— ¡Danielle date prisa!—mi madre gritaba desde la planta baja.
—¡Ya voy!— eché las últimas cosas a mi mochila y bajé.
Nos íbamos a pasar unos días a la casa del lago de los amigos de mis padres.
El destino quedaba a unas 3 horas aproximadamente, sería un viaje larguísimo, para mí por lo menos.
Lo peor es que en nuestro auto también iba Andrew, el hijo de los amigos de mis padres.
Andrew tenía dos años más que yo, 19, debería haber salido de la preparatoria el año pasado, pero repitió un año, asi que ahora vamos los dos en el último año.
Se preguntaran porque no me agrada mucho Andrew, bueno, la verdad es que me gusta, un poquito.
Bueno. Muchísimo. Me gustaba muchísimo y eso no me agrada ni un poco, porque cada vez que lo veo mis piernas flanquean, mi corazón se detiene y me sudan las manos.
Todo eso motivo de que Andrew está buenísimo. Pelo castaño oscuro, ojos verdes medio amarillentos, de tez media blanca, alto y fornido.
Yo a él lo conocí cuando tenía apenas 6 años, éramos unos pequeños niños. En esa época pasábamos mucho tiempo juntos, Andrew vivía a solo media cuadra de mi casa y siempre salíamos a jugar en las tardes.
Todo era perfecto. Yo estaba enamoradísima de él. Creía que cuando creciéramos nos casaríamos y viviríamos en una hermosa y grande casa. Pero resulto ser que de un día para otro se derrumbó todo.
11 años atras...
Luego de venir de jugar con Andrew llegue a mi casa, como todas las tardes.
—¡Llegue mamá!—dije al llegar. Camine hacia la sala y vi a mis padres sentados con un rostro serio en el sofá.
—Danielle, cariño, tenemos que hablar— me dijo mi madre.
—Dime mami.
—Bueno, Sarah— la madre de Andrew— me acaba de llamar y me ha dicho algo no tan bueno—comenzó mi madre con un rostro triste.
-—¿Le paso algo a la tía mamá? ¿Al tío Edward? ¿A Andrew?—pregunté rápidamente con preocupación.
—No, hija, ellos se van a mudar.
—Pero eso no es malo mami, igual seguiré viendo a Andy, ¿cierto? Papá podría llevarme, ¿sí papi?—dije mirando a mi padre
—No hijita, ellos lamentablemente no se mudaran cerca, para llegar tendríamos que ir en avión—los ojos se me humedecieron—Ellos se mudaran a Maine.
—NOOOOOOO!!! Andy no puede irse, ¡no puede!— grité, las lágrimas cayendo rápidamente por mis ojos.
Subí corriendo las escaleras y llegué a mi habitación, cerré la puerta con llave y me tiré a mi cama. Me quede dormida llorando.
Desde ese día no volví a ver a Andrew, no fui a despedirme de ellos cuando se fueron.
Eso hasta hace 6 meses atrás, cuando mi madre me había avisado que regresaban, solo que ahora vivirían a unas 4 cuadras de mi casa. Ese día grité como loca por toda la casa, si, a mis 17 años, aún no maduraba.
Cuando llego el día en que volverían, los fuimos a buscar al aeropuerto.
Apenas lo ví, lo reconocí. Había cambiado muchísimo, pero seguía siendo igual de lindo. Sus ojos eran tan hermosos, eso era lo que más me gustaba de él.
Ahora, 6 meses después, nos íbamos a unas pequeñas vacaciones juntos. Tenía que admitir que estaba bastante emocionada.
Mi mejor amiga, Rosaline, y Matt, el mejor amigo de Andrew también iban con nosotros, ya que la casa era lo suficientemente grande para todos.
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Mi supuesto amor de verano
Teen FictionDesde ese momento, cuando volví a ver su rostro luego de 11 años, supe que ya no había vuelta atrás, que estaba jodida, muy jodida... El amor me había llegado de golpe y yo quería que me siguiera hundiendo más y más, en un pozo sin fondo.