Buscando la Gloria - Prólogo

Prólogo

Este es un mundo de magia y fantasía como cualquier otro, uno que podrías encontrar en cualquier historia o novela ligera barata. Los elementos fantásticos son comunes, la tecnología está presente, pero sólo alcanza el nivel del medievo y está impulsada por energía mágica.

Fauna y flora fantástica abunda, aunque no difieren mucho del mundo que el lector conoce como real, aquí es donde entro yo, un biólogo especialista en estudiar las maravillosas especies que habitan nuestro mundo. ¡Viajo por todos lados para estudiar la fauna y flora de todos los lugares! Esto me fascina desde que era un pequeño niño en el mundo, y a través de esfuerzo, sudor y lágrimas, logré llegar hasta la cima, ¡y coronarme como el mejor biólogo del mundo!

Y... aquí estoy, acostado en mi cama, viendo las nubes pasar, y fantaseando en cosas que nunca haré.

Desde pequeño, me educaron para ser amable con cada criatura viviente, ser honesto siempre, defender al débil y ayudar a quien lo necesite. Un buen ideal, ¿cierto? Sólo imagina a un dulce niño al que le gustan los animales con esos bellos pensamientos.

Pero luego te enfrentas a la vida real, los animales no te traicionan, pero las personas son un poco más... densas... y el colegio no es del todo un buen lugar para ser caritativo, la gente se aprovecha de personas así fácilmente, y yo era un blanco fácil, aceptar encargos cada vez más turbios por tratar de caerle bien a los "amigos" ... ¿Resultado? Expulsión de aquel colegio biológico con el que tanto soñaba.

Sin embargo, el ser positivo te ayuda a que no te rindas y sigas dando lo mejor de ti... pero a veces rendirse es la mejor opción; después de tanto buscar encuentras un trabajo que te gusta y ves esperanza... aunque no la haya.

¿Has escuchado la expresión de no ser monedita de oro? Bueno, pues una vez más la ingenuidad y el intento de quererle caer bien a todos: "Tranquilo compañero, te cubriré las espaldas para que no pierdas tu trabajo" decían. ¿Resultado? Fui despedido

Cuando ya has visto lo que este mundo te puede ofrecer, empiezas a acumular amargura, rencor, furia... pero, aún tienes a los amigos animales para consolarte. Desgraciadamente los animales de este mundo, por alguna jodida razón científica, son muy sensibles al detectar el aura que uno emana. ¿Por qué se alejan? ¿Acaso no éramos amigos? ¿Por qué corren? ¿Acaso también les doy asco? ¡¿También creen que soy un fracaso?! ¡Entonces púdranse, formas de vida que sólo sirven de alimento!

¿A qué nos lleva esto? te preguntarás; bueno, me convertí en una bolsa de oro llena de estiércol. Aprendí maneras de engañar a la gente, para que hicieran lo que yo quisiera, pues usar la fuerza bruta es cansado, es mejor hacerle pensar a las personas que eres su aliado: Sonríeles, trátales bien en un principio, aparenta ser alguien inofensivo, luego puedes lentamente conseguir lo que quieras de ellas y después tener más y más cosas; posteriormente da el golpe final, no necesariamente tiene que ser mortal, ni siquiera es daño físico, y no se darán cuenta hasta que ya te hayas largado de sus vidas, luego te ríes y ríes hasta que te envuelves en todo lo que conseguiste; ¿dinero? ¿una casa? ¿Qué más te puedes imaginar? A mí me gustan los experimentos y aún me agradan los animales, pese a que ya no vienen hacia mí como antes, ahora yo voy hacia ellos.

Espera... ¿eso es un wenejo? Se está aproximando, ¡es mi oportunidad! Sólo un poco más cerca pequeño, más cerca, más cerca, ¡más cerca!-

Despierto.

Y... aquí estoy, acostado en mi cama, viendo las nubes pasar, y pensando en mi propia miseria sin hacer nada al respecto. Miro hacia la ventana abierta, siento la brisa acariciar mi rostro en este brillante día, los cantos de los pájaros llegan a mis oídos, aunque no disfruto de su melodía, sin embargo, es tranquilizante y adormecedor al mismo tiempo. Acabo de despertar, pero siento un sueño pesado, esto es extraño. Ahora que lo pienso, ¿por qué puedo ver las nubes y sentir la brisa si se supone que mi casa tiene techo y las ventanas estaban cerradas anoche?...

Quisiera dormir, pero una pequeña punzada en mi brazo me lo impide, espera, ¿una punzada? Volteo a ver y observo que es un dardo, qué interesante, normalmente lo usan para dormir caballos salvajes... Miro hacia arriba y puedo ver las nubes de nuevo, rodeadas de lo que parece ser un techo destruido, giro hacia mi ventana, un momento... ¿cuál ventana? ¿Aquella que está rota y abierta de par en par?

Cuando estaba cerrando los ojos por el sueño, algo oscureció mi visión antes de que mis parpados cerrasen. Ese 'algo' tiene una textura rasposa y me envuelve. Estoy siendo envuelto en un saco, tiene un cierto olor a estiércol, siento cómo me cargan y llevan en hombros... Jaja qué raro, ¿acaso la estafa de anoche no salió bien?

Unos momentos después recupero la conciencia.

"Tíralo ya, el sólo verlo me da asco".

Escuché una voz ronca diciendo eso, ah, ya recuerdo, ¿será mi buen amigo comerciante de ayer? Quisiera preguntarle qué pasa, pero tengo la boca tapada con un trapo.

"¡Wbhbhy!".

No pude hacer nada más que ruidos miserables y sentir cómo era lanzado, seguido de un montón de agua en mi rostro.

¡Maldición! ¡Ya dejemos de darle tantas vueltas, no soy tan idiota! ¡El estúpido comerciante que estafé ayer me descubrió y mandó a destruir mi casa para secuestrarme, atarme y tirarme al rio! Al menos me zafé esta cosa de la boca.

"¡¿Pero que pasa por tu jodida cabezblsdbsd?!".

Mientras tragaba agua sin parar, pude deducir entre maldiciones que me habían tirado al rio al lado de mi pueblo, el agua fría entre mis pulmones lo confirmaba.

En mis últimos instantes sin respirar, sólo pude pensar en agradecer mi prematura muerte, esta miserable vida no me gustaba.

"¡Adiós mundo! ¡Los odio a todos! ¡JajajajajajOUGH!".

Mientras me reía de mi miseria final, choqué con algo duro, escuché ramas romperse, así que debe ser un tronco, o quién sabe que habrá sido, pero eso me hizo perder la conciencia.