Eres mi medicina (adaptada)

capítulo 14

Nos levantamos y nos dirigimos a las puertas establecidas, para abordar el avión. "Iré a Londres" pensaba emocionada. Nunca había salido de mi país y mucho menos de continente. Sentía una buena vibra. Algo maravilloso pasaría en Londres lo se.

Abordamos y tocamos en asientos separados, los padres de Gastón en la fila 8 y Gastón y yo e la 15. Por suerte a mí me toco en la ventana, así que podía ver la ciudad y el amanecer que se apreciaba de mi lado.

El viaje fue largo, solo pude estar una hora y media despierta porque después me venció el sueño y caí rendida en el hombro de Gastón.

*narra Gastón*

Eh conocido poco tiempo a Nina. Sinceramente antes no sabía quién era, nunca la había visto en las clases; oh simplemente era el hecho de que antes para mí los que no se encontraran en mi grupo de amigos eran unos "cualquieras", más bien gente que no valía la pena ponerle atención. Pero ahora que la conozco sé que no es así y sé que me equivoque en juzgarla de esa manera. Ahora me doy cuenta que con la gente que no valía la pena estar eran mis amigos, ellos son realmente a las personas a la cuales se les debería ignorar. Hasta a mí por tratar de esa forma a toda esa gente.

Pensé que lo que habría entre Nina y yo solo sería una relación de trabajo, por llamarlo de una forma. Pero me equivoque, para mí ya no puede ser una relación así, yo ya no siento por ella el afecto que se tiene entre personas que realizan alguna actividad para bien de los dos. No, para mí la "relación de trabajo" se ha acabado y ha empezado una nueva etapa en la que el estómago me da vueltas cada vez que la veo, y el oír su voz hace que se me erice la piel.

Sé que es pronto decirlo, pero siento que me estoy enamorando de Nina. Es una gran persona y la verdad vale la pena haber pasado por todo lo que pase, solo por el hecho de que la conocería. En estos momentos estaba más que feliz, ya que había aceptado acompañarme a Londres, sé que ella lo hacía por el hecho de cuidarme, pero a mí eso me bastaba, por el simple hecho de que estaría conmigo.

En el camino a Londres Nina se quedó dormida en mi hombro. Solo pude contemplar cómo se veía en ese estado, tan tranquila y bella. Le bese la frente y pase mi brazo por su cintura y puse mi cabeza junto con la de ella. Cerré los ojos, pensando que solo descansaría los ojos, pero no, me quede dormido en un profundo sueño.

Una luz brillante hizo que me despertara, cuando abrí los ojos vi a mi padres frente a mí. Pero lo más raro era que mi madre tenía en su mano una cámara. ¡No! Se había atrevido a tomarnos una foto, pues claro, nunca le había presentado formalmente a una novia mía, era obvio que ahora que la había hecho hiciera este tipo de cosas.

- ¡Mamá! Deja de hacer ese tipo de cosas – le reproche.

- Hijo, es que estoy tan emocionada por ustedes, que siento que necesito guardar todos estos momentos.

- Esta bien madre – dije rendido. No quería discutir con ella, en estos momentos.

- ¡Sí! – Dijo celebrando su victoria – Despierta a Nina, ya llegamos a Londres – asentí.

Mis padres se salieron del avión. Cuando me levante comprobé que éramos los únicos que faltaban en salir de este. Desperté a Nina y nos dirigimos a recoger el equipaje. Cuando llegamos ayude a Nina con su equipaje y comprobé que mi padres ella estaban pidiendo un taxi.

El taxi nos llevó al hotel, por lo cual pudimos admirar la ciudad. Era tan bella, con todos sus paisajes, el Big Ben, el ojo de Londres, el puente de Londres, entre muchos más lugares visibles. En el camino tome la mano de Nina, y a ella no pareció importarle, así que todo el camino le sostuve la mano.