Limbo

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Silencio.

Ellos podrían estar oyendo.

Silencio.

Cada paso, cada mirada furtiva, si haces ruido podrían succionarte, tomarte entre sus manos y tragarse hasta el último pedazo de tu alma. Se esconden entre las tinieblas, tratan de atraerte con su luz espectral, pero todo es una trampa para cobijarte bajo las suaves mantas de sus artimañas.

Si tropiezas, si haces al menos algún sonido que atraiga su codicia por chuparte la vida, no podrás esconderte nunca más. Así que respira lento, contén el aliento y cierra los ojos, mientras aferras tu cuerpo contra lo rasposo de un supuesto refugio. Es mejor no verlos, fingir que no existen y que tú tampoco lo haces.

He visto, lo he hecho y he contemplado cuando cazan a un perdido. Y oh, mis niños, es como contemplar la oscuridad de tu corazón, te destripan el alma y lo único que dejan tras de sí es una nada absoluta, convertida en desesperanza.  

Mystery Kids: Argus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora