Candy Man [ChanBaek]

1. Candy Bar

"Era el idiota más guapo que había visto en mi vida"

Recuerdo perfectamente el día en el que me dieron este trabajo, estaba demasiado emocionado aunque mi mamá no tanto. Aunque le dije que por mas que yo quisiera no podría comerme la mercancía.

Soy un fiel amante de los dulces y si, ahora trabajo en una Candy Shop. Un lugar hermoso donde hay cualquier tipo de dulces, debo admitir que siempre es una tortura ver como los clientes se llevan sus bolsas y sus paquetes llenos de azúcar y yo que no puedo comerlos, pero me he acostumbrado a ello.

Pero en realidad amo mi trabajo.

—Baek, ¿Qué vas a comer?

—No lo se — Luhan me sacó de mi pensamiento.

Luhan es mi compañero de trabajo. Es el chico mas bonito que he visto en mi vida, alto, o bueno por lo menos es mas alto que yo, delgado, piel blanca, perfecta y facciones envidiables hasta para una chica. A veces (o muchas veces) me siento celoso de él ya que todas las chicas coquetean con el y no solo ellas, también los hombres. Y para colmo ni si quiera puedo odiarlo porque es tan agradable que es imposible que te caiga mal.

El se convirtió en mi mejor amigo.

—Voy a ordenar algo —dijo tomando su teléfono móvil

—¿Comida china? — pregunté mirándolo, o más bien admirándolo, he llevado toda la mañana intentando saber como se peino así para que se le mirara tan bien.

—Ugh... no — el frunció el ceño.

—Ah, se me olvidaba que piensas que la comida china de aquí es un insulto a la "verdadera comida china" — me reí.

Luhan es Chino.

—Lo sabes — el se sonrió — ¿pero te parece si pedimos rollos?

—Claro, quiero el especial 3 en combo — señalé la imagen del pequeño folleto.

—Seguro — el comenzó a marcar el numero.

—Pero que le quiten esa cosa amarilla que le ponen porque no me gusta — comenté en lo que el esperaba en la línea.

La campanita de la puerta sonó en señal a que un cliente había entrado, nosotros no nos movimos porque supuestamente estábamos en nuestra hora de comida y Sungmin debía estar al pendiente.

Sungmin es otro empleado.

—Hola... ¿Alguien me puede atender? — preguntó el cliente.

Luhan me peló los ojos como pidiéndome que fuera a atender pero yo ya estaba en mi tiempo libre así que me negué, no iba a trabajar también en mi descanso. Además, Sungmin debería estar encargado de eso, por lo que le insistí en que no iría mientras el ordenaba la comida.

—Holaaa... — volvió a hablar el cliente — tengo dinero.

Vaya idiota insolente, ni si quiera lo había visto pero solo de oír su voz ya podía imaginarme el tipo que era, conozco a los de su especie.

Nadie atendía y no me quedo de otra mas que salir con una sonrisa al mostrador.