UN CUMPLEAÑOS MUY ESPECIAL

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Después de lo que paso en el muro de los lamentos y luego de la batalla contra Loki en Asgard, los dioses y Athena habían acordado revivir a todos los caballeros, generales marinos, espectros y dioses guerreros.

En la tierra se respiraba un aire de paz, entre los caballeros dorados no aún existía un poco de rechazó con el tiempo todos volvieron a ser los grandes amigos que eran en el pasado antes de las batallas y muertes, algunos incluso habían llegado a algo más, ese era el caso de DeathMask con Afrodita, Shaka con Mu y Dohko con Shion. Excepto Milo y Camus que solo se hablaban para lo indispensable.

Era un día normal para la mayoría en el Santuario, pero no para Milo ese día era 8 de Noviembre, era su cumpleaños.

Templo de Acuario.

Camus quería darle una gran sorpresa a Milo, quería arreglar las cosas, desde que habían revivido se había mantenido alejado por temor al rechazó de Milo pero él estaba decidido a recuperarlo porque aunque no quisiera aceptarlo lo amaba y no soportaba estar lejos de él, anhelaba verlo llegar cada mañana a su templo como en el pasado.

-¿Qué puedo hacer? Pensó Camus en voz alta y tan metido estaba en sus pensamientos que no noto que Shura pasaba por allí.

-¿En qué estás pensando Camus?

Ante esto Camus se sorprendió pero enseguida regresó a su expresión fría de siempre.

-En nada, solo cuestiones del templo.

-Si claro, no estabas pensando en que hoy es el cumpleaños de Milo.

-No, no para nada.

-Ja claro, porque no lo aceptas, tú amas a Milo y Milo te ama.

Antes de obtener cualquier objeción Shura se fue dejando a un Camus más feliz y decidido a recuperar a Milo. Pero con la misma duda ¿Qué puedo hacer?

Mientras tanto como era costumbre el Patriarca junto con los caballeros dorados tenían que planear una fiesta, por lo que Shion, Dohko, Shura y Aioros se encargaban de la comida, Afrodita, Saga, Mu y Shaka se encargaban de la decoración, DeathMask, Kanon y Aioria se encargaban de las bebidas, Aldebarán de la Música y por último Camus del pastel. Todos estaban haciendo sus tareas.

Templo de Escorpio.

Milo se preparaba algo para desayunar cuando sintió el cosmo de Camus acercándose, por lo que no pudo evitar sonreír pensando que en él.

-Buenos días Milo. Dijo Camus tan serio como siempre.

-Buenos días. Contesto un poco desanimado. "¿Que no recuerda que hoy es mi cumpleaños?" pensaba Milo.

Y sin decir nada más Camus se acercó a Milo y lo abrazó, fue un abrazó que ambos necesitaban, el abrazó que tanto deseaban, por lo que permanecieron así un largo rato que para ellos pareció eterno pero no importaba antes de separarse Camus le susurro a Milo:

-Feliz Cumpleaños bichito.

Ante esto Milo se estremeció hacia tanto que nadie le decía así, ya que solo Camus lo hacía y sin pensarlo respondió:

-Gracias cubito.

Esto provocó un leve sonrojo en Camus, el cual le regalo a Milo una sonrisa, esto solo lo hacía con él, solo a Milo le permitía ver ese lado sentimental.

Después de eso Camus salió del Templo de Escorpio y de dirigió a Rodorio más feliz que nunca. Mientras Milo se encontraba atónito por lo que acababa de pasar, por fin había ocurrido lo que desde que desde hace mucho soñó.

-Ya no importa lo que pase, el mejor regalo me lo acaba de dar mi cubito.

Después de unos minutos Camus llego a Rodorio compro lo que necesitaba y cuando estaba por irse vio en los estantes de una joyería dos hermosos dijes, uno en el signo de escorpio en un intenso color escarlata y a su lado uno con el signo de acuario en un tono blanco como la nieve.

-"Es perfecto" Y sin pensarlo entro y compro ambos.

Al atravesar los Templos no le sorprendió encontrar todos vacíos hasta que llegó a Escorpio y también estaba vacía pero no quiso darle mucha importancia y siguió su camino hasta su Templo para preparar el pastel, sabía que debía terminar antes de las 10 de la noche.

Camus se disponía a darse un baño para comenzar a arreglarse cuando los caballeros dorados pasaron uno tras otro para dirigirse a sus respectivos Templos, el último en pasar fue Saga y cuando estaba a punto de salir volteo a ver a Camus

-El patriarca quiere que vayas a busca a Milo a las 10 yo llevare el pastel al Templo Patriarcal. .

Y sin más volvió a dar la vuelta y se fue.

Cuando Camus termino de arreglarse a eran las 9:50 así que comenzó a descender por los pocos templos que separaban a Escorpio de Acuario.

Pov. Milo.

Estaba muy feliz, nada podía ser mejor Camus, mi cubito y yo por fin volvíamos a ser tan cercanos como en el pasado, esteraba tanto este día. Desde que éramos niños lo amaba y con el tiempo ese sentimiento creció y creció por eso me dolió tanto su traición pero ahora todo está solucionado.

Pov. Normal.

Estaba tan sumido en sus pensamientos Milo cunado sintió el cosmo de Camus entrando en su templo por lo que no pudo evitar sonreír y al verlo entrar arrojarse a sus brazos, cosa que Camus correspondió al instante, a ambos les encantaba estar así, después de unos instantes se fueron separando lentamente y los rubíes del galo se encontraron con los zafiros del griego, ambos comenzaron a acercarse de nuevo uniendo sus labios en un tierno beso, que en poco tiempo se intensifico, hasta que se separaron por la falta de aire, Milo noto un gran sonrojo en Camus por lo cual sonrió para sus adentros.

-Creo que ya deberíamos irnos bichito.

Así ambos se dirigieron hasta el Templo Patriarcal. Toda la fiesta pasó de lo más normal después de comer Aldebarán puso música con la que todos se pusieron a bailar, aunque todos se lo esperaban, les sorprendió ver a Camus bailando animadamente con Milo toda la noche.

Como a las 3 de la mañana comenzaron a irse todos a sus Templos y Camus acompaño a Milo hasta su Templo le dio un tierno beso y se fue a su hacia su Templo pero cuando acababa de pasar Sagitario recordó que en su chaqueta tenía los dijes que había comprado por lo que regresó a Escorpio.

Un Cumpleaños muy especial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora