Una "aventura" en Fire Emblem Heroes

Apoyo de amistad (Fae/María)

Con Phyria en una importante misión en la que, debía enfrentar un difícil desafío en un lugar llamado el coliseo, Fae no estaba segura de que hacer hoy, regularmente sus días se pasaban rápido ya fuera entrenando o jugando, sobre todo con Florina, Lucius, María, Olivia, Sharena y Setsuna pero, Olivia y Sharena acompañaron a Phyria junto con Héctor y Serra hacia el coliseo, el señor Lucius había ido a hacer rondas para curar a las personas de la aldea cercana con ayuda de Camilla; Florina y Setsuna estaban entrenando y María no la encontraba por ninguna parte.

Fae suspiro un poco triste al ver que no sabía con quien jugar, cuando su grupo de juego estaba ocupado, regularmente iba a la habitación de Phyria a jugar, ella siempre se portaba muy amable con ella, ¡Incluso respondía sus preguntas por más difíciles o constantes que fueran!, de hecho Phyria recientemente le estaba enseñando a jugar, un juego de cartas de su mundos con monstruos de todo tipo, magias y lo que Phyria llamó "cartas trampa".

Definitivamente Fae quería aprender a jugar ese juego... pero sin Phyria era imposible seguir practicando o tan si quiera aprender más de la extensa colección de cartas de Phyria... de verdad tenía muchas ganas de jugar hoy...

Mientras hacia un pequeño puchero ante ese pensamiento Fae, noto algo de movimiento en el pasillo, ¿Quién estará escondiéndose en esa columna?, aquella misteriosa figura como bien pudo se metió en la cocina, aunque se notaba que no era precisamente silenciosa.

Guiada por la curiosidad y temiendo que fuera un señor malo que quería robarse la comida, decidió investigar, entro en la cocina tan silenciosamente como pudo, escondiéndose detrás de las sillas del comedor, tratando de ver al señor malo.

Al parecer la misteriosa figura ya se había metido a la cocina, ¿¡Quizás quería robarse los dulces que hacia Catria para los demás!? ¡No iba a permitir que un señor malo se metiera con los dulces de sus amigos!

Fae de la manera más discreta que pudo, comenzó a acercarse a la puerta de la cocina, los leves ruidos que captaba con sus finos oídos, le dejaron en claro que el señor malo seguía ahí, era hora de detenerlo, tomando con fuerza su piedra transformadora en mano, se metió a la cocina en un rápido movimiento y dijo.

-¡Muy bien señor malo! ¡No haga nada malo o... o...! ¡Ya verá!-dijo Fae en el tono más seguro que pudo... solo para darse cuenta de que era María quien estaba en la cocina-¿María?-dijo Fae sorprendida-¿Qué haces aquí?-pregunto Fae confundida, cuando parecía que María estaba a punto de responderle unos ruidos las alertaron a las dos, ¿Sera esta vez un señor malo?

Tan rápido como pudo María, tomo la mano de Fae y la escondió junto con ella en una especie de armario de madera donde las dos apenas cabían, Fae no podría estar más confundida.

-¿Qué sucede María? ¿Porque nos escondemos?-dijo Fae, apenas acomodándose en tan pequeño espacio.

-Shhh, lo sabrás en un momento-dijo María en tono bajo, quizás María quería atrapar a algún ladrón o algo así, no pasó mucho tiempo para que Fae escucharan las voces de Catria y Palla, ¿Por qué se escondían de sus amigas?

María como bien pudo, abrió ligeramente la puerta del armario para tener una mejor visión de la cocina sin que Palla o Catria las descubrieran, no esperaba que tuviera que involucrar a Fae pero, esperaba que esto no arruinara todo su plan.

-Parece que aun estas algo ansiosa-dijo Palla en tono tranquilo y con una sonrisa.

-¿A qué te refieres Palla?-pregunto Catria curiosa mientras, comenzaba a terminar de acomodar los platos que había lavado hace un rato.

-Cuando buscas cualquier cosa que limpiar o acomodar, es porque algo te preocupa-dijo Palla sin perder su sonrisa, conocía tan bien a su pequeña hermana como la palma de su mano.