Habían 3 cosas que tzuyu detestaba en específico:
* Adolescentes bipolares
* Drama innecesario
* Personas manipuladoras (vamos, ¡déjenle ese trabajo a ella!)
Nunca pensó que este conjunto vendría en forma de chica; una hermosa y malvada chica, cabe...
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Finalmente era viernes y el final de una semana nunca había sido tan anhelado.
En éstos momentos me encontraba con Nayeon en la biblioteca. Hoy no habría práctica ya que la entrenadora se encontraba enferma y decidió dar un día libre luego de arduas prácticas para el último juego de la temporada la próxima semana (no he asistido a ningún juego para ser sincera, cosa que la coreana me reclama todo el tiempo). La capitana del equipo y yo decidimos reunirnos para organizar unos últimos aspectos en cuánto a la formación y algunos pasos de la coreografía, así la semana que viene tocaría nada más perfeccionar ciertos puntos.
Nayeon y yo... bueno, digamos que la dinámica de "Tom y Jerry" sigue bastante presente, pero puedo afirmar que una extraña pero linda amistad se había forjado entre nosotras, ha ayudado el hecho de pasar tanto tiempo con ella durante recesos gracias a Sana.
- Sabes Chou, no eres tan insoportable. - dijo Nayeon, colocando su mano sobre mi cabello y despeinándome.
Me quejé infantil, quitando su gigante mano de mí cabeza - Tú si lo eres, pero sorpresivamente me caes bien.
Nayeon bufó, tomando un caramelo de su bolso y regalándome uno a mí. Le agradecí y mientras lo desenvolvía, no pude evitar preguntarle lo que tenía en mente desde temprano.
- Oye, ¿con Jungkook...? - comencé ya con el dulce en la boca - Digo, ¿estás bien con todo lo que ha pasado?
- Estoy bien. Sinceramente, dolió un poco los primeros días, pero en realidad es él quién se pierde este cuerpo. - dijo la mayor señalandose a sí misma, haciéndome rodar los ojos.
- Todos en el Instituto dicen que fuí yo quién rompió con él pero supongo tú sabes que fué al contrario. - continuó la mayor y yo asentí vagamente - Bueno, realmente creo que fué lo mejor que pudo haber hecho, está más que claro que ambos tenemos a otras personas en nuestro corazón.
Eso llamó mi atención y le sonreí burlesca a la coreana - Oh, ¿te gusta otra persona Im?
- ¿Quieres que empiece a preguntarte sobre tu asunto con cierta ardilla? - se defendió por su parte la mayor - Porque hay muchos rumores rondando los pasillos y me encantaría escuchar la verdad de tí.
Bueno, eso me calló - Ugh, ahorrátelo.
- Bah, en realidad sé mucho más de lo que piensas. Te recuerdo que soy la mejor amiga de tu media naranja. - comentó la mayor antes de rodar los ojos - Te digo, ambas son unas idiotas. Minatozaki lo es más, pero igual.
- ¿Te dijo algo? - intenté no sonar desesperada, pero ocurrió todo lo contrario - ¿Qué te ha dicho?
Vi cómo iba a comenzar a burlarse otra vez cuándo su teléfono comenzó a sonar, una llamada entrante del contacto "Bebé" con un emoji de corazón se mostraba en la pantalla. Ambas nos miramos a los ojos por un segundo antes de intentar tomar el teléfono justo en el medio de la mesa. Gracias a mis largas extremidades logré alcanzar primero el smartphone, y gracias nuevamente a mi altura me levanté con el teléfono mientras esquivaba los manotazos de Nayeon intentanto arrebatarme el aparato. La coreana comenzó a gritarme cuándo la bibliotecaria hizo un obstinado "Shh." obligándonos a callar. Aprovechando el descuido de la contraria contesté la llamada.
