INSPIRACIÓN
La inspiración, herramienta fundamental de todo aquel que se haga llamar escritor, virtud con la que obras transcendentales cobran vida, sentimiento impetuoso de plasmar ideas que suelen convertirse en arte.
Por otra parte, la inspiración, puede convertirse también en un gran obstáculo, puede llevarnos a la desesperación, nos puede dejar horas frente a un ordenador sin poder articular un párrafo completo, y he aquí el error del escritor: solemos esperar a que la inspiración llegué de los cielos, abriéndose camino entre las vaporosas nubes, representado en una luz cegadora, que ilumina nuestro pensar, mientras en el fondo, se escucha un canto angelical.
Cuando la inspiración no ha de llegar, entonces hay que levantarse de la mesa, y salir a respirar un poco de aire fresco, y si son buenos observadores, la encontrarán. ¿Qué en dónde está?... Fácil, ésta en ese vaivén de los árboles danzando al compás del viento, está en el romper de las olas, ésta en esa noche estrellada que adorna el horizonte, se encuentra entre las hierbas de tu jardín marchito, se encuentra en el astro plateado que lanza luces aperladas. Incluso, si son de ojos curiosos, la podrán encontrar en la pared que se descascara dentro de tu casa.
La inspiración, no es más que un buen sentir, un estar bien consigo mismo, que inclusive, respirando dulcemente, y cerrando los ojos, la encontrarán.
