Cap. 27. Extrañas Intenciones

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No había dejado de llorar, me sentía totalmente destrozada

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No había dejado de llorar, me sentía totalmente destrozada. La combinación perfecta del querer morirte o por lo menos ser invisible para el resto del mundo.

Derian había sido muy amable al brindarme su casa pero era mas que obvio que no me quedaría aquí a esperar a que otra cosa pase, y con ello me refiero a que venga Michael en su otra personalidad, puede que su otro yo era quien quisiera matarme, pero no le quita el echo de que ambos sean la misma persona. No estaría dispuesta a estar con alguien como él, aunque suene muy mezquino de mi parte.

— ¿Hannah? ¿Puedo pasar? — tocaba Derian del otro lado de la puerta

Limpié las lágrimas que salían a chorros de mis ojos, me acerqué con mucho esfuerzo al espejo encontrándome con una Hannah hecha un desastre. Ojos rojos, piel pálida, con ojeras, débil, e igual de regordeta. Puse una sonrisa falsa y fui hasta la puerta.

— ¿Qué pasa Derian? — preguntaba con voz monótona

— Vine a ver si necesitabas algo, ¿Quieres bajar a comer conmigo? — sonrió con aquella típica sonrisa que mostraba miedo e inseguridad a mi respuesta —. Sé que no eres muy fan de la comida pero...

— Está bien — interrumpí haciendo que el chico abriera sus ojos de sorpresa, ni siquiera yo había esperado esa respuesta de mi parte, pero lo hacía en forma de agradecimiento de haberme traído a su casa —, en un momento bajo Derian

Asintió y se fue conforme, al parecer disfruta mi compañía, lo que me dejaba con la sensación de culpa era irme y dejarlo aquí después de todo lo que hizo por mi, pero era obvio que no podría quedarme después de lo que me había dicho ayer, quería alejarme de todo con el dinero que tenía en la mochila, no quisiera ni imaginarme que haría si no lo tuviera. Era lo suficiente como para comenzar de nuevo.

Me preparé, me puse mis pantalones y una blusa manga larga holgada, recogí mi cabello en una coleta y me puse mis tenis, la típica yo de siempre.

En ese momento el sonido de un auto estacionarse afuera de la casa había llamado mi atención, me acerqué a la ventana y mi corazón casi salia de mi pecho al percatarme de que era Michael, no era precisamente de alegría, sino todo lo contrario, un inmenso miedo me invadió, me acerqué a mi mochila y tomé el arma apresurándome para bajar las escaleras que parecían no terminar.

— ¡Derian! — grité al encontrarlo abajo apuntando a la puerta — ¿Qué haces? — le susurré preocupada al llegar hasta él

— Ese idiota viene por ti — aseguró en tono molesto seguido del sonido del timbre sonar

En mi mente pasaba la vieja idea de lo que me había dicho Joseph la otra noche, su otra personalidad era totalmente ajeno a la situación, y tenía que admitirlo, eso me asustaba más.

— No podemos hacerlo, déjame salir para arreglarlo — bajé la pistola mientras el timbre sonaba nuevamente

— ¡¿Qué?! Ese idiota casi te mata Hannah

— No era él, era ...ah, sólo dame un momento Derian

Supliqué para obtener sólo una mueca inconforme de su parte, desde luego que era entendible. Mientras yo moría por saber cómo terminaría nuestro encuentro, ni siquiera sabía si era el Michael que conocía tan dulce, tierno y atento...o Joseph, el que casi me mata.

Salí y ahí estaba él recargado en su coche con unas gafas oscuras, cruzado de brazos con cara de impaciencia, tosí un poco para hacerme notar y en cuanto me vio se acercó rápidamente.

— ¡Hannah! — retrocedí un paso hacia atrás haciendo que él se detuviera en seco — ¿Q-qué pasa?

— Mejor dime tu, ¿qué pasa?

Se quitó las gafas para mirarme con desconcierto, mi pecho se sentía ahogar, ni siquiera sabía lo que estaba haciendo, usando agallas que ni tengo, unas ganas de salir corriendo es lo que quería.

— Hannah, mi hermana me dijo que te viniste con él, ¿por qué? — dijo muy apenas

Porque trataste de matarme. ¿Realmente tu otro yo no sabe lo que pasa?

Tu...

— Tienes un minuto para irte de mi propiedad Jackson — llegó a interrumpirme Derian —. Estás demasiado lejos de tu territorio — amenazó poniendo su mano sobre mi hombro

— ¿Te fuiste porque te enojaste cuando te pedí el teléfono? — se dirigía a mi sin quitar la mirada asesina de Derian

— No te hagas el idiota. ¡Ella se fue porque casi la matas!

Sus ojos se abrieron por completo de asombro, al parecer Mike no sabía nada de lo que había hecho Joseph, sus ojos fueron al piso como si estuviera buscando algo, me estaba preocupando bastante cuando se llevó sus manos a su cabeza temblando demasiado.

— Michael...¿estás bien? — me acerqué a él mientras se desplomaba por le piso

— ¿Que hice qué? — me miró lleno de miedo

— Hannah no te acerques a él

Se estaba poniendo mal y todo era mi culpa.

— Hannah no fue...lo siento yo...— trataba de hablar pero sus sollozos comenzaron a hacerse presente —. Necesito mis pastillas... — dijo finalmente para comenzar a golpear su cabeza

— ¡Derian tenemos que llevarlo a un hospital, creo que está teniendo una crisis!

Trataba de sujetarle las manos pero él tenía más fuerza que yo.

— ¡¿Qué?! Deja que se largue en su auto, ¡está fingiendo! — alegaba él

— Derian no es momento para eso, tenemos que ayudarlo

— ¡Ni lo sueñes! — se detuvo al ver que tratan de subirlo al coche — ¿Qué estás haciendo?

— Tranquilo Michael...— me di la vuelta después de haberlo metido al coche —. Si no me ayudas tu lo ayudaré yo sola — sentencié para subirme al coche y arrancarlo.

(...)

Su cara se estaba poniendo roja, ¿eso era normal? Me estaba preocupando demasiado, parecía un niño pequeño hundiendo su cara con sus brazos meciéndose en su asiento como un niño pequeño.

— ¡No, no, no! — gritaba irritada al ver que el coche se había quedado sin gasolina — ¿Enserio? — estampe mi cara contra el volante

Y fue cuando sus sollozos se callaron de pronto

Hannah...

Continuará...

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Les debo desde hace mucho este capítulo 😅😅😅

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Pain In My Bones [MJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora