7 espías adolescentes

Capítulo 9

Pasó un mes y Jake e Iris seguían sin aparecer.
Pasados dos meses recibí una carta, a mi nombre, remitente: Jake Williams. Mi cabeza explotó.
Dos meses, DOS MALDITOS MESES sin saber nada de él y lo que recibo es una carta, y ya.
Decidí calmarme ya que tengo que ir a clase. Hoy estoy muy borde.
Historia a primera, con George. Como Jake e Iris no habían vuelto a aparecer Max y yo nos volvíamos a sentar juntos.
- Buenos días chicos, Sarah todos te echan de menos en el aula 10 - dice George.
- No se preocupe, con lo borde que está hoy la castigan de fijo - dice mi súper majísimo primo.
Le miro con una mirada de "o te callas o te callo yo, pero no de la manera que tienen las pelis de hacerlo", y no dijo nada más referido a mi.
Después de la hora de comer me tocaba en clase sola, Literatura Universal, con el gran profesor que se va durante casi toda la hora a dar paseos por el pasillo o que se duerme en clase. Ese día decidió leer la teoría, a mi se había olvidado en casa, zas la primera en leer.

- No lo tengo profesor.
- ¿Cómo que no lo tiene señorita Prescott?
- Que no lo tengo, me lo he dejado en casa.
- Bueno pues un negativo. Anda, mira, tienes 10 negativos, hoy castigada.
- Vaya, cuanto tiempo.

Última hora, todo el mundo yéndose a sus casas, yo esperando a que llegue George en la puerta del aula 10, mis hermanos pasan por delante de mi para despedirse y además reírse de mi. De repente llega Max, se ha olvidado los deberes en casa, y castigado. Llega George y viendo como está el panorama, solo nosotros tres, decido poner a George en situación y le cuento todo lo sucedido con Jake e Iris, omitiendo el hecho de la agencia y su trabajo. Le digo a Max que abra la carta, la lea y me diga si (es posible leerla delante de George) no me voy a cabrear mucho, me la da y me dice que la lea. Empiezo a leerla el voz alta mientras ando por la sala.
Querida Sarah,
Siento mucho no haberme despedido y no haberte dicho nada, pero mis padres nos lo dijeron de un día para otro. Hemos sido aceptados en la élite de nuestro trabajo y nos tenemos que mudar a Europa. Si todo sale bien no volveremos a Estados Unidos en mucho tiempo, cosa que hace que me preocupe por ti.
Se que está carta te llega quizás demasiado tarde y ya estés cabreada a más no poder con nosotros, y sobre todo conmigo. De verdad que lo siento mucho, no puedo echarte más de menos y pensar en lo que podríamos haber sido.
Con todo mi corazón,
Jake.

Acabé de leer la carta y me quedé parada, de repente estaba cogiendo mi mochila (casi vacía) y dándola puñetazos. Max intentó cogerme y George cogió la mochila, lograron calmarme y me intentaron reconfortar, lo lograron.

Cuando llegué a casa les conté todo a Anna, Maddy y Sam y resultó que a mis hermanos también, porque escucharon toda la historia y decidieron dar su opinión.

- Lo ves, te lo dijimos, no era trigo limpio - dijo Jack
- A ver, no es que fuera un mal chico, sino que por su trabajo tendría que volver a mudarse de un momento a otro, como puede que tengamos que hacer nosotros - añadió James.
- ¡¿Qué?! - preguntó Maddy.
- Nuestra agencia tiene su cuartel general en la ciudad, pero tiene bases por todo el país, si se considera que eres más necesario en otra ciudad que en la que estes actualmente te mandarán a otra; si eres un buen agente pero has tenido problemas con otro buen agente a uno de los dos se reasignará en otra ciudad; si decides irte de la cuidad tienes que irte a la que la agencia te envíe, no puedes mudarte y presentarte en la agencia de la primera ciudad que elijas - la respondí yo.