➳ Written by GaabyKookie ♡
¿Qué pasaría si el próximo heredero a la corona ya no quiere casarse con un príncipe? ¿Qué pasaría si ya no quiere la vida tranquila y acomodada en el palacio donde creció?
¿Qué pasaría si se enamora del dragón y quiere vi...
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JiHoon miró de reojo a JiSoo mientras caminaban por el enorme jardín, se habían alejado de sus padres apenas tocaron el tema de la boda haciéndoles saber el nulo interés que existía en los jóvenes por la ceremonia.
—¿Tu padre lo sabe? —JiHoon fue el primero en hablar.
—Sí —Contestó JiSoo sin mirarlo.
—¿Cuánto sabe?
—Todo —Finalmente se detuvo y el menor dio unos pocos pasos más antes de girarse hacia él —Sabe lo tuyo con SeungCheol y lo mío con JeongHan, sabe que lo he estado engañando en este tiempo y que no he salido contigo sino con tu primo.
—¿Y qué te dijo?
—Que mi obligación es ser tu esposo —Respondió resignado, cerrando los ojos y bajando la cabeza —Sabía que esto iba a ocurrir, era demasiado perfecto para ser real.
—¿No piensas luchar? —Preguntó cuando ni siquiera él tenía claro lo que iba a hacer.
—Mi padre me mantiene vigilado, no puedo salir de casa si no es con su compañía y me ha repetido hasta el cansancio que debo deshacerme de mis sentimientos hacia JeongHan —Soltó un suspiro antes de continuar —Porque no tienen un futuro.
—¿Deshacerme de mis sentimientos por SeungCheol? —Su pecho volvió a doler —No puedo hacerlo, me niego a la idea de dejar ir al amor de mi vida.
Sus ojos se humedecieron y JiSoo tomó su mano.
Se encontraban en la misma situación; en un laberinto sin salida.
Los días transcurrieron y JiHoon no había logrado hablar con SeungCheol, ni siquiera verlo por más que lo buscase y sabía que seguía en el palacio porque los guardaespaldas de su padre en ningún instante se separaban de él aún cuando no salía a la calle.
Además SeungCheol era un excelente agente secreto y el rey no lo dejaría ir tan fácilmente.
—¿Por qué te la quitas? —Preguntó JiHoon al entrar a su habitación luego de desayunar y ver a SeungKwan con una gargantilla de plata en sus manos —Es muy linda.
—No puedo traerla mientras trabajo —Respondió SeungKwan.
—Que bobería, dámela —Pidió el príncipe y envolvió el cuello del pelirrojo con la valiosa joya, era de plata y un hermoso corazón colgaba de ella, lo tomó entre sus dedos y vio dos nombres grabados al reverso —Si alguien te pregunta yo te he dado la autorización de llevarla puesta, ¿Está bien?
—Gracias, alteza.
—Te he dicho en repetidas ocasiones que puedes llamarme por mi nombre cuando estemos solos, tenemos casi la misma edad.
—Perdón altez... —Volvió a hablar interrumpiéndose cuando el castaño alzó sus cejas con una manera divertida —JiHoon.
