Al inicio de su relación, todo era perfecto.
Tanto el medio albino como el explosivo rubio se amaban con la intensidad de sus almas, nadie tenía dudas de ello.
Eran una pareja normal, se preocupaban el uno por el otro, se visitaban, respetaban, amab...
Todoroki caminaba hacia su salón con un inusual sonrojo en sus mejillas, su novio le había enviado un adorable mensaje de buenos días que le había derretido el corazón por completo. Era una extraña mezcla de emociones las que sentía cuando se trataba de Katsuki, ese chico lo traía completamente indefenso.
Al entrar a su salón, estaba casi vacío, como de costumbre era de los primeros en llegar. Sólo estaba en su asiento Momo-san hablando con Iida y Kouda, nada de otro mundo. Les saludó como todos los días y fue directo a su sitio, dónde revisaría el nuevo mensaje de Bakugo.
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Realmente Shōto no estaba ignorando a su novio, sólo era distraído y no creía que fuese de vital importancia responderle de inmediato, quería hacerlo con calma. Esperaba que el rubio no estuviese molesto desde tan temprano.
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Y unos minutos después de leer el mensaje, entró el rubio de manera estruendosa por la puerta, cualquiera diría que estaba siendo agresivo, pero Todoroki veía la sonrisa ladeada del rubio. Esa sonrisa que le decía "Llegó Papi, sé un buen niño". Una sonrisa que –tomando en cuenta la situación familiar de Shōto– le heló la sangre.
Bakugo se acercó a la mesa del bicolor y tomó bruscamente las mejillas del chico para así besarle en la frente, generando un sonrojo en las mejillas de su bebé y una mirada llena de celos por parte de la ex-novia del heterocromático.
—¿Dormiste bien, imbécil? —Preguntó el rubio mientras acercaba una silla a la mesa de su novio para quedarse hablando con él hasta que llegara su profesor.
—Sí. ¿Y tú? —Como siempre, Shōto no era muy conversador. Cualquiera creería que los insultos por parte de su novio le molestarían, pero no era así. Conocía a Bakugo, sabía que era hostil por naturaleza, así que no lo tomaba como algo personal.
—Dormí bien. —Seguido de ésto, el rubio tomó las manos de su novio y le habló con dulzura.— ¡Adivina! Voy a llevarte a pasear hoy después de clases, así que, ponte un bonito sweater que combine con tu bonita cara y déjame secuestrarte por una hora.
Todoroki asintió con una leve sonrisa, era tan romántico que sentía que podría comérselo a besos, pero eso no sería posible debido a que llegó Aizawa y tuvieron que comenzar con sus clases regularmente, aunque lógicamente iría acompañada de millones de miradas pícaras entre el chico de doble quirk y el de quirk explosivo.
Durante el resto del día, no se dirigieron la palabra, no eran de esas parejas que necesitaban estar pegadas todo el día. Así que, el rubio pasó su día normal con Kirishima y Denki, mientras que el bicolor pasó el suyo con Midoriya e Iida.
Fue un día normal para ambos, con una que otra cosa fuera de lo común, como las reacciones de sus amigos al contarles de la nueva relación que ahora mantenían. Cuando Todoroki les contó a Izuku e Iida, pudo notar como la mirada del pecoso se oscurecia, era obvio que la noticia no le agradaba en lo absoluto.
—Él va a hacerte daño, eres demasiado bueno para un monstruo como Kacchan.
—Bueno, yo creo que él no va a hacerme daño si realmente me quiere. —Habló Shōto con voz tímida, no quería replicarle a Midoriya. Él ya había estado en una relación con Katsuki y al parecer no había terminado nada bien.
—Piensa lo que quieras, pero cuando vengas arrastrándote llorando hacia nosotros. Te recordaré que te lo dije.
Era desagradable, Izuku estaba siendo realmente duro, daba algo de miedo. Estaba claro, no volvería a soltar comentarios sobre su relación con tal de evitar poner a su amigo de esa forma. No le gustaba para nada el aura del pecoso.
En cuanto el chico de quirk dual pudo estar en su cuarto, tomó una ducha para quitarse cualquier olor a sudor que pudiese tener. No sabía qué ponerse, y eso lo traía ansioso, ¿cómo debía vestirse para salir con su novio? Daba igual, ¿no?
«¡No, Shōto, no da igual!»
Se dijo a sí mismo abofeteandose mentalmente, debía lucir decente y bonito para Katsuki. Éste le había dicho que se pusiera un sweater y así lo haría, utilizaría el sweater negro que Momo adoraba.
Se vistió, pasó cerca de 1 hora arreglándose, entre perfume y nervios, sintió como alguien golpeaba su puerta, sabía quién era. Abrió la puerta con el corazón latiendo a mil por hora, entonces vió aquella sonrisa confiada y esos ojos llenos de amor que lo observaban fijamente.
—¿Y bien, chico lindo; nos vamos?
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AYUDAAAAAAA. QUERÍA SUBIR ESTO AYER, PERO ME DORMÍ, LO SIENTO MUCHO. Bueno, me gustaría subir capítulo de este fic los fines de semana, tengo más tiempo y por lo general estoy más tranquilo. También me gustaría hacerlos un poco más largos, porque suelo quedarme trabado en una sola escena y la describo demasiado, estoy tratando de poner más narración y menos descripción. Quiero ser lo más dinámico y completo posible al mismo tiempo.