Era una tarde de Julio en la que nacía una criatura, un bebé de esos rechonchos tan feos como cualquier otro, nunca olvidaré las palabras de mi abuela cuando me dijo que todos los bebés son feos al nacer, salvo cuando llevan tu sangre. No hay mucho sobre este niño, su nombre era Raegar y vivía en un poblado y aunque el mundo prefiera la comodidad de una ciudad ese contacto con la naturaleza y esa facilidad para sentirte aislado del mundo le sanaba, en la ignorancia reside la felicidad, dicen.
Raegar nunca ha sido especial en nada, no era el mejor estudiante, tampoco la persona de mejor comportamiento, ni tan siquiera rico o atractivo, pero habían dos cosas que hacían especial a este jovencito del que hablamos, una de esas cualidades eran sus férreos ideales, pensamientos nobles y justos que anhelaban un mundo mejor el cual, iba a esforzarse en conseguir o al menos... Arreglar ligeramente las cercanías, lo malo de la infamia es que tú producto no llegará a todo el mundo.
Infancia típica de un niño infame, bullying que empezó en primaria y continuó hasta secundaria, desde humillaciones a palizas, perdonadme, no solo eran en clase pues en el poblado el sino de este niño era el mismo, siempre lo han tratado como un ser diferente y nunca llegó a comprender por qué.
¿Qué hace a este niño diferente a los suyos? Vivimos en el mismo lugar del mundo, nos conocemos desde que somos pequeños, ¿qué había en su vida que marcara la diferencia? Muchas preguntas para tan solo un niño.Explicaciones cortas a trozos para hacer más ameno el conocimiento de este joven, hijo de un hombre volcado en el alcohol y el machismo, si le dieran una moneda por cada pelea, conflicto o las veces que ha tenido que defender a su madre de aquel hombre probablemente no sería tan infame y esta historia si hubiera dado la vuelta al mundo. Su madre por el contrario, fingía un trato cordial dentro del odio, porque adoraba a su marido pero odiaba a su hijo por nuevamente, algo que se desconocía.
También había un hermanastro, por lo visto su madre tuvo un hijo antes de contraer matrimonio con aquel despojo humanoide, Brennt era el nombre de dicho hermanastro, un ser fuerte y déspota que siempre menospreciaba a Raegar, siempre lo trataba como si no sirviese, como si hubiese sido un error de la naturaleza, aún recuerdo que el fue quién comenzó el maltrato en el poblado.Raegar cómo podemos imaginar, ha tenido tantos momentos de entereza y fortaleza como los ha tenido entre angustias y lamentos, curiosamente en la vida de Raegar, nunca pasaba nada bueno y cuando sucedía, implicaba un coste demasiado alto para un niño despojado de amor que solo conocía el trato del odio frente a unos ideales cada vez... Más olvidados y taciturnos.
Sin embargo sus abuelas siempre quisieron a este niño, sentían un amor incondicional por el — Tu serás un gran hombre, estamos seguras de ello, Raegar — Pronunciaban con la sonrisa más sincera y preciosa que haya conocido el ojo humano, con sed de sentirse orgullosas de aquello que profetizan pero como ya narré, siempre que algo bueno sucedía en la vida de Raegar conllevaba un coste y teniendo once años, en sexto de primaria, la madre de su madre falleció.
La mente de ese chiquillo enloquecía y se llenaba de pensamientos erróneos y contradictorios, ¿era justo para aquel niño de once que el destino le quitase una de las dos personas que consolaban su mundo? Antes de que penséis en si era justo o no, permitidme deciros que así era el enlace del destino entre la suerte del niño y la unión de ambas abuelas en su amor por este, que antes de pasar un año ya murió la madre de su padre.Raegar, despojado del único amor que existía en su mundo, comenzó a sumirse en pensamientos oscuros, no miraba por su bienestar, no cuidaba su imagen tampoco, no le importaba estar limpio o sucio, era un lamento con la apariencia de una persona, la cual caminaba entre clavos a pies descalzos esperando el momento en el que tras tantos cortes, cayese en desgracia.
El tiempo fue avanzando y Raegar seguía encerrado en su habitación como cada día, dieciséis años tenía la criatura y ya había pasado por nuevas experiencias, conoció a una mujer que le utilizó, luego a otra que le utilizó y luego a otra que para nuestra sorpresa, le utilizó.
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El bucle del contrarreloj.
WerewolfNo me importa cuanto hayas esperado pero ahora estoy aquí y sabes que soy el líder legítimo de nuestro mundo. Y lamento la desdicha de aquel que ose interponerse en cualquier momento de mi camino.