Decidme, ¿Quien quiso ser mariposa para poder tocar una flor? ¿Quien quiso estar loco para enamorarse?
Enamorarse no de los ojos sino de la mirada, no de la boca sino de la sonrisa...Tener veinticinco horas al día para pensar en ella, imaginando el cabello dorado rozando su ombro, esa sonrisa vergonzosa que teme ser vista, los perfectos rasgos faciales a la que ninguna otra se asemejan, manos largas y finas dignas de admirar.
Siempre pensé que esto no me ocurriría pero y qué hago yo ahora si de mis sentimientos no llevo las riendas.
Entre suspiros, sentado frente a la ventana escribo estas letras, contemplando aparentemente una montaña interminable, y es que mire donde mire sólo puedo verla a ella, a los pájaros se asemeja; vuela libre como ellos.A los árboles se asemeja; aguanta el fuerte viento mientras el ruido de sus hojas se queja. A las nubes se asemeja; tiene mil maneras de flotar.Al viento se asemeja; igual viene o igual se va sin haber si quiera podido verla.
Quisiera pensar que todo esto es mi locura que me juega una mala pasada, pero, ¡¿Quién es el loco que no ha podido ver lo que yo veo en ella?! Es absurdo.
Daría mi vida sólo porque su mirada se cruzara con la mía, y digo que daría mi vida porque si eso sucediera no podría salir ileso.Es mortal, pero la deseo.Verla sonreír cual niña pequeña sin ningún prejuicio de nada, inocente y alocada y mientras tanto yo, observarla con una sonrisa en la mirada y crellendo que nada malo podría suceder, es más, crellendo que nada más existe a parte de ella.Su atrevida falda contoneándose mientras corre de un lado a otro, el pelo alborotado de bailar menando la cabeza al compás de la música, una sonrisa constante de la que no se puede deshacer y por si fuera poco es contagiosa.Cualquiera que la conozca sabe que es la alegría pero también sabe que es la mayor de las tristezas...
Os preguntaréis el por qué, es sencillo, tanto como que si ella ya no está nada es igual...todo es gris, nadie ríe o quizás no hay motivos para hacerlo, te sientes vacío por dentro, tu mirada cambia, tu rostro cambia, tus costumbres cambian...pues ya no la ves en todas partes, ya no sientes su felicidad ni puedes observarla, sobra el tiempo aunque dicen que el tiempo todo lo cura pero una vez habiendola conocido te sobrará el tiempo, y sólo quedará el recuerdo, pero el recuerdo ya no existe no podrás sentir lo mismo nunca, mirar una montaña,un pájaro, un árbol, el cielo, una nube y verla a ella...se acabó.
Hablaba de Amor, quien tuvo el placer de conocerla sabe lo que hablo y quien tuvo la desgracia de perderla supongo que no seguirá vivo para saberlo porque como ya sabéis Amor es mortal.
