo había encerrado en su habitación y robado su teléfono y control remoto él no había podido acercarse a Kyoko, pero ahora que estaban en el mismo espacio iba a exigir respuestas, sin importarle en absoluto que Ren estuviera ahí.
Shoko estaba preocupada de que Sho llegará a hacer algo que perjudicaría la imagen del cantante al acosar a la novia de un actor famosos, si se sentía feliz por Kyoko, ya que la chica le agradaba bastante y por eso estaba tratando de evitar que Sho se enfrentara a ella; lamentablemente jamás considero que se verían para seguir grabando el drama.
—¡Sho, compórtate! —gritó, pero él ya estaba fuera de su alcance.
Claramente Ren vio venir a Sho directo hacia ellos y estaba seguro del motivo, así que dio un paso al frente y cubrió a Kyoko con su cuerpo.
—Fuwa-kun, buen día —en el rostro de Ren había una sonrisa caballerosa que no indicaba lo molesto se sentía al ver a ese tipo acercarse a su novia.
—Apártate —la hostilidad con la que Sho habló, hizo que todas las personas se evaporaran, a excepción de Yashiro, él no iba a moverse de su lugar.
—Temo que no puedo hacer eso, no voy a permitir que te acerques a mi novia— hizo énfasis en la palabra novia, lo cual no ayudó a que Sho se tranquilizara.
Kyoko salió de detrás de Ren, ella no era la misma chica débil que no podía defenderse; a pesar de eso tenía entre sus dedos la manga del abrigo de Ren, para recalcar que estaban en una relación.
Al verlos de esta manera Sho estiró su mano para obligarlos a apartarse, pero ese gesto desató algo de la bestia interna de Ren, el cual sujetó su mano antes de que se diera cuenta y lo empujó hacia atrás para alejarlo de Kyoko; la chica se dio cuenta de eso y apretó con fuerza su mano para lograr tranquilizarlo.
—Tu no puedes ser la novia de este sujeto —dijo Sho, desde el lugar al que Ren lo había mandado
—Yo puedo salir con quien se me dé la gana. Ya te lo dije, yo no soy de tu propiedad —Kyoko habló lo suficientemente claro para que el cantante lo entendiera.
Sho estaba enojado y celoso, muy celoso de que fuera precisamente Ren quien le arrebataba a Kyoko definitivamente, aunque aún había una carta por jugar.
—Kyoko, tu me gustas —lo dijo tan sinceramente como su corazón se lo permitió, era lo que en verdad sentía— ¿No es eso lo que siempre quisiste escuchar?
La expresión de Ren era indescifrable, ya había deducido aquello pero que lo dijera en voz alta provocaba en él una sensación desagradable y ganas de darle un buen golpe en la ingle; no tuvo que hacer nada de eso porque Kyoko se le adelantó y le planto un buen golpe en la espinilla, que hizo a Sho caer al suelo.
—¿Qué clase de chica crees que soy? ¿Crees que por decir esas palabras acudiré a tus brazos como una tonta? —Kyoko se sentía ofendida de que Sho dijera aquello, no soportaba esa actitud suya de arrogancia que había tenido desde niños. Por su parte Ren se esforzaba por no sonreír.
Sho la miraba desde el suelo y en ese momento comprendió que en verdad, nada de lo que llegará a hacer lograría cambiar lo que Kyoko sentía por Ren.
—Tuviste tu oportunidad de estar a su lado y la desperdiciaste como un verdadero patán. Ahora aléjate de mi representado y Kyoko-chan—esa amenaza la había dicho Yashiro, el cual se veía más frío que un bloque de hielo.
—Sho, por favor aléjate de Kyoko-chan, debemos ir a trabajar —Shoko se llevó a un helado Sho del lugar donde se encontraban los miembros de LME.
Sho tenía el corazón y orgullo rotos, porque acababa de perder ante Ren y además acababa de perder a Kyoko definitivamente.
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Secretos del pasado
FanfictionEl pasado de Ren por fin lo ha alcanzado, ¡Tina está en Japón! Ahora él se verá obligado a enfrentar todo, lo que incluye revelarle toda la verdad Kyoko. Su historia de amor comienza a avanzar y será un remolino de emociones.