A+B=LOVE [Vol.2]

Todos para uno [FINAL]

—¿Falta mucho? —Ariana caminaba junto a Mateo mientras buscaba por todos lados una casa como la había descrito su novio.

—No, sólo falta una cuadra y habremos llegado. —Mateo parecía avanzar y responder en automático, sin embargo el enojo no abandonaba su rostro.

—Tienes que calmarte ¿Sí? No puedes llegar así a ver a tu amigo —dijo Ariana mientras tomaba la mano de Mateo.

—Lo sé, pero es que no puedo pensar más que en gritarle, planea irse y... —Mateo se quedó sin palabras al ver la casa de su amigo totalmente cerrada y un enorme letrero de "se renta" en la puerta.

Mateo no dijo una sola palabra mientras de acercaba a la casa y podía ver por la ventana que estaba vacía, su amigo no planeaba irse...ya se había ido.

—Mati...¿Estás bien? Podemos llamarlo y saber que pasa. —Ariana intentaba manejar lo que su novio sentía.

—Vámonos, no hay nada más que hacer. —Mateo se dió media vuelta dispuesto a irse.

—Quizás si lo llamas...

—No Ari, si el quisiera despedirse me habría dicho, está claro que no quería hablar de ello.

Mateo nunca lo iba a admitir, pero aquella situación dolió mucho, algo que no sabía cómo manejar, emociones que no sabía que tenía siquiera.

Ariana caminó junto a su novio y lo abrazó, intentaba consolar un llanto que no existía pero que sabía que en el fondo Mateo lo sentía.

***Lunes***

Mateo se encontraba sentado frente a la caja registradora de la tienda de su padre cuando Fernanda entró y sin prestar la más mínima atención a la tienda, se acercó a Mateo.

—Mati ¿Podemos hablar? —dijo Fernanda con un tono como si tuviera prisa.

—Hola Fer, claro. —Mateo sonrió y despegó la vista de la pantalla de la computadora.

—Es sobre Luis, mira sé lo que te hizo, yo le insistí que debía contarte y el quería hacerlo pero siempre decía que mañana y mañana y así pasaron los días hasta que...ya sabes —explicó Fernanda mientras veía como Mateo cambiaba su expresión.

—No importa Fer, en serio, sé lo difícil que pueden ser las despedidas, sólo dile que espero que le vaya bien. —Mateo volvió a poner su vista en la pantalla dando por terminada la conversación.

—Mati, él viene el miércoles por las boletas, sé que quizás no quieras pero me gustaría que ustedes hablaran.

—Él tiene mi número, puede mandar un mensaje —respondió Mateo sin voltear a ver a Fernanda.

—Bien, se lo diré. —Fernanda salió de la tienda decepcionada.

El padre de Mateo que había escuchado todo y estaba consciente de lo que ocurría, se acercó para hablar con su hijo.

—¿Todo bien? —preguntó su padre a Mati mientras se acercaba.

—Sí, todo bien.

—Escuché que Luis viene y quiere hablar contigo.

—No quiere, no me contó nada sobre su mudanza, y no me ha hablado desde que se fue, por mi que se joda. —Mateo dió un suspiro mientras hablaba.

—Esa boca —dijo el padre de Mati —. Mira hijo, no sé que pase por la cabeza de Luis pero a pesar de ser tan amigos, ustedes jamás fueron muy abiertos con lo que sentían y eso hizo difícil el despedirse.

—Sólo tenía que decirme que se iba, pero no, prefirió largarse sin despedirse de nadie.

—Mira, haz un último esfuerzo, ve a la escuela el miércoles y habla con él, ese es mi consejo.