Misión 07

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Después de que la chica se fue Nero quedó bastante tranquilo, más bien triste, no jugó ni tampoco hizo problemas, al parecer le afectó separarse de ella otra vez.

Hoy al amanecer Vergil se ve algo ancioso. Camina de un lado a otro y no ha dicho palabra.
Me muero de sueño pero no puedo permitir que ellos convivan, cualquier cosa irrita a Vergil y debo protegerla ante cualquier cosa.

La puerta suena y me levanto para abrir. La chica viste con unos pantalones ajustados, una playera suelta azul y con una cola de caballo tomando ese fino cabello. Luce radiante.

—¡Hola!.—Me dice con energía.—¿Cómo están?

—Ah..bien.—Bostezo.—Y al parecer tu también.

—Es que al trabajar con niños uno se acostumbra a tener ánimo siempre.—Mira dentro del local y se encuentra con Nero.—¡Hola pequeño!

Nero corre hacia ella y se acurruca en sus brazos.

—¿Cómo estás hoy? ¿Feliz?.—Besa su mejilla.—Estás de ánimo como siempre.

—¿Ya comiste?.—Le pregunto a la chica.

—Ah..no, pero me iré a comprar algo en un rato.

—No es necesario, de todos modos íbamos a comer.

—Si quieres te puedo ayudar a preparar algo.—Dice mientras observa el local.

—Como quieras. Ven, por aquí.

Vamos a la pequeña cocina y pongo lo necesario para preparar un almuerzo decente.

—Oye creo que ayer lo olvidé pero ¿Cuál era tu nombre?.—Deja a Nero sentado en la silla junto a la mesa.

—Es cierto, creo que no te lo dije, soy Dante.—Le sonrío.

—Y..¿dónde está..? ah..tampoco se su nombre, creo que ayer estaba muy alterada.—Suspira algo avergonzada.

—Ese sujeto con el que de seguro te llevarás muy bien es Vergil.—Suelto una risa.—Tiene un carácter muy particular pero te acostumbras con el tiempo, si es que logras soportar.

—Lo haré, no dejaría por nada a Nero otra vez.—Se acerca a él y acaricia su cabello.

—Si, ya lo noté, parece que ustedes se llevan bastante bien.

—¿Cómo se lleva con tu hermano? Él no se ve muy expresivo o..cariñoso..

—Ah bueno, eso es muy cierto pero se está acostumbrando a esto. De todos modos será mejor que saque tus propias conclusiones.

Escucho pasos venir hacia aquí sabiendo que esto será un momento inolvidable.
—Ya llegó la reina del drama.—Susurro.

Vergil entra por la puerta y nos observa con indiferencia.

—¿Que harás de comida para tu hijo?.—Le digo a Vergil.—No querrás que coma lo que nosotros ¿o si?

—Concéntrate en tus cosas, Dante.

—Si quieres yo le doy de comer, no es ningún problema.—Dice rápidamente Delia.

—No tienes por que hacerlo.—Se apresura a contestar Vergil.

—Está bien.—Responde ella.

No hay tensión en el rostro de la chica, al parecer lo tomó calmada y se sentó al lado de Nero a jugar con él.

—Entonces, Delia, ¿Cuanto tiempo llevas trabajando con niños?.—Pregunto sin mirarla.

Si quiero que Vergil se mantenga tranquilo debo hacerle saber disimuladamente cosas de ella, mientras más sepa más seguro estará.

La misma sangre/ Devil May Cry🗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora