➳ Written by GaabyKookie ♡
¿Qué pasaría si el próximo heredero a la corona ya no quiere casarse con un príncipe? ¿Qué pasaría si ya no quiere la vida tranquila y acomodada en el palacio donde creció?
¿Qué pasaría si se enamora del dragón y quiere vi...
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Ese día amaneció y los rostros de los príncipes eran la portada de cada periódico de la ciudad, la cual celebraba el anuncio de su granamor.
Lamentablemente JiHoon era demasiado joven, inexperto e ingenuo para lograr dimensionar la enorme bola de nieve que había creado y que en algún momento llegaría hasta abajo en la montaña buscando dónde estrellarse.
—¡Te odio SeungCheol! —Gritó JiHoon para luego echarse a reír a carcajadas cuando el pelinegro lo hizo caer en la cama, finalmente atrapándolo después de la persecución por el departamento.
—¿Es gracioso dibujar en mi rostro? —Sujetó las muñecas del príncipe, inmovilizándolo bajo su cuerpo.
—Te ves gracioso —Sonrió achinando sus ojos.
—¿Eso piensas?
—Sí —Respondió con sinceridad pero SeungCheol se inclinó hacia abajo, dándole besos que le provocaban cosquillas —¡No, no pienso eso!
—¿Y por qué lo hiciste? —Tomó distancia del menor.
—Porque quería verte de gatito —Contestó y SeungCheol no tardó en hacerlo retorcer en la cama —¡No me hagas cosquillas!
—Y además reírte de mí —Acusó fingiendo estar indignado.
—Sí —Soltó una risita que fue adorable para los oídos del pelinegro y el príncipe se deshizo por sus besos —Perdón, perdón, perdón —Repitió entre risas —¡Amor!
Sus dedos se entrelazaron a los costados de la cabeza del menor y SeungCheol levantó la cabeza hacia la brillante argolla que JiHoon llevaba en su dedo anular, su sonrisa se esfumó y dejó un beso en su frente antes de sentarse al borde de la cama.
—Olvide sacármelo —Dijo JiHoon y rápidamente lo quitó de su dedo para luego dejarlo en la mesita de noche, un lado de la lámpara.
—No te preocupes —Le sonrió ligeramente por encima del hombro cuando JiHoon lo abrazó por detrás.
—¿Me quieres? —Preguntó el menor ladeando la cabeza.
—Te amo.
—¿Y me perdonas?
—Eso jamás, me vengaré.
—¿Dibujarás en mi rostro cuando me quede dormido mirando una película?
—No, sería una venganza demasiado infantil.
—¿Me estás diciendo infantil?
—Puede ser.
—¿Cómo que puede ser?
—Me has dibujado bigotes en las mejillas, también pintaste la punta de mi nariz.
—¡Y te ves lindo! —Chilló JiHoon emocionado —Incluso podrías ir a trabajar así.
—Entonces le diré al rey que su precioso y travieso hijo sacó su lado artístico mientras yo dormía abrazándolo en el sofá de mi sala.
