Eres mi medicina (adaptada)

capítulo 2

¿Qué hacia el aquí? ¿Qué hacía Gastón Perida, en un hospital? Que yo supiera, nunca le había importado el estado en el que se encontraba la gente.

- ¿Qué haces aquí?
- Y- yo....am –dijo nervioso- Yo no tengo por qué estarte dando explicaciones a ti – dijo volviendoa su tono frío de siempre.

- Me permites Nina tengo que llamar al doctor Leal, para que atie...- no alcanzo a terminar, ya que Austin la interrumpió.

- Para que me de los diagnósticos de mi primo – dijo en tono nervioso y moviendo su piederecho. Yo me limite a responder y me fui a sentar en una de las bancas.

Reina llamaba al doctor Leal, y solo respondía conpequeños "si", "claro yo le digo", "adiós doctor".

- Gastón, el doctor te espera en su oficina –alcance a escuchar- para darte los resultados de tu primo- dijo ella,haciendo comillas en las últimas dos palabras.

¿Por qué Reina, habría hecho esas comillas? ¿Acaso los resultados que el doctor le iba a dar a Gastón, no eran para su primo sino para él? Nolo creo, él siempre se ha visto como un chico sano. No lo sé y no me importaba. Gastón se fue, seguramente a la oficina del doctor y yo seguí hablando con Reina, quería preguntarle sobre lo de Gastón,pero en 1° No era de mi incumbencia y en 2° De seguro que ella no me lo diría.

- ¿Nina, quieres dar un breve recorrido por este piso? Para que conozcas a los niños con los que convivirás.¿Estás de acuerdo?
- Claro – dije emocionada.

Reina se levantó de la silla y me hizo una seña con la mano, para que la siguiera. Caminamos por un pasillo largo. Hasta que Reina se detuvo en una puerta, se giró hacia mí.

- ¿Lista Nina? –dijo, yo solo asentí

Se volvió a voltear hacia la puerta y con un movimiento lento hizo girar la perilla. Estar viendo cómo se abría la puerta de poco en poco, era desesperante, en lugar deparecer segundos, parecían siglos, siglo que nunca acabarían. Hasta que al final se abrió completamente la puerta, primero entro ella para después entrar yo.

El cuarto era bastante grande. Los cuartos estaban pintados con blancos y había escasos cuadroscolgando de las paredes. Dentro del cuarto se encontraban 8 camas, cuatro del lado de una pared y otras cuatro en la otra pared. No todas las camas estaban ocupadas, realmente el lugar estaba solitario, a excepción de una cama, la última de la primera pared.Se podían escuchar sollozos, y también como alguien sonaba su nariz.

Quise voltear, para preguntarle algo a Reina, pero ella ya no se encontraba en la habitación. Lentamente mi fui acercandohacia la cama del fondo. En esta se encontraba un niño de piel blanca, con unos hermosos ojos, pero en ese momento estaban hinchados y rojos, su cabeza estaba totalmente desnuda.

El niño se percató de mi presencia, y automáticamente retrocedió hasta elfondo de su cama y se tapó con las sabanas. Yo me senté lentamente en la cama y mire el vacío. Pude sentir una mirada así que mira hacia esa mirada, y era aquel pequeño niño. Me miraba con timidez. Extendí mi mano por la sabana, con la palma hacia arriba, la deje próxima a él. El con miedo la tomo y yo agarrando su pequeña mano,la atraje a mis labios y deposite un pequeño beso en esta. El me miraba extrañado.

-¿Quién eres? – preguntó el niños tímido.

- Me llamo Nina Simonetti, y estas vacaciones las pasare aquí contigo- dije con un tono amable y cariñoso- y tu ¿Cómo te llamas?

- Mi nombre es Alex.

- Mucho gusto Alex, y cuéntame Alex, ¿Cómo estás?

- Mal... nadie viene a visitarme – dijo, podía ver como se le cristalizaban los ojos.
- Alex, yo estoy aquí para verte a ti.

- ¿Enserio? – dijo entusiasmado, para luego mirarme con cara deextrañes- pero yo te veo muy sana, ¿tú que tienes?

- Nada, gracias a Dios – dije – yo vengo aquí para estar contigo, para pasar tiempo contigo.

- Pero son vacaciones. Nadie, ni siquiera mis padres, se atreven a pasar por aquí en vacaciones. Creen que con regalos pueden sustituir ese amor, pero no –dijo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que tenían que salir, sino quemarían mis ojos poco a poco. Alguien toco la puerta y los dos dirigimos nuestras miradas hacia esta. Era Reina quevenía con una pareja.

- Mamá – dijo emocionado.

-Hijo – dijo la señora corriendo hacia la cama y abrazando a su hijo.

Yo solamente me levante y me dirigí hacia la puerta, pero una voz me detuvo.

- Hasta luego Ally.- dijo despidiendose

-Hasta luego pequeño – dije con ternura, cerrando la puerta. Aunque por dentro tuviera un nudo.

Finalmente deje caer esas lágrimas que me ahogaban. Lloraba mientras recorría el pasillo. Hice el mismo recorrido que cuando llegue, solo que omitiendo a la mujer de la recepción, del primer piso. Ya una vez fuera, las lágrimas aun no cesaban. Iba recorriendo la calle, hasta que sentí que alguien me toma por el hombro. Me gire y era Gastón, que me miraba con cara de confusión.

-Mande – dije secando mis lágrimas.

-Nina... ¿qué tienes? – Dijo y se quedópensando – sabes no me interesa, no respondas. Solo te quería decir que por favor no le dijeras a nadie sobre lo de mi primo.

- No te preocupes, no tenía pensado decir nada,espero que se recupere – dije para después seguir con mi camino, pero uno mano me lo impidió.

La piel se me puso de gallina cuando siento a alguien por detrás de mis cercas de mi oído, para luego susurrarme.

- ¿Puedo llevarte a tu casa? – estas palabras hicieron que mi piel se hiciera de gallina. Solo voltee lacabeza un poco, quedando muy cerca de su cara y boca.

-Gastón, no tienes por qué – dije volteando.

- Déjame hacerlo por lo de allá adentro – dijo en tono seductor.
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