✾Capítulo 27: El padre de Cynara.

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Estaba parada frente a la casa, consumida por la indecisión, la duda y la impotencia. Desde que Corban me dejó aquí, no he logrado moverme. No respondí a sus palabras; tal vez, solo tal vez, todo lo que dijo era verdad, pero lo que más me preocupaba en ese momento era Cynara.

Cynara era la hija de alguien importante en la Web Oscura. Si esa persona descubría el paradero de su cuerpo, o incluso si sospechaba que yo tenía algo que ver, estaría en grave peligro. No podía confesarle esto a Corban; revelar este secreto sería una sentencia de muerte. Él estaba investigando la desaparición de Cynara; obviamente, no me perdonaría fácilmente. Sería responsable y pagaría con su vida, o algo peor: la tortura. Esa no era una opción.

Me encontraba en una encrucijada. No quería que nada malo le ocurriera a Jacobo por mi culpa; él me había defendido de Cynara y había sacrificado mucho por mí. Pero, al mismo tiempo, Jacobo también había alterado mi vida por completo. Mi madre había muerto, Fernando me buscaba y sufría por mí. Y además, Corban también me conocía. ¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¿Estaba cegada por Jacobo? ¿O él me manipulaba de alguna manera?

Los rayos del sol acariciaban mi piel; eran aproximadamente las 5:00 de la tarde. Todo estaba tranquilo y en calma, excepto mi mente, que me gritaba dos opciones, pero no sabía cuál elegir.

La primera era llamar a Corban de inmediato y contarle todo para salvar mi propia vida.

La segunda opción era entrar en la casa ahora mismo, confrontar a Jacobo, exigirle que me diga toda la verdad y, quizás, salir viva de esa conversación.

Tomé tal vez la peor decisión de todas, pero, que más da, últimamente me había equivocado tanto, que una vez más, no me importaba mucho.

—Me iré.—Cuando abrí la puerta, lo encontré con la cabeza gacha y los brazos sobre las piernas, una postura que solía adoptar cuando estaba triste o angustiado.—Dime toda la verdad, eso es todo lo que quiero.

Me miró fijamente, sentado en una pequeña silla, evaluándome con cautela. Quizás sabía a qué me refería, o quizás no.

—¿De qué estás hablando?—Preguntó.—¿Qué te ha pasado? He estado esperándote desde la mañana; pensé que algo malo te había ocurrido.

Se levantó para acercarse y acariciarme, pero me aparté rápidamente.

—¿Por qué te medicas sin decírmelo? ¿Qué más me has ocultado?—Escupí.—Mi madre murió, Jacobo. Murió y yo no estuve allí con ella, todo por estar aquí contigo, por ser tu esclava.

—¿Cómo sabes lo de tu madre?—Preguntó, ignorando lo demás.

—¿Y tú cómo lo sabes?—Respondí bruscamente. No entendía qué estaba pasando.

Jacobo tenía más secretos de los que yo imaginaba, y eso me preocupaba profundamente.

Fui sacada de mis pensamientos por el retumbar de la puerta. No solíamos recibir visitas, así que me pareció extraño.

¿Era Corban?

Ambos fuimos a abrir la puerta, preparados para cualquier cosa que pudiera ocurrir.

—¿Qué haces aquí?—Pregunté directamente, pero Corban no me prestó atención. Su mirada estaba fija en Jacobo, quien lo observaba con una expresión de desagrado.

—Necesito hablar contigo.—Dijo Corban seriamente, ignorándome. 

—¿Qué demonios quieres, imbécil? ¿No te bastó con hablar con ella?—Sabía a lo que se refería.

¿Sabía que Corban me contaría?

—Esta vez no quiero hablar sobre Ana. Supe que hablaste con Cynara el día que desapareció, así que necesito hacerte algunas preguntas—Declaró el moreno.

—No te daré respuestas, lárgate y no le sumes un pecado mas a tu lista.—Amenazó Jacobo.

Detrás de Corban, una figura familiar se asomó. Esa silueta me traía malos recuerdos.

—A mí sí me darás respuestas sobre mi hija, ahora mismo.—Exigió esa figura.

¿Qué demonios estaba pasando?

—Querido viejo amigo...—Murmuró Jacobo sin un apice de calidez, lo dijo mas bien con sarcasmo. 

—Un placer volver a verte, Jacobo Miller.

—No puedo decir lo mismo, Alejandro. 




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AnyiLi 🌻

Obsesionado por ti (Bilogía ANCOR)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora