Nunca olvidaré el primer día de clases. Me levanté y me puse unos Jeans, camisa y la chaqueta del uniforme escolar con una horrible corbata dispuesto a empezar otro año más. Estaba en primero de secundario. Aún quedaban cinco años mas que perder entre clases para terminar. Con suerte me iría antes cumpliendo mi sueño.
Bajé a desayunar y mamá ya tenía el desayuno listo, siempre lo estaba para su niño mas pequeño. Me senté en mi lugar sin intentar esperar a mis hermanos e intenté comer todo lo más rápido que pude.
—¡Hey! ¿Por qué tan rápido esta mañana?¿Emocionado por la escuela?
—Terminemos esto lo mas rápido que pueda para poder volver a casa a practicar con la guitarra.
—Por mas que comas rápido no significa que se terminará más rápido el día cariño. Hazlo tranquilo.
—Bien —dije de mala gana mientras terminaba el desayuno.
Salí de casa y me fui directo a la escuela. Como siempre, solo, mirando como los otros chicos iban con sus amigos. El camino entero aguantando chistes de cómplices sin poder evitarlo. Había ocurrido en toda la primaria y ahora esperaba que cambiara ¿Pero cómo va a pasar si yo no lo hago? A veces me sentía como un tonto por no poder hacer amigos, pero cuando volvía a casa con mi guitarra, solo eramos la música y yo; lo demás, todo lo que me hacía sentir mal, se esfumaba.
Al llegar, lo primero que note, era que... bueno, ¡Era gigante!. Mi escuela primaria no era nada comparado con esto. Acomodé mi ropa intentando parecer un poco serio, pero por dentro era un mar de nervios. Una señora nos recibió y nos envió hasta el aula de conferencias para una jornada a puertas abiertas o algo así. Allí estaba casi toda la escuela sentada.
Elegí un lugar entre las filas del medio y me senté. Nadie parecía muy impresionado por el primer día, excepto por una chica que se la veía muy nerviosa. Pobre, desde donde yo estaba podía notar que le temblaban las piernas. De repente la voz de la directora dirigió mi atención directamente al escenario y comenzó su discurso de Bienvenida. Unos chicos detrás de mi hacían bromas y no paraban de hablar así que casi no pude escuchar nada. Distraído, intentando no hacerlos callarse, miré hacia los costados y pude ver a un chico rubio de largo flequillo examinándome. Su cara lo decía todo, la había visto ciento de veces: ''No me agradas'' ''¿Qué me estas mirando?'' ''¿Se te perdió algo?''. A su lado un chico muy delgado de pelo oscuro le hablaba sin darse cuenta que su amigo no le escuchaba, hasta que notó que me miraba y también lo hizo. Decidí no confrontarlos e ignorarlos y me dije internamente ''Cinco años mas. Solo cinco años mas''.
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Julie era una chica de Estados Unidos que se iría de intercambio a Sidney ese mismo domingo. Esto era todo un logro para su familia ya que sus buenas calificaciones habían dado sus frutos al fin. Su mejor amigo Jules la abrazó en el aeropuerto y casi que lloraba en cuanto se despidieron.
—Tranquilo Jules, volveré en un año. Espero no consigas otra compañera de banco para ese entonces.
—Me sentaré con los otros niños o solo ¿pero reemplazarte? ¡Eso jamás!
—J y J por siempre.
—Y para siempre—añadió Jules—No sabía que esto era tan duro, ¿Cómo hiciste para despedirte de mí cuando volví a Argentina un año?
—Me dedique a mi nuevo pasatiempo, Malabarismos con bebes.
—¡Ja ja! Que graciosa—dijo sarcástico Jules—De todas formas, espero que te diviertas. Tráeme algo
—¿Un canguro?
—Eso sería fabuloso—dijo Jules sonriéndole.
Julie llevaba su mochila, una maleta y un peluche de Dragón azul bajo de su brazo, el cual había sido un regalo por su viaje para que no se sienta sola. Jules pensó que hasta parecía tierna, muy lejos de lo que Julie era en realidad.
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Como Dragones y Pingüinos (con 5sos)
FanfictionTres continentes, dos países y un primer amor de niños. Una historia breve acerca de un año inolvidable. Luke lo recuerda, Julie lo recuerda pero ¿reconocerán lo que sintieron años atrás o negaran lo que ocurrió? ¿Volverán a estar juntos o después d...