Seven Sister's

prólogo

(H)
Se encontraba en clase, la profesora estaba dando las calificaciones de su último examen.

- señorita hye excelente, eres la segunda alumna más inteligente de este instituto felicidades. - dijo la profesora,
haciendo que su sonrisa se borrará. Ella siempre eran la mejor, no podía aguantar este gran error. -

- ¿quien  va en primer lugar?- pregunto apretando sus manos, agachó su vista a su examen viendo el diez. -

- jeng lee, es un año mayor que tu. Es el presidente estudiantil, me sorprende que no lo conozcas. -
Dijo pasado a otra mesa -

Conocía a ese niñato, fue el mismo que le nego a ser parte del consejo estudiantil tan sólo porque era chica. Desde ese momento se ganó su odio y ahora aún más.

(...)

- idiota, no vuelvas a ser mejor que yo. Eso me enfada mucho. - dijo mirando al chico golpeado en el suelo, se lavo las manos y salio de cuarto de baño masculino.-

En la entrada le esperaban sus guarda espaldas junto a la limusina negra de su padre, entro y sentó a un lado de la ventana los dos hombres grandes entraron segundos después que ella.

- señorita jung  su padre le espera en su oficina esta tarde - dijo el chófer mirando a la chica de ojos azabache . Asintió y recogió su largo cabello en una cola alta. -

- esta bien, pero necesito que me lleves a la biblioteca, necesito mejorar mi estudios. - dijo encendiendo su teléfono móvil.

Suspiro mirando los dos hombres vestidos de negros a sus costados. Ella no necesitaba a nadie que la protegerá se valía ella misma, pero aunque discutió con su padre del tema el hombre no cambio de opinión. Esos tan solo eran puro músculo, solo servían para intimidar con su físico.

(P.M.)
Los ojos aceituna de la chica mirába a la reciente pareja, sus ojos no paraban de mirar a la chica con odio y su envidia se veía a kilómetros. Sin embargo no hizo nada, una sonrisa demasiado falsa dibujada su rostro y se fue a su aula apretando los libros contra su pecho.

Park minho, era una chica que lo tenía todo de todos, le encantaba ser así.

Su seguridad destacaba en su personalidad, una chica perfecta y deseada.

Aunque ella estaba tan aburrida de tenerlo todo a su alcance que deseaba lo imposible. Lo que tienen otras personas, despedía de objetos o viajes hasta sentimientos y recuerdos.

Por eso estaba así de enfadada, la envidia recorría su sangre solo ese simple defecto tenia la chica de ojos aceituna.

Se sentó en su pupitre, miro a todos. A su alrededor todos miraban a minho, más bien la admiraban. Era una chica tan perfecta que creaba la misma envidia que ella misma sentía.

Rodó los ojos cuando entro la actual pareja. Minho miro al chico que ahora ella deseaban tener.

La chica sabia que el era un puro capricho, que cuando viera al chico amarla solamente a ella ese estúpida sentimiento de envidia desaparecería.

Siempre tenia lo que desea ya estaba más que acostumbrada, y si no lo tenía ella nadie lo tendría.

Miro de nuevo a la pareja y sonrió, pues será divertido cumplir su capricho.

- ¿Park minho?- pregunto el conserje de la institución ella asintió. - sus padres están en dirección dicen que necesitan hablar contigo.

(K.M.)
- Kim MiNa, la hija del importante empresario el señor Kim naseuk. Fue vista de nuevo en el desfile de Milán. Es una chica hermosa pero también muy costosa. Su atuendo de dicho evento rondaba los mil quinientos ochentas wons, según antiguos ex novios de la joven su principal defecto es la avaricia.- detrás de la chica de las noticias había una gran pantalla donde podía ver vídeos de la joven pelinegra saliendo de fiesta-la joven no pierde ni un día en salir de fiestas, es muy conocidas por esas zonas y es sorprendente ya alparecer nadie le pone límites a esta chica.
- la reportera  cambiaba de noticias y la chica enfadada apago el televisor, junto a ella su padre que la mirába enfadado. -