Adrien estaba en su asiento mientras oía la conversación de Alya y Marinette.
-Eres muy débil amiga.
-¡No soy débil! Es sólo.... es sólo que nunca tuve novio y no se como debo actuar.
Adrien levantó las cejas con sorpresa.
¿Cómo es que los parsinos eran tan tontos y no iban por Marinette?
-Haré como que te creo, mejor me voy al baño.
La morena se fue, dejando sola a Marinette, y sólo a Adrien con Marinette.
El chico se volteó mientras Marinette susurraba quien sabe que insultos hacía Alya.
-¿Es verdad qué nunca tuviste novio?
Preguntó de forma directa y ella se sonrojo por ser oída y asintió mientras Adrien parecía pensar algo.
Al parecer a Marinette le gusta alguien y el como buen amigo sólo puede hacer una solá cosa.
-Si no te declaras a la persona que te gusta por falta de experiencia ¿por qué no practicas conmigo? Yo ayudare con gusto.
Marinette cerro los ojos ligeramente.
¿En verdad estaba pasando éso o era un sueño?
Se pellizco disimuladamente y dolió así que no era un sueño.
-Vamos Marinette, acepta. Será divertido.
Dijo el rubio con ojitos de cachorritos y la azabache se tocó el pecho con espanto y se hizo hacía atrás con el rostro sonrojado.
¿Cómo es que Adrien descubrió su debilidad?
-¿Marinette?
El ojiverde hizo pucherito y ella gruño.
-¡Está bien! ¿Qué es lo primero que debemos hacer?
Adrien se puso de pie e hizo una mirada coqueta.
-Darnos un besó.
Marinette fruncio el ceño con sus mejillas ardiendo.
-Adrien, habló enserio.
Adrien rodó los ojos por lo aguafiestas que resultó ser Marinette.
-Ya, lo siento, ¿qué tal si intentamos charlar?
Adrien se volvio a sentar mientras le hacia lugar a Marinette y ella suspiro con resignación.
-Ya que, no tengo nada mejor que hacer.
Desde ese día Marinette y Adrien se hicieron más amigos mientras él la ayudaba a que se pueda acercar a ésa persona que le gusta, sin miedo.
Y Nino fue obligado a sentarse con Alya ya que sus cosas salieron volando a la segunda fila, sin previo aviso ni explicación.
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Practicando Como Ser Novios
FanfictionAdrien se ofrece a que Marinette practique con él escenarios de parejas. Mini historias tiernas, advertencia de mucha dulzura y diabetes diagnosticada. El escritor no se hace cargo de las cursilerías lindas que van a leer.