La vida de dos desgraciaos

9. Asco de sentimientos

Aquel día que parecía ser un día feliz acabó siendo un poco extraño, después de intentar animar a Mireya, acompañamos a Mer a su casa y como de costumbre Mer y Cristian se liaron, lo distinto era, que en ese momento, yo ya no sentía lo mismo. Cómo explicarlo, ver como Cristian le metía la lengua hasta el fondo a Mer en su boca hizo que me sintiera fatal, no se cómo ni porqué, pero según la rae son celos. Después de dejar a Mer en su casa, acompañamos a Mireya hasta donde la venían a buscar, y en ese trayecto mi cabeza empezó a navegar en mi subconsciente, en otras palabras, que le dí vueltas a todo. Porfin encontré respuesta, me gustaba Mer, los celos , esa sensación, todo cuadraba y me quedé catapléjico, Cristian notó que me pasaba algo, así que mientras esperábamos a que viniera el casetero Cristian me preguntó que qué me pasaba y yo pues... me sentía tan mal que no se lo podía decir, Cristian se puso muy pesado y se lo acabé contando. La cara de Cristian era un cuadro, le acababa de decir que la chica con la que estaba saliendo además de ser con la que todo el mundo pensaba que me gustaba cosa que al final era verdad, pero no desde el principio sino desde ese día. Me quedé destrozao al decírselo, pensé que me pegaría o que se enfadaría conmigo pero todo lo contrario, me apoyó y me dijo que no pasaba nada, me preguntó qué iba a hacer, y yo en plan... os voy a seguir apoyando y ahora más que nunca porque no quiero que pase nada malo entre vosotros. Soy gilipollas??? Pues posiblemente, pero he perdido a mucha gente por tonterías y no quería perder a Cristian aunque sintiera eso por Mer. Después de unos días se lo dije a Mireya, ya que notó que me pasaba algo, no se sorprendió, ya se lo intuía. Ella para lo que quiere es muy lista y ya había superado lo de Aragues, no como él. Yo seguía quedando con ellos aunque me torturaba ver como se liaban, pero seguía yendo con ellos, como dicen... era un masoquista emocional.