Capítulo 1

293 9 3
                                    


Puede que suene estúpido, pero para poder estar con vos tenía que dejar ciertas cosas atrás. 

Lo primero fue dejar los domingos de fútbol. Bueno no todos, eso sería imposible, vos sabes que vivo por ese deporte. Además mis amigos me matarían si dejo de ir. Si, por vos había decidido hacer esta locura. Quizá para muchas personas dejar de ir todos los domingos es una pavada, pero vos sabes lo que realmente significa para mi. Pero si decidí dejar unos fines de semana libres para cumplirte cada sueño y deseo. Todo hago por vos, pero parece que no es suficiente.

No viniste. Amor, ¿por qué no viniste?

Habíamos quedado en que en nos encontraríamos en mi casa, a las once y punto. Íbamos a hablar sobre nosotros, sobre este supuesto amor que nos tenemos. 

Me iba a declarar, te iba a decir que estaba soltero, pero esperaba que no por mucho. Te iba a decir que no me importaba más lo que los demás pudieran decir. Yo te amo y los demás se pueden ir a la mierda.

Pero no llegaste, ni un mensaje, ni una llamada. ¿Amor?, ¿Fue todo una mentira?

Se hicieron las dos de la madrugada y decidí llamarte. No contestaste. Por supuesto, pensé. Decidí mentirme a mi mismo por un rato más, se que llegas tarde a todos lados, aunque nunca llegaste tarde a uno de nuestros encuentros. No importa, yo te voy a esperar toda la vida.

  ¿No te importo más? ¿Acaso estas con otra persona?

Volví a llamarte, estaría mintiendo si te dijera que fue solo una vez. No contestaste ni una sola vez. Me preocupé, mi cabeza me estaba jugando una mala pasada. Acepte que te habías cansado, que me estabas soltando la mano, que todo lo que imaginé y pensé en construir con vos se estaba desmoronando frente a mis ojos, sin siquiera haber empezado a construir.

  ¿Sigo esperándote? ¿Me rindo? ¿Vuelvo a llamarte? ¿Voy a buscarte?

Las horas pasaron y yo seguía ahí, sentado en mi cama esperando que me dieras una misera señal de que estabas viniendo, una señal de que no había imaginado tu amor. Me quede ahí, llorando. Sentía los rayos del sol en mi cara, no me molestaban me hacían sentir vivo, me daban esperanza.

Sonó el teléfono. Salí corriendo esperanzado de que fueras vos, pero no. Era tu hermano, ¿cómo es que tenia mi numero?. Me pregunto por vos, en su voz pude notar el miedo pero al oír que no te veía hace unos días cortó enseguida. Trate de volver a llamarlo pero nada. Parece que entre hermanos tienen la misma costumbre, pensé mientras trataba de no imaginar lo peor, aunque no funcionó.

  ¿Le hago caso a mi cabeza? ¿Realmente se terminó? ¿Siquiera habíamos empezado?

Decidí preparar algo para desayunar. Puse dos platos, el doble de tostadas, serví dos tazas de café y me senté esperando que vinieras y que me dijeras que simplemente te habías quedado dormido. Pero otra vez, nada.

Las horas seguían pasando, ya eran las doce del mediodía. Me llegó un mensaje. Me decepcione al ver que no era tuyo.

Agustín 12:05:

Amigoo, que onda? Vamos a ir con los chicos a comer, te copas?

No respondí. Ya había aceptado que algo te había pasado, no es común que no contestaras y menos que tu hermano me llamara. Al rato otro mensaje.

Agustín 12:15:

Loco no me clavess  

Estás ahí?

Yo 12:22:

Lo viste a tato, decime que sabes algo de él

Agustín 12:30:

Al fin contestas

No se nada, porque preguntas?

no me contesta los mensajes. No está con vos?

Tire el celular contra la cama y no lo volví a tocar por un par de horas, no me importo las veces que sonó porque sabía que no eras vos. Amor ¿donde mierda estas?

¿Cuándo vas a despertar?Where stories live. Discover now