Calamity ||KidouxFudou|| KDFD ||

Calamity

"Han pasado dos semanas", pensó Kidou mientras yacía en la cama. Dos semanas desde que Fudou comenzó a actuar de manera extraña. Durante dos semanas, cada noche, Kidou miraba el techo, tratando de descubrir qué demonios le pasa a Fudou. Apenas lo ve ahora. Él siempre llega tarde a casa, agotado y molesto. Él se queja mucho. Bueno, más de lo que usualmente hace. Una vez, tropezó con el umbral y comenzó a discutir con Kidou por eso. ¡Como si fuera su culpa que Fudou no estuviera prestando atención! Kidou sabía que Fudou puede ser infantil a veces, pero esta vez era otra cosa. Era como si Fudou lo estuviera evitando deliberadamente.

Kidou miró a su compañero, que estaba durmiendo junto a él, se volvió hacia la pared, de espaldas a Kidou. ¿Qué pasa con Fudou? ¿Es algo con trabajo? No, él se lo habría dicho, o lo habría sabido ya que ambos trabajaban en la compañía de Kidou. Entonces, ¿es algo relacionado con los amigos? Kidou intentó imaginar cualquier situación que involucrara a amigos donde Fudou sería tan silencioso. Él no podía pensar en nada de eso. Fudou, bueno, no es la persona más amigable, y no le importan demasiado los amigos. Bueno, al menos, él no lo muestra. Además, Kidou conocía a todos los amigos de Fudou. No había escuchado nada de Sakuma o Genda, por lo que tachó esta razón en su lista también.

Entonces, ¿qué ha pasado con Fudou? Kidou comenzó a masticar la uña en su dedo medio, una mala costumbre que casi logró superar. Desafortunadamente, cuando llegaron los tiempos de problemas graves, Kidou todavía tenía el hábito de masticar las uñas. Y esta situación era más que un simple problema.

¿Lo estaba engañando? ¿Es por eso que lo está evitando? Eso no puede ser posible, ¿verdad? Kidou frunció el ceño. Eso simplemente no puede ser, solo está siendo paranoico. Debe ser otra cosa. Kidou dejó escapar un pequeño suspiro mientras tomaba una decisión.

Durante dos semanas, ha estado en silencio. Esperando a que Fudou se abra a él y hable sobre sus problemas. Eso usualmente fue el truco. Pero no esta vez. "¿Por qué?" Kidou se estaba preguntando y decidió preguntarle a Fudou por la mañana, cuando se despierte.

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Pero al día siguiente, Kidou se despertó solo en su cama. Mientras caminaba hacia la cocina, todavía un poco mareado por el sueño, notó un pequeño trozo de papel en el mostrador de la cocina. Él lo levantó mientras lo leía.

"Llamada urgente del trabajo. Trabajaré hasta tarde. No esperes con la cena F."

"Bueno, un poco duro, ¿no?" Murmuró Kidou para sí mismo mientras tomaba una taza del armario para hacer un poco de café. No es como si esperara un "te amo", o algo así, Fudou no era así. Aún así, han estado viviendo juntos durante casi dos años, y esta nota rápidamente raspada era un poco demasiado lejana para Kidou. Estaba seguro de que algo estaba sucediendo, pero no se dejaba pensar demasiado, o terminaría pensando en ello todo el día, y eso no ayudaría nada. Le preguntaba a Fudou sobre su comportamiento justo después de que regresara, decidió mientras la máquina de café comenzaba a traquetear.

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La puerta de entrada se cerró con un fuerte golpe, señalando la llegada de Fudou. Kidou reprimió un suspiro y se dijo a sí mismo que Fudou estaba, una vez más, más molesto que de costumbre. Miró el reloj y decidió no culpar al pobre tipo ya que, según el reloj, Fudou se ha quedado en el trabajo dos horas más de lo que debería haber estado. Bueno, si estaba trabajando, una pequeña voz dijo en la mente de Kidou, pero él trató de ignorarla.

"¿Estás en casa?", Preguntó Kidou mientras Fudou entraba a la cocina, donde Kidou estaba preparando la cena.

"¿Qué piensas?" Gruñó Fudou y se pasó una mano por el pelo. Los ojos de Kidou brillaron con dolor por un momento, pero él no respondió. Silenciosamente apagó la cocina y comenzó a llenar dos tazones con carbonara recién cocinada. Los llevó a la mesa y golpeó a uno de ellos frente a Fudou, que estaba a punto de sentarse. Fudou se detuvo en medio del movimiento, mirando a Kidou atentamente. No hubo palabras habladas; solo se podía escuchar el desorden de plástico.